El 2022 fue uno de los peores años para el sector agrícola del país, debido a la sequía que azotó a finales del 2021 y generó la reducción de más del 50% de la producción total. Pese a esto, el sector industrial de Paraguay logró exportar por un valor de USD 5.287 millones, ingresos correspondientes a las manufacturas y agroindustrias, según reportó el Ministerio de Industria y Comercio (MIC).
De acuerdo con los datos de la institución, esta cifra significó un crecimiento del 7% con relación al 2021, cuando se registró un ingreso de USD 4.957 millones.
Si se desagregan los USD 5.287 millones de bienes industriales exportados en el año 2022, encontramos que el 29% -unos USD 1.542 millones de dólares- corresponde a bienes de la manufactura, mientras que el 71% -cerca de USD 3.746 millones- se clasifica como bienes agroindustriales.
Puntualmente, las exportaciones de bienes agroindustriales, al cierre del año pasado- tuvieron un crecimiento del 2% frente a los números del 2021, cuando se exportaron bienes agroindustriales por un total de USD 3.670 millones.
Es importante destacar que, de acuerdo con los datos del Banco Central del Paraguay (BCP) procesados por el MIC, esta cifra recaudada por el sector de agroindustria superó en un 25% al valor de los productos primarios, que tan solo lograron juntar un total de USD 2.991 millones en todo el ejercicio del año pasado.
De igual forma, este último número se encuentra en un 25% menos que en el 2021, cuando se obtuvo un ingreso de USD 3.985 millones.
Mucho de este repunte del sector se vio sostenido principalmente por los productos derivados de la carne, que según el informe del MIC aumentaron un 10% en comparación con el 2021, con ingresos por exportaciones que pasaron de USD 1.745 millones a USD 1.924 millones en el 2022.
Igualmente, las bebidas se acrecentaron en un 54%, pasando de USD 97 millones en el 2021 a un ingreso de USD 150 millones en 2022. A esto también se suman los productos lácteos, madera, tabaco, cuero y panadería.
No obstante, los productos relacionados con aceites de origen vegetal y animal se contrajeron un 8%, ya que el año pasado lograron recaudar un total de USD 653 millones, mientras que el año anterior fue de USD 706 millones. Igualmente, los productos relacionados con harina, tortas y otros residuos cayeron un 20%, pasando de USD 800 millones a USD 643 millones en el 2022.
Según los últimos datos de la banca matriz, la cotización de la soja Chicago es de USD 550 la tonelada, registrando un incremento interanual del 14,2%, mientras que la soja Rosario llegó a cerrar el año a USD 600 la tonelada, con un repunte del 11,1% de manera interanual.
Por su parte, la carne Chicago cerró el 2022 con un costo del USD 110 por tonelada y la carne Australiana se situó con una cotización de un USD 160 por tonelada. A su vez, el aceite de soja se cotizó cerca de los USD 210. Por último, la harina de soja y el trigo mostró un valor por encima de los USD 110.
Se podría decir que aquellos rubros que procesan las materias primas agrícolas se vieron afectados principalmente por la gran caída que se tuvo en la producción de granos.
Los principales mercados de destino de los bienes agroindustriales fueron: Chile, 21%; Brasil, 13%; Argentina, 9%; Rusia, 8%; Taiwán 6%; Pakistán, Polonia, Estados Unidos de Norteamérica, Israel, India y Uruguay, cada uno con 3%. En conjunto, el Mercado Común del Sur (Mercosur) concentra el 24% del total de bienes agroindustriales exportados de enero a diciembre del año 2022.
El impacto de los buenos precios
Durante la segunda mitad del 2022, muchas empresas encargadas del procesamiento de los productos primarios, principalmente soja y maíz, cerraron sus puertas debido a la falta de materias primas.
Sin embargo, al cierre del año se ve que existe un pequeño repunte de los envíos agroindustriales, pero ¿a qué se debe esto? De acuerdo con la economista y analista Martha Coronel, el principal factor es la suba de los precios de los productos exportados a nivel internacional, no tanto por el volumen del mercado en sí.
“En cuanto al volumen, disminuyeron, pero en cuanto a los valores, crecieron; y disminuyó principalmente porque tuvimos poca producción para industrializar. Entonces, lo que está reflejando este aumento en monto es justamente la suba de los precios que se dio a nivel internacional”, manifestó.
No obstante, señaló que si bien hubo una baja en los volúmenes, esta se registró justamente en lo relacionado con el procesamiento de materias primas agrícolas, como son los casos de harinas, aceites y todo los productos derivados de la soja, maíz y trigo.
“Todo se dio por la escasa producción y por el valor agregado que se genera al procesar la materia prima. En general, suelen mantenerse en la misma proporción las manufacturas de origen industrial y las manufacturas de origen agropecuario, cuando el año es normal”, explicó.
Por su parte, el viceministro de Industria, Francisco Ruíz Díaz, resaltó que el sector de la agroindustria tiene una gran dependencia de lo que ocurra en el sector primario nacional, mientra que el sector industrial depende esencialmente de lo que ocurra a nivel mundial, ya sea para comprar insumos o venderlos.
Asimismo, indicó que la cotización, la carne y la última buena cosecha del maíz fueron los tres aspectos principales que ocasionaron que este sector no caiga al cierre del año pasado.
“Para este repunte del 2% jugaron un papel muy importante tres aspectos: la buena cotización, que eso significó que en términos de valores sea mucho más; en segundo lugar, la carne jugó un papel muy importante, ya que aumentó un 10% más que el 2022; y por último es que vino una muy buena cosecha del maíz, que incluso fue récord, llegando cerca de 6 millones de toneladas”, expresó el Viceministro.