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22 de noviembre de 2024

“La agricultura familiar tiene que dejar de verse como un hobby”

El viceministro de Agricultura, Juan Alvarenga, considera como uno de los desafíos más importantes del sector rural a la implementación de las tecnologías para un rendimiento más óptimo de toda la producción. Igualmente, apunta que es necesario contar con una mayor diversidad en los productos exportados, dejando de depender exclusivamente de la soja y apoyando la plantación de banana, tomate, chía, maíz, entre otros rubros. Sostiene que la producción agrícola en los hogares dedicada hoy en día exclusivamente al autoconsumo puede también pasar a generar ingresos y que el contrabando también se combate con mayor calidad nacional.

Sin lugar a dudas, la tecnología va de la mano de la agricultura, pues desde siempre el agricultor ha procurado facilitar la ardua labor que implica el campo. Desde el arado de vertedera a los tractores conectados vía satélite, la tecnología en la agricultura supone avances y mejoras en la eficiencia.

Esto también lo deja en claro el viceministro de Agricultura, Juan Manuel Alvarenga, quien en conversación con MarketData habló sobre los desafíos que aún persisten dentro del segmento agrícola del país, que en los últimos dos años ha sido golpeado duramente por eventos climáticos.

En este sentido, Alvarenga manifestó que es necesario incorporar el uso de la tecnología dentro del campo, ya sea para la mejora de los productos, como también para la optimización de los rendimientos, aumentando la producción a nivel local.

Igualmente, comentó que al ser Paraguay un país muy dependiente de la soja, es necesaria la diversificación del mercado, potenciando otros rubros como la chía, sésamo, tomate, banana, entre otros. 

Así también, indicó que es necesario quitar el papel de “hobby” a la agricultura familiar campesina, ya que este es un componente fundamental de la cadena de producción nacional y ayuda a generar un ingreso de dinero a la familia desde su hogar.

– Aunque este 2023 está mostrando mejoras, sabemos que el sector agroganadero pasó por un periodo complicado en los últimos dos años. En este sentido, ¿cómo están viendo las perspectivas para este año y lo que resta de este periodo?

La verdad es que, en cuanto a la agricultura, hemos sufrido en estos últimos periodos en varias regiones del país, sequías e inundaciones. En algunos lugares de dentro del mismo territorio nacional, en una misma época de siembra y de cosecha, hemos tenido zonas donde tuvimos baja producción de soja, mientras que en otro lugar hemos tenido una excelente producción de soja. Lo que nos afecta mucho, y lo que limita mucho, en la producción agrícola es el clima. Por eso sufrimos un poquito estos periodos pasados, pero hoy día se está levantando muy bien el sector.

El sector agropecuario en el país representa más del 30% de los ingresos para la nación. Se trata de un rubro bastante importante y está teniendo un repunte muy importante en cuanto a la agricultura y la ganadería. Además, hoy día a nivel nacional se están consiguiendo nuevos mercados para la carne. Hace poco hemos conseguido el mercado de Canadá, para la exportación de carnes, que es un mercado muy exigente, que a la vez abre otras puertas también para el comercio a otros países con el mismo nivel de exigencia. 

Asimismo, hemos conseguido firmar con el Gobierno de Taiwán productos orgánicos, libres de cualquier tipo de impuestos que ingresan al país asiático, lo que también abre otros mercados y otra posibilidad porque las exigencias son altas. Y bueno, creo que estamos de parabienes en lo que es el sector agropecuario actualmente en el país, con todos estos logros.

– Si bien dijo que estamos bien en el sector agroganadero, teniendo en cuenta que dependemos mucho de la soja, ¿cree que aún necesitamos diversificar más nuestros mercados y productos?

En cuanto a la agricultura, a gran escala sí. Paraguay es el tercer mayor exportador de soja a nivel mundial, eso mueve muchísimo la economía, no solamente el sector de soja, sino que también mueve a otros rubros como las maquinarias, mano de obra, el sector de combustibles, entre otros; el ingreso por esos rubros también ayuda a aumentar el ingreso al fisco. Aparte de eso, se ha ganado un mercado importante, como el de la carne en Canadá o como el de Taiwán para productos orgánicos. 

Sin embargo, estamos teniendo un poquito de trabajo, por ejemplo, con nuestra producción de banana, que en un 98% va solamente al mercado argentino, que está con un problema económico muy importante, por lo que nuestros productores están encontrando trabas para poder exportar esos productos, sobre todo para poder cobrar. Hoy día han pasado ya 180 días del envío a dicho país y nuestros productores no están pudiendo cobrar esas remesas, justamente este jueves mantuvimos una reunión con productores de la localidad de Tembiaporá, departamento de Caaguazú, uno de los distritos que más producen banana en el país.

