Desde hace unos meses, el mercado financiero viene dando señales de que la coyuntura es apta para un recorte de tasas de interés debido a que los riesgos han disminuido considerablemente durante este año, con la muestra de una inflación que viene siendo apaciguada.
Para agosto, ya se observa que el límite de tasas para tarjetas de crédito registró una reducción mensual de 0,54 puntos porcentuales, mientras que la tasa a partir de la cual se consideran intereses usurarios desciende en el comparativo interanual y mensual.
La tasa usuraria se redujo a 30,21% para los créditos en guaraníes, desde el nivel de 30,52% que se fijó para julio, así como frente al 30,72% que rigió en agosto del 2022, según las disposiciones compartidas por el Banco Central del Paraguay (BCP).
Un informe elaborado por la consultora económica Mentu destaca que las tasas límite que regirán durante el mes de agosto del corriente año bajaron tanto para tarjetas de crédito como para préstamos en moneda nacional y extranjera.
En efecto, la tasa máxima para las tarjetas de crédito en moneda local quedó fijada en 18,16%; menor a la de julio (18,73%), pero todavía en 0,71 puntos porcentuales (p.p.) por encima del límite de agosto 2022 (17,45%). Para moneda extranjera, la tasa límite fijada es de 9,55%. “Pese a la reducción mensual, las tasas límites fijadas están entre las más altas de las que se tiene registro”, acota la firma.
En moneda extranjera, los límites de intereses para préstamos bajaron de 11,79% en agosto del 2022 y 11,50% en julio del 2023, al nivel de 11,20% que rige para el octavo mes del presente año.
Asimismo, desde Mentu consideran que con la moderación de la inflación y el cese de los ajustes al alza de la tasa de política monetaria, las variaciones de las tasas activas del sistema podrían ir moderando hacia finales del 2023.
Sobre este punto, el analista financiero Stan Canvoa manifestó a MarketData que efectivamente se observa una tendencia a la baja en las tasas de interés activas, pero que particularmente en lo que hace al negocio de las tarjetas podrían estar relacionadas además con una estrategia por parte de los bancos para dinamizar este instrumento.
“Cuando se baja la tasa activa, muchas veces lo que se busca es aumentar el tráfico de personas que usan las tarjetas y llegar a alcanzar el dinamismo que se tuvo hace unos 10 años atrás, cuando había muchos descuentos, ahora estamos viendo eso e incluso en cashback (reintegro)”, expresó.
El universo de tarjetas de crédito se ha incrementado en comparación con un año atrás, ya que a mayo existen 953.489 plásticos activos en el sistema, lo que indica un crecimiento del 10%, según registros del BCP.
Con relación a la tasa de política monetaria, Canova afirma que es momento de que el BCP ya comience a reducir la tasa, tal como lo vienen haciendo algunos países de la región como Uruguay o Chile, a pesar de que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) aún no lo haga.
“Creo que ahora es el momento, entendemos que habían subido para taclear a la inflación que se había dado a causa de los efectos del petróleo, pero eso está bajando ahora”, argumentó el analista financiero.
Por su parte, Mauro Corvalan, gerente de banca privada del Banco Solar, afirmó en entrevista con MarketData que la reducción de tasas para las tarjetas de crédito está vinculada como una serie de factores que los bancos tienen en cuenta.
En primer lugar, citó al buen dinamismo que tuvieron los depósitos, los cuales generaron que los bancos registren una abundancia en cuanto a la liquidez, en línea con una inflación que mostró señales de una normalización. A raíz de esto, los bancos retroceden en cuanto a los intereses de la tasa pasiva.
“Cuando la tasa pasiva desciende, por consiguiente, esto arrastra hacia abajo a las tasas de interés para las tarjetas de crédito”, explicó.
Asimismo, el gerente del banco Solar detalló que en la ley que se implementó en el año 2015, se estableció que el límite máximo para tarjetas no debe sobrepasar tres veces el promedio de las tasas pasivas, es decir, se debe multiplicar por tres la tasa pasiva y se obtiene el límite.
Asimismo, Corvalán sostuvo que el mercado ya espera que el BCP empiece a recortar sus tasas debido a que las condiciones macroeconómicas son favorables, específicamente con el retroceso de la inflación y las expectativas de los agentes económicos.
“Creemos que eso va a ayudar mucho a incentivar el consumo, la inversión y el crédito a la vivienda, que es súper importante para nuestro país”, expresó Corvalán.
Más allá de las tasas de tarjetas de crédito y de la tasa usuraria, en los últimos cuatro meses se observó oscilaciones en las tasas activas del sistema financiero en moneda nacional, con una tendencia a la baja. Esto, según especialistas del BCP, estaría vinculado con que las entidades observan menores riesgos y se refleja en las tasas tanto para préstamos como para depósitos.
Al tener en cuenta el nivel de tasas con que iniciaba el 2023, los datos del informe de Indicadores Financieros muestran que la tasa activa en guaraníes era de 16,22% enero; en el segundo mes del año bajó a 15,60%; en marzo se ubicó en 15,7%; ya en el mes de abril descendió a 15,27% y a mayo se ubica en 15,5%.
