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7 de mayo de 2024

La economía circular como instrumento para la recuperación económica y sostenible del Paraguay

Luego de la pandemia, la recuperación económica sigue siendo uno de los desafíos constantes a nivel mundial. En esta línea, el modelo de economía circular se ha posicionado como una estrategia eficiente, ya que permite ahorro, cuidado del medio ambiente e impacto económico.

Un estudio elaborado por la fundación Moisés Bertoni demuestra que Paraguay podría obtener un gran resultado económico y ambiental al incorporar un sistema de economía circular. Esto se basa en reciclar materia prima y fortalecer la industria.

Desde la pandemia, ha surgido mayor conciencia sobre las cuestiones ambientales en todo el mundo. Asimismo, al plantear mejoras en la sustentabilidad de los recursos, la economía circular cobró mayor relevancia en lo que respecta al planteamiento de modelos y soluciones que consideran un uso más eficiente de los recursos.

La fundación Moises Bertoni manifiesta que esta conciencia se está traduciendo en una mayor cantidad de gobiernos que comienzan a alinearse con la agenda de carbono neutral y, en otros casos, países que han decidido acelerarla. Paraguay no queda ajeno a este proceso, pues también se encamina con fuerza hacia estos objetivos.

Esta concientización también afectó las decisiones que han tomado las personas respecto a sus hábitos de consumo, como también a las empresas en la manera de hacer frente al trabajo y los negocios. 

En este contexto, especialistas económicos sostienen que, en lo que respecta a este modelo económico, Paraguay podría mitigar el impacto que recibe como importador de materia prima al implementar un modelo de economía circular. Sin embargo, para esto la iniciativa debe contar con la participación del sector público y privado. 

De igual manera, se plantea que el potencial de crecimiento económico que podría tener el Paraguay consiste en la industrialización para el procesamiento de materias primas recicladas. Un estudio refiere que los residuos o insumos domésticos representan un valor de USD 120 millones, entre plásticos, aceros y cartón. 

Yan Speranza, director ejecutivo de la fundación Moises Bertoni, comentó que la economía circular puede generar un cambio económico, social y ambiental. Sin embargo, es necesario tener la información necesaria para implementar políticas públicas. 

En este sentido, citó un ejemplo de que hace 25 años existían empresas del rubro frigorífico que carecían de información sobre el tratamiento de sus residuos,  en este caso, la sangre de los animales, la cual terminaba desembarcando en los cauces hídricos, causaba contaminación y un impacto en la calidad de vida de las personas residentes de la zona. 

Sin embargo, esta empresa en particular decidió emplear un sistema que le permitiera tratar este residuo como un elemento más de producción para la creación de nuevos productos, generando impacto económico para la firma, ahorro y mayor cuidado del medio ambiente. 

“Por eso estamos haciendo esto. Queremos generar impacto económico, cuidado del ambiente y dejar de ser importadores netos de materia prima”, subrayó Speranza, en el acto de presentación de este estudio que se realizó a nivel nacional, el primero de su tipo en Paraguay y segundo en Latinoamérica.

Mauricio Solalinde y Yan Speranza, en la presentación del informe sobre el potencial de la economía circular en Paraguay.

Contó con 19 corrientes de materiales a nivel país de los sectores industriales en bases y construcción y realizamos los balances tanto físico, financiero, de ambiental, para entender cuál es la oportunidad de circularidad de esos materiales, teniendo en cuenta información de más de 200 industrias paraguayas para poder entender cuáles son los materiales importados extraídos, entender esa intensidad de carbono, su potencial revalorización y entender hoy en día su línea base de de comercialización.

“Apuntamos a que sirva para poder justificar la inversión en el sector privado, en lo que es economía circular, ya sea modelos remanufacturar, reutilización, reciclaje, etc. Como también para poder sustentar políticas públicas que permitan fomentar esta transición a nivel de desarrollo productivo”, argumentó por su parte Mauricio Solalinde, gerente de Economía Circular de la Fundación Moisés Bertoni.

El experto indicó que es importante entender que el Paraguay es un gran importador de materia prima, especialmente para la producción industrial.

“Para tener una idea, el 56% de toda esa materia prima fue virgen y el 8% luego ya fue importado pero de origen secundario, es decir, hoy tenemos un volumen de importación de residuos nada más de USD 10 millones. Hoy, toda la economía de la cadena de reciclaje está moviendo cerca de USD 121 millones en valor económico sobre los materiales que se mueve”, precisó. 

“Los plásticos, el acero, el cartón, todo eso representa USD 120 millones para la economía informal”, detalló Solalinde. 

Asimismo, indicó que también el ciudadano puede contribuir con la separación en origen, un tacho reciclable, un tacho de basura al que se puede acceder a través del programa Mi Barrio Sin Residuos, una iniciativa también de la Fundación, para conocer cuáles son esos materiales reciclables a partir de los cuales se pueden adoptar fácilmente hábitos para poder separar en origen. 

“Lo que hoy en día representa USD 121 millones  para la cadena puede representar más porque estamos hablando de 2.500 medianas y pequeñas empresas que dependen de este ingreso, como también 100.000 personas”, aseveró el gerente de Economía Circular. 

“A partir de estos datos se puede comprender que en un modelo de producción lineal existen riesgos económicos tanto a nivel microeconómico como macroeconómico, pero especialmente a nivel macroeconómico, donde los flujos físicos tienden a convertirse en residuos más rápido de lo que son sustituidos por nuevos productos, generando impactos medioambientales y costes significativos con la eliminación al final de la vida útil; así como la identificación de oportunidades para la economía del país en torno a la economía circular”, agregó el experto.

Generación de políticas públicas

La Fundación Bertoni se constituye así en grupo impulsor de la economía circular, junto al Ministerio de Industria y Comercio (MIC) y el Ministerio del Ambiente (Mades), y ya se encuentran trabajando en una hoja de ruta para el sector de envases.

“Estamos promoviendo el registro del sistema de aprobación para la exportación de los metales que se están fugando y que hay duda de si son metales. Por otro lado, ya estamos trabajando también en una agenda con el Congreso y con la cadena para poder impulsar leyes de responsabilidad extendida y de obligatoriedad del uso de materia prima en base a secundarios y de construcción, específicamente”, puntualizó Solalinde. 

En la elaboración del estudio participó MF Economía S.A y Kolibri, cofinanciado por Fundación Moisés Bertoni y el Laboratorio de Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID Lab). 

Aplicación para la construcción de políticas

Desde el ángulo de políticas públicas, este desarrollo de la economía circular tiene una fuerte dominancia del sector privado, porque lo que hasta ahora se desarrolló en materia de economía circular se da por una ausencia del Estado en esta materia y una necesidad de incremento de competitividad para la industria.

Por ello, Solalinde sostuvo que la agenda de transición a una economía circular en Paraguay la marca el sector privado. 

“Esperemos que el próximo gobierno, cuando se presenten los nuevos entes,  los nuevos planes, podamos tener cabida en materia de financiamiento y acompañamiento en materia de regulación para poder avanzar hacia una transición mucho más acelerada”, finalizó. 

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