Y estamos viendo este tema, como también la posibilidad de abrir nuevos mercados como Chile, por ejemplo, que es un mercado bastante interesante también para nosotros, que anteriormente se exportaba en pequeña escala, pero no podíamos sostener esa exportación porque no teníamos la calidad y la capacidad para mantener ese nivel de exportación anualmente. Ese mercado se está consiguiendo nuevamente y, si es posible, antes de fin de año vamos a poder exportar nuevamente a este país. Creo que el agricultor comprende hoy en día que en la diversificación se encuentran mayores beneficios. Hoy en día encontramos que hay fincas que, aparte de semilla de sésamo o de chía, también van produciendo otros productos con una mejor tecnología. O sea que vamos mejorando bastante en el sector agropecuario.

– Vimos que las exportaciones de maíz subieron bastante a finales del año pasado y en este primer semestre ¿Cómo están los productores en este sentido?

A nosotros lo que nos limita es el tema climatológico. Este año tuvimos buenas lluvias, como también tuvimos una buena insolación y gran parte del tiempo también un buen sol, lo favoreció mucho al maíz zafriña, que tuvo un muy buen rendimiento y ayudó a tener un ingreso extra. 

– Estamos a semanas de dar la bienvenida a un nuevo titular al frente de la cartera de Agricultura ¿Cuáles son los desafíos que quedan para el próximo gabinete que estará asumiendo frente al MAG?

Primeramente, creo que se ha logrado bastante en este periodo con el ministro Santiago Bertoni al frente del MAG (Ministerio de Agricultura y Ganadería), ya que hemos conseguido nuevos mercados, por lo que debemos apuntar cada vez más al uso de la tecnología y a la diversificación de los productos agrícolas. Hemos mejorado bastante en lo que es la producción de tomate, nosotros antes en dos meses ya consumíamos todo lo que el productor nacional cosechaba, sin embargo, hoy día vamos mejorando y ya producimos para un consumo de ocho meses. 

El tomate a nivel nacional se coloca muy bien, con muy buena tecnología. Antes solamente teníamos a cielo abierto o teníamos la variedad rastrera, actualmente se están colocando a media sombra en invernaderos, con sistema de riego, que son herramientas que van mejorando la calidad del producto, y vamos viendo esa calidad también reflejada en  la posibilidad que tiene el productor de ir mejorando su calidad de vida.

Creo que los desafíos para el nuevo mandatario son invertir y apostar más en la tecnología y en la diversificación de los rubros agropecuarios, principalmente.

– Con relación a la producción de tomate en el país, que se encuentra aumentando, ¿usted cree que de esa manera se podrá reducir el nivel de contrabando de este producto en el país?

El contrabando es algo que está arraigado lastimosamente en nuestra cultura, y es muy difícil de combatir por toda la implicancia que eso tiene. Nosotros tenemos mucha frontera con la Argentina por la zona seca, por así decirle, que es la zona del Chaco, que tenemos acá en la Región Oriental, también tenemos zona de río que es muy accesible a los contrabandistas. Tenemos una mesa de productos frutihortícolas, en donde están todos los sectores que se encuentran en la producción tomatera y frutihortícola en general, y también los organismos del Estado que combaten el contrabando. El  martes pasado tuvimos una reunión con ellos, en donde estuvo el ministro Emilio Fuster, coordinador de la Unidad Interinstitucional de Prevención y Combate al Contrabando, como también el representante de la Armada y el de la Policía Nacional. O sea, estamos haciendo el trabajo como para que se pueda por lo menos colocar con nuestros productos en época de su máxima producción para retener el ingreso de los productos ilegales y que les afecta.

Todavía no podemos cubrir el consumo de todo el año del tomate con la producción nacional, pero estamos trabajando en ello. Hemos avanzado bastante, pero falta todavía y en ese tiempo sí o sí dependemos del ingreso de producto fuera del país, ya sea de la Argentina o Brasil, y el contrabando es algo que está fuera de las manos del Ministerio de Agricultura, pero que combatimos con calidad y mejor producción. 

– Sobre la agricultura familiar, sabemos que se ha incentivado bastante en estos últimos años, pero ¿cuál cree que es el desafío persistente aún para este segmento?

Para nosotros la agricultura familiar a nivel regional siempre se ha visto como que es un hobby o un trabajo extra que tiene una familia dentro de su finca o de su establecimiento. Si nosotros conseguimos que esa familia pueda quitar unos ingresos de la agricultura que producen en sus casas, de autoconsumo, y, aparte de eso, pueda ganar algo de dinero, ya es un gran logro. Con esto creo que vamos a estar dando un paso muy importante y sobre todo vamos a estar generando elementos a nuestros productores para que vayan afianzándose.

Entre los desafíos, repito nuevamente, está invertir en tecnología para mejorar la calidad, para mejorar el rendimiento, por lo que debemos invertir en esta tecnología para que nos hagan más rentables, de manera que ya no sea un hobby, y que se haga en un invernadero en donde se utilicen los sistemas de riego. Entonces, la gente va a autoabastecerse y va a tener un mejor ingreso, y eso va a motivar a la familia para que vaya produciendo más en su finca.

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