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21 de noviembre de 2024

“Están dadas las condiciones para que el mercado pueda aprovechar una baja de tasas”

Aunque actualmente el Banco Central del Paraguay mantiene su tasa de referencia, la inflación en el país ha comenzado a moderarse, según las estadísticas oficiales y se podría pensar en una flexibilización de la política monetaria para los próximos meses.

Oscar Lovera, nuevo gerente general de la AFD, considera que el mercado local se encuentra en condiciones y tiene la capacidad de tomar provecho de un baja de tasas para generar una nueva dinámica en la economía del país.

Con pasado en el BNF, Lovera es un referente de la banca pública y destacó que el escenario macroeconómico ha permanecido previsible y solo se ha visto afectado por efectos exógenos a nivel nacional e internacional, lo que explica la falta de crecimiento conforme a la potencialidad.

Actualmente, la economía paraguaya sigue estando atada a una política monetaria estricta por parte del Banco Central, con una tasa de referencia del 8,5%. Sin embargo, con el inicio de la moderación de la inflación, medida por el IPC, se podría esperar para los próximos meses un inicio de flexibilización en la política de la banca matriz y en consecuencia, un menor nivel de tasas en el mercado de créditos. 

Oscar Lovera, quien recientemente asumió el cargo de gerente general de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), conversó con MarketData y consideró que el mercado paraguayo se encuentra en condiciones de aprovechar esta eventual baja de las tasas de interés. Con el crédito más barato, la economía tendría un nuevo impulso y una nueva dinámica según consideró Lovera. 

Así también, apuntó que los fundamentos de la macroeconomía paraguaya no han sido afectados por el contexto de los últimos años, y son factores exógenos los que han hecho que el crecimiento potencial no se pueda cumplir. Sin embargo, opinó que en adelante se podrá retornar a las metas tanto en lo fiscal como en lo monetario. 

Por otro lado, hizo referencia a los proyectos relacionados a la sostenibilidad del medioambiente y brindó su visión sobre cómo avanza este tema en el Paraguay y cuáles son las oportunidades que se generan como consecuencia de esta tendencia en el mundo. Puntualmente, habló de la millonaria inversión de Paracel en el norte del país, con lo que se generan chances de negocio en la reforestación de eucalipto, para lo cual se requieren plazos largos en los créditos, trabajo en que la AFD se enfoca en facilitar. 

Usted llega desde el BNF, ahora trabajando en la AFD podemos decir que es un hombre de la banca pública, ¿Cómo fue su experiencia allá y qué espera hacer en este nuevo cargo?

Yo estuve cinco años en el BNF, los últimos cuatro como miembro del directorio y es importante entender cómo se mueve la banca, así como las necesidades que tienen los clientes finales. La banca de primer piso no solo tiene el trabajo de los créditos sino también debe captar recursos suficientes, y en ese contexto el BNF se fue expandiendo. El desarrollo del BNF  en los últimos años ha sido significativo tanto en depósitos como en la cartera de créditos. 

Hoy el BNF puede ser visto incluso como un banco corporativo. En cartera de créditos el BNF hoy es el sexto banco, pero hace unos 7 años ocupaba el lugar trece. Pero en la AFD la tarea es diferente, es una política pública que persigue el financiamiento de largo plazo, no solo para vivienda, aunque este es el traje que tiene hoy en día la institución. 

Pero también buscamos financiar proyectos productivos que no serían factibles sin el calce suficiente en los plazos. La AFD está estructurando productos para orientar al mercado productivo. Los clientes nuestros son los bancos, financieras y cooperativas y a través de ellos llegamos a los clientes finales. 

¿En qué orden se encuentran los plazos que la AFD está facilitando actualmente? 

La AFD tiene varios productos, algunos van hasta diez años, otros hasta doce, dependiendo del periodo de maduración. Por ejemplo, los proyectos forestales pueden tener plazos más largos. Todo depende del destino de los recursos. 

La financiación de proyectos que tienen en cuenta el medioambiente se han convertido en un negocio en la actualidad, ¿cómo ve esto en el Paraguay y cómo puede ayudar la AFD en este contexto?

De hecho hay un proyecto emblemático que se está desarrollando en el país que es Paracel. Hoy nosotros como entidad de segundo piso estamos hablando con las de primer piso estamos hablando sobre proyectos que permitan la plantación de árboles que requiere esta industria. Su materia prima va a ser el eucalipto, y hay un proceso de renovación. 

Cuando se pretende hacer sustentable un proyecto de esta envergadura, estamos hablando de más de USD 3000 millones, el proceso ambiental y de insumos suficiente para asegurar que esa industria sea sustentable en el tiempo, tiene que estar calzado también. 

Paracel se financia con recursos propios, pero se abre una oportunidad demasiado importante para otros ciudadanos que no son miembros de la empresa pero que tienen disponibilidad de tierra alrededor y que pueden ser proveedores de estos productos, en este caso el eucalipto. 

