Jóvenes paraguayos y alumnos de la Universidad Católica de Asunción participan de la competencia internacional “Hult Prize”, realizada en conjunto con las Naciones Unidas. Durante más de una década, la Fundación Hult Prize ha transformado la forma en que los jóvenes ven sus propias iniciativas como líderes de impacto del cambio en el mundo.
Gonzalo Martínez, Paolo Stagni, Ignacio Rotela y Juan Lovera participan de este certamen, a partir del emprendimiento social al que denominan “ReManguito”. En esta entrevista nos comentan cómo desarrollan el modelo de emprendedurismo social a través de esta iniciativa, los objetivos y alcances que persiguen, y el potencial de este tipo de productos para el acceso a los mercados internacionales.
– ¿Cómo nace la idea del proyecto y cómo logran participar del concurso?
Gonzalo Martínez: El concurso tiene distintas etapas. Primeramente, se realizó en el campus de la Universidad Católica de Asunción en el año 2020; el Centro de Estudiantes, en conjunto con la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, logra traer este concurso. Enfocados en el emprendedurismo social, nos juntamos para poner en marcha la idea; a este concurso no se entra con una idea preconcebida, pero sí te dan un foco el cual se debe de seguir.
Este año el centro fue el de alimentos basados en el impacto social, entonces la idea era innovar en alguna parte en la cadena de producción de alimentos como para crear impacto, influenciando para bien a la sociedad camino a la Agenda 2030. Creo que no se le escapó a nadie todavía en nuestro país, cuando ve mangos tirados en la calle, preguntarse el por qué no se hace nada con esto; y nace de esa forma nuestra idea, de forma bruta, lo seguimos trabajando y cada vez en un nivel más grande, es decir, a mayor escala dentro del concurso.
Paolo Stagni: Nuestro objetivo fue ver cómo, a través del desperdicio de mango, podíamos generar valor agregado y a la vez poder impactar en miles de personas por medio del proceso de producción, pero a la vez poder generar un modelo de negocios que sea rentable y sustentable a lo largo del tiempo.
– ¿Cuál es el producto final al que se enfoca la empresa?
Paolo Stagni: En el mes de enero lanzamos el producto en forma de prueba para saber la recepción del público. Al producto lo llamamos “ReManguito”, es como un postre que tiene el mango fresco mezclado con banana, granola y leche condensada. Este es nuestro producto estrella, que lleva el nombre de la empresa; pero a la par estamos poniendo en marcha la idea de que, al recibir los mangos, vamos a separar lo que sería la pulpa de la cáscara y semilla, obteniendo la pulpa congelada. Con esa materia prima, recolectada mediante la logística de la empresa, una parte será utilizada para nuestro producto ReManguito y otra, por medio de alianzas con otras empresas, para la creación de productos en el mercado a base de mango.
Entonces el negocio está basado en:
- La logística, por medio de la recolección.
- La producción.
- La distribución de materia prima para ser utilizada por otras empresas para la producción de productos a base de mango.
– ¿En qué se basa el concurso en el que participaron y cómo continúa? ¿Clasificaron a nivel mundial?
Ignacio Rotela: Nosotros iniciamos con la etapa local denominada “On Campus”, en donde competimos con emprendimientos locales, todos universitarios. Al ganar la etapa nacional, pasamos a la etapa regional, la cual se realizó en Perú de manera virtual por el Covid-19, compitiendo con emprendimientos de Latinoamérica. En esa etapa logramos avanzar a la final y por medio de un repechaje, compitiendo con 300 equipos por 10 lugares y clasificamos.
Ahora mismo nos encontramos en la primera etapa de la incubadora, donde ellos la llaman “aceleradora”, estamos en una etapa en donde debemos completar ciertos requisitos; al completarlos vamos a poder participar en la incubadora de forma presencial en Londres, en donde el trabajo se da de forma mucho más intensa de lo que ya venimos trabajando. Ahora mismo estamos teniendo paneles y reuniones todos los días para poder prepararnos para la siguiente etapa. Cabe destacar que a esta incubadora accedieron los mejores 68 equipos de los más de 3.000 que iniciaron el programa.
