Hace unas semanas, nuestro país concretaba la firma de la “Alianza Público Privada (APP) de Finanzas Sostenibles del Paraguay”, con lo que se inicia el camino hacia un trabajo en conjunto de los sectores público y privado hacia el desarrollo sostenible.
En este contexto, Lucy Aquino, directora para Paraguay de la WWF -iniciativa de las Naciones Unidas-, apuntó la importancia de sumar a todas las partes involucradas en este tipo de procesos. Se refirió a los grupos nativos, las cooperativas y los pequeños productores como “la primera línea” para la conservación de los recursos naturales, quienes considera que deben trabajar en conjunto con las grandes empresas y los bancos, por este objetivo.
Afirmó que el trabajo técnico del ambientalismo no tiene ningún futuro si no se combina con los sectores y personas que se relacionan con el día a día de la producción, que deberá ser cada vez más sostenible como única posibilidad de poder avanzar en un mercado que se torna más y más exigente.
En esta entrevista con MarketData, también comentó los trabajos que se encuentran realizando en nuestro país desde la WWF, en los que se involucra actualmente a los municipios. Citó a las tareas relacionadas con la nueva ruta Bioceánica, por el impacto ambiental que tiene esta obra de infraestructura, el cual advierte que debe ser atendido con la seriedad que requiere el caso.
– ¿Cómo ven desde WWF el avance del desarrollo sostenible en Paraguay y qué se está haciendo en ese sentido?
Se están haciendo muchas cosas y estamos trabajando en diversos niveles de alianza. Desde el 2015 estamos desarrollando una alianza con diversos sectores del ámbito público y privado, incluyendo al sector financiero, que se llama Alianza para el Desarrollo Sostenible, que fue generada en un proyecto que se denomina conservación de los bosques y la agricultura, que es financiado por la USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional).
Tenemos varias otras iniciativas en diferentes zonas del Paraguay, como por ejemplo en el Pantanal para la conservación de la biodiversidad, tenemos también en puerta el apoyo al MADES (Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible) para la conservación de las áreas silvestres protegidas.
Estamos trabajando con comunidades y grupos indígenas para fidelizar sus voces, queremos que ellos se sientan parte del desarrollo del Paraguay. Para nosotros es muy importante que no solamente el sector productivo o el sector financiero sean parte del progreso del país, sino que haya una inclusión de todos, especialmente de aquellas comunidades que hemos vulnerado y cuya situación es agravada por el cambio climático.
Vemos todavía gran desigualdad y falta de equidad en Paraguay, y estamos trabajando con las comunidades locales y los grupos indígenas.
– En este contexto, ¿qué importancia tiene la APP que se está iniciando?
La producción depende de los mercados y si el mercado comienza a exigir una trazabilidad en los proyectos de producción, eso va a ser muy importante. ¿Quiénes son los que apoyan al sector productivo?, son los bancos. Tenemos memorándums de entendimiento firmados con diferentes sectores de la banca en el ámbito público y privado.
También ahora estamos comenzando a trabajar con las cooperativas que, si bien todavía no están integradas al 100% en la APP, están entrando de a poco. Antes eran solamente bancos, ahora están también las financieras y van a ir ingresando también las cooperativas.
El cooperativismo es realmente el motor del país, en Paraguay hoy tenemos 829 cooperativas que mueven no solamente a empresas grandes, sino que también a las personas, generando un trabajo de inclusión financiera importante. Para nosotros son elementos de la sostenibilidad, porque si nosotros los ambientalistas trabajamos solos, no vamos a lograr nada.
Tenemos que trabajar con la producción, con pequeños productores, también con los grupos indígenas, que son la primera línea de batalla de conservación de los recursos naturales; y después por supuesto la banca, que financia y da los préstamos que necesitan para poder producir.
Esto que se está haciendo ahora es sumamente importante. Si los entes financieros no están metidos, trabajamos sin rumbo.
– Entonces es importante sumar al proceso del desarrollo sostenible no solo a los bancos y financieras, sino también a las cooperativas, comunidades indígenas y pequeños productores…
Sí, y de hecho los entes financieros internacionales como el IFC (International Finance Corporation) y el KFW de Alemania, bancos grandes de países desarrollados, nos están ayudando.
En los países desarrollados lo que requieren es una trazabilidad mejor, finanzas sostenibles que alcancen a todos, los bonos verdes, y este tipo de cosas. En esta APP estamos todas las piezas de la producción y la conservación.
Es un desastre lo que está ocurriendo en el mundo con la biodiversidad, pero si nos unimos todos, es la única forma. Cuando nos unimos el sector del mercado, la producción, el sector de la agricultura, ganadería, gobierno, entes financieros, entonces lo que se da es el mensaje de que el trabajo va en serio.
– ¿Cómo acompaña WWF a este proceso en particular?
Nosotros tenemos un departamento en el que trabajamos con comunidades y productores para enfocar mejores prácticas agropecuarias. No estamos aquí para decirles que tienen que parar la producción, sino que hay formas de mejorar los procesos y que se puede conseguir más con menos. Acá lo que se pensaba al principio es que al deforestar todo el Paraguay y criando ganado, nos vamos a enriquecer, eso es mentira porque al final uno se queda sin nada, si se trabaja sin miras al desarrollo sostenible.
Apoyamos a los productores con científicos que conocen la ciencia del suelo y manuales de buenas prácticas, y también con especialistas en cambio climático para que estén orientados para adaptarse. Esta adaptación es fundamental para los productores, para poder conservar los bosques y determinadas áreas. Los mismos menonitas están dejando más árboles que antes, y las vacas se desarrollan mucho mejor.
– Hay una variable importante en todo esto que es la rentabilidad, porque finalmente son empresas privadas, que es eso lo que persiguen…
Exactamente, nosotros trabajamos con las cooperativas del Chaco, con las municipalidades también. Estamos apoyando a cuatro municipalidades para hacer su ordenamiento territorial y eso es muy importante porque la gente va echando nomás los árboles sin atender cómo es el suelo, el clima, y qué es lo que ese suelo puede dar y qué es lo que no, porque hay que tener en cuenta que la deforestación tiene sus costos propios, y hay que saber para qué se puede usar el área en donde se bajan los árboles.
Si se trata de un área muy importante para la biodiversidad, eso no se puede tocar y eso es lo que estamos haciendo también. Por eso, este tipo de trabajo es importante, y nosotros presentamos este plan de ordenamiento de territorio en todos los niveles, tanto al gobierno, y mostramos cómo se puede hacer porque varios científicos apuntan que todo esto va a desaparecer si no hacemos una planificación. Estamos trabajando con los municipios de Bahía Negra, Filadelfia, Carmelo Peralta y Puerto Casado. Carmelo Peralta es un punto importante porque por ahí va a pasar la ruta bioceánica y eso va a generar mucho impacto.