ANÁLISIS
Uno de los principales desafíos de la vida adulta consiste en organizar nuestras finanzas y definir la manera en que cubriremos las necesidades como alimentación, vestimenta, transporte, educación y entretenimiento.
Cuanto mejor cumplimos con lo planificado en cada uno de estos gastos, más se considera que estamos llevando un manejo sostenible de nuestros ingresos y cuando no logramos ceñirnos a los márgenes que habíamos contemplado, significa que debemos realizar algunos ajustes.
Estos son los componentes del comportamiento financiero de los hogares que el Banco Central del Paraguay (BCP) analiza a través de la Calculadora de Presupuesto Familiar, un instrumento que se pone a disposición de la ciudadanía para comprender si se está cumpliendo o no con la planificación financiera que efectuamos según nuestros ingresos.
Esta herramienta arrojó como resultado que las familias paraguayas gastan mejor en las categorías de servicios básicos, alimentación, alquiler o hipoteca, entretenimiento y gastos de transporte. Mientras tanto, los comportamientos menos favorables se observaron en comidas fuera de la casa, educación y otros gastos.
La irrupción de la pandemia de COVID-19 y el consecuente deterioro de los ingresos, la exploración de opciones alternativas de transporte y entretenimiento, y los cambios en la disponibilidad de servicios figuran entre las causas de un mayor o menor cumplimiento de la planificación de los gastos familiares. A continuación, desarrollaremos cada uno de estos puntos.
El confinamiento y el cambio de hábitos
Cuando en marzo del 2020 se declaraba la pandemia de COVID-19, el mundo entero ingresaba a un periodo de confinamiento para frenar la propagación del virus. Se buscaba así permitir a los sistemas de salud prepararse para responder a la demanda que recibirían por esta enfermedad, en ese momento aún ampliamente desconocida.
Con esta interrupción de lo que hasta entonces se consideraba la vida cotidiana, las familias se vieron obligadas a permanecer en sus hogares y los efectos se hicieron sentir en gastos como transporte y entretenimiento.
En este contexto, la Calculadora de Presupuesto Familiar del BCP revela que el mejor comportamiento se dio en la categoría de transporte, ya que el el 84% de los que analizaron sus gastos tuvo resultado “semáforo verde” en cuanto a la sostenibilidad de la forma en que sostienen esta categoría.
Por su parte, en el rubro de entretenimiento se alcanzó un resultado de 83% de personas que efectúan un gasto razonable.
Paola Giménez, jefa de Educación Financiera del departamento de Inclusión Financiera del BCP, explica al respecto que al analizar la experiencia de la pandemia, las nuevas formas de relacionamiento laboral a través del teletrabajo y restricciones como el cierre de cines y bares construyen un escenario que provocó la disminución de gastos en los ítems mencionados.
Adicionalmente, califica como “muy positivo” -aunque absteniéndose de juzgar el servicio- al aumento de la utilización de otras alternativas de transporte y entretenimiento. Considera que estas nuevas prácticas “no solo ayudan al presupuesto, sino al medioambiente y a la salud, como el incremento de la utilización de bicicletas y monopatines eléctricos en el país”.
La caída de ingresos y el efecto en la educación
Los gastos en educación y pago de deudas, sin embargo, aparecen entre los que recibieron “luz roja” en cuanto al porcentaje de recursos que se destina a ese fin, con un 46% de familias que dijo gastar más de lo conveniente en estos rubros. Giménez menciona en este caso las dificultades que impuso la pandemia para el compromiso de obligaciones adquiridas previamente.
Coloca en esta situación principalmente a aquellas personas que vieron disminuir drásticamente sus ingresos o inclusive perderlos “habiendo asumido ya compromisos como el pago de cuotas de colegio de los hijos o alguna otra actividad de capacitación que hayan estado realizando ellos mismos. Por tanto, es difícil solucionar el descalce en el corto plazo”.
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A partir de esta experiencia, insta a que quede como lección aprendida la importancia de incorporar la cultura del ahorro: separar una cantidad de dinero para enfrentar este tipo de eventualidades.
El “semáforo rojo” también se encendió en un 46% para la categoría de otros gastos, donde se incluye a aquellos que no se encuentran dentro de los demás Ítems de la calculadora presupuestaria o aquel gasto que la persona quiera enfocar individualmente en ese registro, como por ejemplo la compra del gas, la reparación del auto, el foco de la moto, etc., según detalla Giménez.
Comer fuera de casa… ¿buena o mala idea?
El último ítem en que se obtuvo un resultado poco alentador fue la comida fuera de casa, con un 43% de resultados en “semáforo rojo” arrojado por la Calculadora de Presupuesto Familiar del BCP.
La experta en Educación Financiera insta a analizar detenidamente los elementos que nos dificultan solventar esta actividad, ya que las condiciones laborales actuales -de retorno al trabajo presencial, principalmente- conllevan una exigencia particular para elaborar alimentos dentro del hogar. Considera entonces que se debe tener en cuenta al costo de oportunidad.
“Observando las opciones que se ofrecen dentro de este servicio, es para todo tipo de elección la que encontramos hoy, por lo que es considerada una alternativa positiva y en algunos casos hasta es más ventajosa, porque cocinar en la casa para una o pocas personas muchas veces resulta hasta más costoso que comprar fuera. Esto indica que se continuará registrando esta actividad, atendiendo justamente al entorno y situaciones que se mencionó”, relata Paola Giménez.
¿Dónde más estamos gastando bien?
Otras categorías analizadas por el BCP en su Calculadora de Presupuesto Familiar son los servicios básicos, alimentación y supermercado, y alquiler o hipoteca. En todos ellos se lograron resultados de “semáforo verde”, con incidencias de gasto sostenible en 79%, 71% y 73%, respectivamente.
En torno a estos resultados, Giménez explica que el semáforo en rojo no necesariamente conduce a indicar la falta de sostenibilidad en las finanzas, dado que la persona establece objetivos que los lleva a organizarse de determinado modo.
“Si gasto más por ejemplo en educación, es porque podría estar haciendo una maestría. La educación financiera me enseña que puedo generar más ingresos o me llevará a ajustar otros rubros que arrojan semáforo verde y con esto puedo compensar el gasto que estoy realizando: si lo miramos más allá de la estructura contable de ingresos y gastos del presupuesto, en realidad es una inversión muy positiva”, ejemplifica.
“La lectura de un comportamiento satisfactorio o no en determinado ítem de gasto debe basarse considerando el conjunto y el contexto en general en el que se desarrollan las finanzas de la persona. Lo importante es focalizar lo que genera el descalce y ver opciones que pueden llevar a generar nuevos ingresos, ajustar otros gastos para compensar aquel que se considera de mayor importancia porque, como sabemos, el presupuesto lo manejan las personas y la escala de valoración es diferente para todos”, agrega.
La respuesta a la suba de precios
Ante la actual coyuntura de intensa suba de la inflación, nos permitimos consultar a Paola Giménez la forma en que deberíamos responder los consumidores a este tipo de periodos de encarecimiento de la canasta básica.
La experta sostiene que en estos casos hay que buscar opciones alternativas a fin de enviar al mercado el mensaje de que la demanda cambia cuando se incrementan los precios.
Para el efecto, recuerda que la Secretaría de Defensa al Consumidor Sedeco (Sedeco) pone a disposición de la ciudadanía un comparativo de precios de productos por casa comercial, al que destaca como una fuente “muy importante” de información.
“Así, las personas pueden realizar un comparativo y optar por aquel que sea más beneficioso, o conocer hasta qué punto están pagando más o menos por determinado bien en comparación a su casa comercial”, explica.
Sedeco también pone a disposición una lista de productos denominada “Mi Lista Mba’e ajoguata – Mi lista de compras”, a fin de que los ciudadanos puedan planificar sus compras para gastar en aquello que realmente sea necesario para el hogar.
Dejamos ambos enlaces: http://www.sedeco.gov.py/index.php/lista-de-compras. Ingresar donde indique ver cuadro comparativo: http://www.sedeco.gov.py/index.php/noticias/sedeco-realizo-monitoreo-semanal-de-productos-de-la-canasta-basica-familiar-80
Otro hábito importante consiste en ahorrar en los denominados “gastos invisibles”. Esto se logra con sencillas prácticas cotidianas como apagar las luces que no usamos, cerrar las llaves del grifo mientras nos cepillamos, racionalizar el uso de electrodomésticos de mucho consumo como la plancha, no abrir y cerrar la heladera constantemente, ayudar a la generación de ingresos de nuestros compatriotas separando la basura en reciclable y no reciclable. “Son pequeñas cosas que cuidan las finanzas y nuestro mundo”, recalca Giménez.
“El manejo de las finanzas debe conducir a generar bienestar, por lo que si a la persona le brinda mayor satisfacción por ejemplo comer fuera del hogar, eso no es negativo, siempre y cuando pueda lidiar con todos los demás gastos”, concluye la experta del BCP.