– ¿En qué etapa se encuentran en cuanto al desarrollo de la empresa en nuestro país?
Paolo Stagni: En enero de este año estuvimos probando el producto para ver cómo los clientes lo recibían. Nosotros podemos tener una romántica y linda idea sobre nuestro producto, pero al llegar a las manos de los consumidores la historia puede ser distinta, los resultados de esta prueba fueron bastante positivos para nuestra puesta en marcha.
Actualmente, el trabajo que estamos llevando a cabo son las alianzas para poder crear una red de recolectores, a la par estamos trabajando de lleno en la aceleradora de empresas. Nos estamos preparando como para activar en el próximo mes de enero, ya que es la época del mango.
Gonzalo Martínez: El objetivo del proyecto es crear impacto por medio de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) en la sociedad, ya que el programa se lanza justamente junto con las Naciones Unidas, el ganador del proceso y desafío se lleva un monto en capital semilla para poder aplicar la idea en el país. Nosotros adelantamos probar el producto, ya que el mango es un producto estacional y poder guardar el producto congelado, ya que así puede durar hasta ocho meses.
En cuanto a los recolectores, la idea es justamente articular esta red, por medio de redes ya establecidas, y llegar a ciertos estratos como una oportunidad de ingreso a personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad aprovechando la sobre-abundancia de esta fruta en nuestro país. Se estima que solamente en el área metropolitana de Asunción por temporada se tiene 3.000 toneladas de mango, no incluyendo las otras ciudades del país.
Otro de nuestros objetivos es poder exportar este producto, ya que existe un mercado global al cual puede atacar nuestro país, en especial porque el mango de Paraguay es el mango más fibroso pero más dulce que otros tipos de mangos.
Un dato Importante: en Europa, en el 2017, se importó USD 733 millones por medio del mango, exportando la fruta de forma procesada o congelada.
– Como jóvenes, ¿cómo se ven en el futuro, luego de haber participado de este programa a nivel personal y el impacto que van a tener a nivel sociedad?
Paolo Stagni: Por un lado, nos vemos concretando el proyecto. Estoy seguro de que la mayoría de los paraguayos, viendo los mangos tirados en la calle, sacaron la conclusión que tenían que hacer algo con esta fruta desperdiciada. Por lo tanto, ahora que la idea y el proyecto están teniendo mayor difusión, sentimos el apoyo de la gente y cómo se están sintiendo identificados con el proyecto. Entonces, a la vez de concretar y generar el impacto que queremos por medio del modelo de negocios, queremos dar un ejemplo de que en el Paraguay podemos hacer muchas cosas mediante nuestros recursos, que es cuestión de utilizarlos de manera eficiente y a la vez salir a los mercados globales. Imagínense que pasemos de ver estos mangos pudriéndose cada verano en el suelo a verlos en góndolas internacionales, exportando a los mercados globales más grandes, y sientan en el mundo este mango dulce.
A la par, sabemos que es un modelo de negocios totalmente replicable en otros países y con otras frutas. El 45% de todas las frutas a nivel mundial son desperdiciadas ¿Cómo puede haber personas que pasan hambre todos los días, pero que existan frutas que se desperdician? Sabemos que en Paraguay tenemos el caso del mango, pero en otros países seguramente hay el mismo problema con otras frutas, entonces ahí nace de que el proyecto pueda ser replicable en el mundo.
Gonzalo Martínez: El proyecto tiene distintas fases en el corto y largo plazo, esto queremos concretarlo independientemente a que ganemos el premio o no. Fue un gran aprendizaje en cuanto al emprendedurismo social y el impacto que podemos llegar a generar, fomentando un negocio que sea rentable pero que también pueda generar un impacto positivo en la sociedad y en especial por medio de los ODS. También nos encantaría llegar a ser referentes nacionales, para que el mango sea utilizado para producir otros productos, utilizarlo y darle el valor que se merece.
Ahora somos conocidos como los mayores exportadores de carne, soja ¿Por qué no de mango? