Por Juan Torres – Investigador
En la mayoría de los países existe una autoridad monetaria, la banca central, que controla la cantidad de dinero en circulación (la oferta monetaria) y el coste del dinero (el tipo de interés de referencia). Ambas son variables fundamentales sobre las que el banco central actúa con el fin de incidir en el ritmo de crecimiento de la economía y el nivel de precios. Cada banco central concede distinta importancia relativa a los objetivos de crecimiento económico y precios.
La mayoría de bancos centrales tienen metas generales, como cuidar la estabilidad económica. Entre los objetivos específicos más comunes se encuentran el logro de una inflación moderada y estable, un bajo nivel de desempleo, un rápido crecimiento económico, una estrecha coordinación con la política fiscal y un tipo de cambio estable.
Otros objetivos pueden estar basados en mantener una meta de inflación. Bajo esta óptica, el Banco Central desea mantener un nivel de inflación dentro de unos rangos que suelen ser bajos, pero positivos.
En la actualidad, los bancos centrales se han distanciado de muchos de estos objetivos, enfocándose en algunos pocos, preferentemente en el de garantizar una inflación moderada y estable en el tiempo, lo que se conoce como estabilidad monetaria, debido a que tratar de alcanzar diversos objetivos monetarios simultáneamente puede parecer una tarea forzosa y compleja.
La estabilidad monetaria, o estabilidad de precios, o dicho en términos similares, la obtención de inflación baja y estable en el tiempo, es una condición fundamental para posibilitar un crecimiento y desarrollo económico en un país.
En nuestro país, los objetivos del Banco Central del Paraguay (BCP) están establecidos expresamente en su ley orgánica que tiene vigencia desde 1995. Así, en el artículo 3.º la citada ley establece que “…son objetivos fundamentales del Banco Central del Paraguay velar por la estabilidad del valor de la moneda y promover la eficacia y estabilidad del sistema financiero”. La política monetaria está encaminada a lograr la estabilidad de precios.
Los bancos centrales cuentan con una serie de facultades para lograr sus objetivos, tales como la utilización de instrumentos de política monetaria, parámetros que pueden ser controlados por la autoridad monetaria. La utilización de estos instrumentos para implementar la política monetaria dará como resultado el conjunto coherente y apropiado de medidas para alcanzar los objetivos trazados.
Nos enfocaremos en describir algunos de los instrumentos monetarios más comunes con los que cuenta un Banco Central para la consecución de sus objetivos:
- Operaciones de Mercado Abierto: Las OMA son las compras o ventas de títulos valores, en su mayoría públicos, realizadas por los bancos centrales con los bancos privados, e incluso con la posibilidad de su ampliación en el mercado bursátil. La operativa de una OMA es la siguiente: si el Banco Central desea expandir la oferta monetaria, realiza compra de títulos valores y con ello, al inyectar dinero, expande la liquidez del mercado. Por el contrario, si la intención es reducir la cantidad de dinero, el Banco Central realiza operaciones de venta de títulos valores, lo que implica un retiro de dinero y una disminución de la liquidez del mercado, logrando así una contracción en la oferta monetaria.
- Préstamos a los bancos (Redescuentos): Bajo este instrumento descansa la política del banco central de financiar o refinanciar a las entidades de intermediación financiera. Este instrumento se aplica para el procedimiento de adelantar o anticipar el cobro de los intereses sobre una operación crediticia. Generalmente, se establece el importe a pagar en el futuro y sobre ello se calcula los intereses, que descontados dan el valor presente a entregar a quien asume el rol del deudor. Uno de los propósitos iniciales de este tipo de préstamos es el de cambiar o regular el volumen de créditos de la economía. El Banco Central puede tratar de incidir en el volumen de los préstamos de redescuento afectando el precio o tasa de interés que cobra por estos créditos.
Un incremento en la tasa de interés o de redescuento incrementa el costo del préstamo, lo que implica que los bancos van a reducir la demanda de estos créditos.
- Encaje Legal: Este instrumento se basa en la exigencia de los bancos centrales para que las entidades financieras mantengan, en aquellos, depósitos en una cuenta especial (encaje legal). Es definido como un porcentaje obligatorio que las entidades bancarias deben mantener en forma de depósito en el banco central, esto a su vez genera una serie de consecuencias que varían en función al sistema financiero y sus características, pudiendo impactar sobre la liquidez, derivada del multiplicador monetario y la expansión monetaria: si se establece un porcentaje de encaje legal bajo, esto, por seguro, generará mayor oferta monetaria en el mercado.
Uno de los objetivos iniciales de este mecanismo es que las entidades financieras dispongan de reservas líquidas a fin de afrontar eventuales problemas derivados de corridas bancarias. Este instrumento constituye una de las herramientas más efectivas con que dispone un Banco Central cuando desea influir sobre los niveles de oferta de dinero. Ello, debido a que el mismo ejerce un impacto instantáneo en las reservas disponibles del sistema bancario y, consecuentemente, en las posibilidades de expansión de dinero por la vía secundaria.
A través de estos instrumentos, la política monetaria ejerce una gran influencia en la economía, mediante la estimulación con políticas monetarias expansivas o de contracción. Esto último se da en caso de que la economía se encuentre atravesando un periodo inflacionario y en donde se necesita que el banco central controle este fenómeno, en pos de uno de sus objetivos más importantes, el de velar por la estabilidad monetaria.