¿Hay bancos interesados en trabajar con estos productos? 

Sí, estamos hablando con todos ellos. Hay potencial y por eso están interesados, esto significa que hay una posible rentabilidad, al margen de la cuestión medioambiental. Nuestro objetivo como AFD no es la rentabilidad pero no podemos perder tampoco. Pero hay una perspectiva de que el negocio de la reforestación sea rentable con la industria Paracel por una cuestión de valor agregado, ya que es más caro en el mercado internacional. 

Ahí tenemos varios interesados con los que estamos discutiendo este proceso de financiamiento, porque a diferencia de otros proyectos, las ventas no se realizan a los seis meses o un año, sino que hay un proceso de tiempo importante donde hablamos incluso de esperar siete años para la cosecha. 

La ventaja ofrece la AFD para este tipo de emprendimientos es que el periodo de gracia es total, o sea para capital e intereses que se pagan al final del proyecto. O sea, no se generan compromisos financieros mientras va madurando el proyecto, el apalancamiento es total. 

¿Cómo ven la captación de recursos desde la AFD para este ámbito?

Hoy en día, el mercado financiero internacional que orienta recursos a lo que es el sistema medioambiental, tiene recursos mucho más baratos que otras líneas, pero tiene muchas más exigencias que líneas de fondeos de consumo y otros. Esto tiene que ver con aplicación de normativas y seguimiento para justificar que esos recursos se utilizan realmente para el fin para que el que fueron proveídos. Esto es algo que se debe controlar de manera fina. 

Actualmente vemos que la inflación en el país se está moderando y esto nos hace pensar que las tasas del mercado y la tasa de referencia del BCP podrían bajar en los próximos meses, ¿cómo incide eso en el trabajo de la AFD? 

Hoy el escenario nacional tiene una expectativa de una reducción de las tasas de política monetaria, con lo cual el costo del dinero debería ir reduciéndose porque es la referencia de las operaciones del sistema financiero. Para la AFD esto sería una buena noticia porque hoy la institución sale a captar recursos en el sistema, entonces el costo de fondeo de la AFD debería bajar y eso también se debería trasladar a las tasas activas de los productos que estamos ofreciendo al sistema. 

No puedo decir cuándo se podría dar esto, de hecho estamos siguiendo de cerca todas las decisiones del BCP en ese sentido, pero para el sistema financiero generaría una mejor expectativa y un mayor optimismo en cuanto a las operaciones que se puedan dar. 

Desde su experiencia, ¿cómo ha sido este periodo de tasas altas que está acabando?

De hecho tuvo un efecto sobre las decisiones de los tomadores del crédito. Una operación nueva generalmente se pospone en el escenario de tasas elevadas. El costo elevado del crédito se arrastra en ese contexto. En mi experiencia del BNF estuvimos con expansión de la pandemia pero luego vino la decisión de subir las tasas y pasamos de 0,75% y nos fuimos hasta 8,5%

¿Cómo ve el contexto de la economía, considerando que se van a mover las tasas. ¿Está la economía como para moverse de vuelta?

Yo creo que hay mucha expectativa, hay muchas oportunidades de negocios como lo que ocurre en el Chaco y Concepción. Están dadas las condiciones para que el mercado pueda aprovechar una baja de tasas, porque hay muchas oportunidades. 

La macroeconomía se vio afectada durante la pandemia, tanto desde lo monetario como desde lo fiscal. Hoy tenemos un déficit fiscal del cual no podemos salir aún y la política monetaria hay que ver cómo avanza, ¿cómo evalúa esto?

El escenario macroeconómico fue bastante previsible en los últimos años dentro del contexto de manejo interno de Paraguay. Fenómenos adversos exógenos fueron los que afectaron, no solamente la pandemia, sino también cuestiones climáticas y la geopolítica. Hay muchos factores exógenos que explican la circunstancia de que estos últimos años el Paraguay no haya podido crecer acorde con su potencialidad. 

Son cuestiones que si bien generaron este efecto negativo, no creo que hayan generado un cambio en la política económica del país. Yo creo que se administró lo que se podía administrar en el momento. Tanto la circunstancia de la política monetaria como de la fiscal era lo que se pedía y necesitaba en ese momento, y yo creo que hay una senda que va a tener retornar. 

Insisto en las potencialidades que tiene el país y de hecho el sector privado está haciendo apuestas demasiado importantes, y desde el gobierno se deben dar las condiciones para que esa potencialidad se concrete. La finalización de la época de proselitismo también da cierta tranquilidad porque siempre está esa expectativa de saber qué es lo que va a ocurrir y como se suele decir “no hay nada más cobarde que el capital”. Entonces esto permite dar cierta previsibilidad. 

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