La Caja Fiscal está integrada por seis sectores: Administración Pública, Docentes Universitarios, Magistrados Judiciales, Magisterio Nacional, Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Desde hace algunos años, esta entidad previsional viene arrastrando un importante déficit.
El sector de maestros, policías y militares son los que registran un importante saldo rojo, debido a que los egresos -es decir, el pago a los jubilados- superan ampliamente a los aportes que realizan los activos.
Al cierre del primer semestre, los maestros arrastran un déficit de -46%, lo cual representó G. -370.096 millones. El sector de las Fuerzas Públicas, integrado por militares y policías, reportó un déficit de -73% y -58%, respectivamente, lo que representó en conjunto G. -474.125 millones.
A junio del 2022, el saldo rojo de la Caja Fiscal es de G. -492.917 millones, equivalente a -25%, según datos de la Dirección General de Jubilaciones y Pensiones (DGJP) del Ministerio de Hacienda.
Según datos de la cartera fiscal, actualmente existen 230.823 aportantes activos de la Caja Fiscal y 68.713 jubilados. Del total de jubilados, 30.791 son docentes, 6.592 son policías y 5.276 son militares, quienes arrastran las pérdidas mensuales.
De acuerdo a un informe del Ministerio de Hacienda, en el periodo de 2016 a 2020, el déficit total de estos sectores fue de USD 965 millones, de los cuales USD 671 millones corresponden a las Fuerzas Públicas y USD 294 millones, al Magisterio Nacional.
Esta situación, que se agravó en los últimos años, obliga al Estado paraguayo a destinar cada vez mayores recursos para cubrir el creciente gasto de sectores cuyas contribuciones son insuficientes para solventar las jubilaciones y pensiones.
Hacienda dice que estos recursos han implicado un costo de oportunidad alto, ya que USD 671 millones provenientes de Recursos del Tesoro (impuestos) fueron utilizados para cubrir la brecha del gasto de las jubilaciones y pensiones de las Fuerzas Públicas.
Además, esta situación obliga a un análisis urgente de las condiciones actuales para el acceso a los beneficios de todos los sectores que componen la Caja Fiscal.
En la actualidad, el problema principal de la Caja Fiscal es la alta fragmentación del sistema que se refleja en la inequidad en cuanto a los diferentes requisitos de acceso a los beneficios, pese a que la tasa de aporte del 16% sobre el ingreso imponible es la misma para todos los cotizantes de la Caja Fiscal.
Así también, el salario base para el cálculo del haber jubilatorio es el promedio de la remuneración imponible de los últimos cinco años para los Programas Civiles; en cambio, para los No Civiles, el salario base para el haber de retiro se encuentra equiparado al sueldo del trabajador en actividad.
Esto quiere decir que los parámetros como la edad mínima de jubilación, los años de aporte y las tasas de sustitución son diferentes. En el caso de Magisterio Nacional y Fuerzas Públicas, no cuentan con el requisito de una edad mínima.
“La heterogeneidad en los parámetros vigentes impacta negativamente en la sostenibilidad financiera. Al cierre del 2020, el déficit global de la Caja Fiscal fue de USD 150 millones, de los cuales USD 15 millones corresponden al Programa Civil, financiado con los recursos excedentes de los sectores superavitarios (Administración Pública, Docentes Universitarios y Magistrados Judiciales); y USD 135 millones del Programa No Civil, financiado con impuestos generales”, detalla el informe de Hacienda.
Según las estimaciones del déficit de flujo proyectado para fines del presente año, el mismo cerraría en aproximadamente USD 184 millones. Para el 2029 se estima un déficit acumulado de aproximadamente USD 3.500 millones.
Desde hace varios meses, el Ministerio de Hacienda lleva adelante una revisión profunda de la Caja Fiscal con el objetivo de asegurar la equidad y la sostenibilidad de la misma, ya que el sistema previsional presenta retos en cuanto a la sustentabilidad actuarial y, en gran medida, la evolución demográfica plantea desafíos.