Al tener en cuenta los productos que se subdividen de las tasas activas, pueden observarse reducciones como en los préstamos de consumo, que iniciaron el año en 23,71% y llegaron a un mínimo de 21,9% en febrero, para luego volver hasta 22,7% en mayo.
Por su lado, la tasa pasiva del sistema se ubica en 5,26%, y los demás productos que se subdividen de este promedio, como los CDA, muestran una tasa de 9,3% y los depósitos a la vista están en 0,6%.
Sobre estas oscilaciones, durante la conferencia de prensa de Indicadores Financieros, Pablo Alonso, director de Análisis e Investigación Macroeconómica del BCP, había afirmado que la variación mensual de la tasa activa aún es mínima o marginal.
En cuanto a las comparaciones mensuales, explicó que puede haber oscilaciones que ya se dieron durante los primeros meses de este año, las cuales pueden reflejarse en resultados a la baja así como al alza. Esto, teniendo en cuenta que la banca matriz ya no realizó ajustes en la tasa de referencia, que sigue en 8,5% desde septiembre del año pasado.
Alonso había explicado también que las reducciones en los indicadores para el ahorro estarían fundamentados en la percepción de menores riesgos por parte de las entidades bancarias, sobre la expectativa de la inflación al cabo de 12 meses.
En este sentido, argumentó que los bancos tienen en cuenta la perspectiva de riesgo de la inflación a la hora de fijar una tasa de interés nominal y otorgar nuevos préstamos.
“Con los resultados de la inflación que el BCP ha publicado, los bancos observan menores riesgos, lo que acompaña el nivel de tasas de interés para los productos del ahorro. Esto está en línea con la convergencia de la inflación y eso influye en la determinación de la tasa de interés nominal, que va acorde con la expectativa y percepción de la inflación, eso está detrás de esta reducción de tasas de interés pasiva”, expresó el funcionario, en conferencia de prensa.
En este contexto, los bancos señalan que el mercado se encuentra esperando un recorte de tasas, puesto que en la encuesta de Expectativas de Variables Económicas (EVE), los agentes económicos ya aguardan uns reducción para el mes de agosto, de 0,25%.
Además de eso, el informe de Situación General del Crédito elaborado por el BCP reportó que entre las acciones para incrementar la financiación, las entidades financieras respondieron en un 10,9% que era necesario reducir la tasa de interés activa.
En comunicación con MarketData, el director del banco Continental, Rodrigo Ortiz, manifestó que, en general, el mercado se está preparando para un escenario con menores tasas de interés.
Sin embargo, afirmó que entienden que la autoridad monetaria aún visualiza ciertos indicadores con tendencia inflacionaria y algunos riesgos en el entorno internacional que podrían llegar a incidir en el cumplimiento de la meta, por ello, resaltó que en este sentido, el dato de inflación del mes de julio será muy importante en esta evaluación.
Explicó que las reducciones de algunos segmentos crediticios y de tarjetas de crédito se explican principalmente por el anclaje de expectativas de los agentes económicos que ya vienen anticipando una reducción de tasas desde hace unos meses.
“Esta situación se observa en la curva de instrumentos de regulación monetaria, y de esta manera también en las tasas de créditos y depósitos del sistema financiero”, argumentó Ortiz.
Oscar Diesel, titular de banco Río, había explicado en una reciente entrevista con MarketData que la reducción de tasas que se veía en el mercado correspondía a la reducción de los riesgos macroeconómicos.
“En el sistema, con las tasas actuales, ya hubo una reducción natural en función al riesgo. Recordemos que la tasa de interés refleja el riesgo y la disponibilidad de liquidez”, precisó.
Desde Itaú también comentan que, tras la decisión del BCP de mantener la tasa por décimo mes consecutivo, la guía prospectiva incluida en el comunicado de prensa sugiere que el inicio del ciclo de relajación dependerá de los datos.
“El Banco Central reconoció que la inflación ha mantenido una trayectoria descendente desde la última reunión. Si bien el comunicado vuelve a mencionar que la convergencia a la meta de inflación está sujeta a riesgos potenciales, principalmente del escenario internacional, el BCP señaló que se han moderado en el margen”, explica la entidad, en su informe “Escenario Macro”.
En el comunicado de política monetaria publicado recientemente puede observarse que la decisión de mantener la tasa de política monetaria en 8,5% esta vez no ha sido unánime, tal como venía siendo en las anteriores reuniones. En esta oportunidad, señalaron que fue “por mayoría”, lo cual quiere decir que parte del Directorio ya pretende realizar reducciones en la tasa de referencia.
En este contexto, Itaú calcula que la tasa de política real ex ante se mantuvo sin cambios en 4,5% en julio (usando las expectativas para el horizonte de política monetaria), en comparación con un rango neutral de tasa real de 0,9% – 1,4%. Esto significa que la tasa de política monetaria se mantiene en un rango contractivo, pues supera en 4,5 puntos porcentuales a la proyección de 4% de inflación que el mercado contempla para los próximos 18 a 24 meses.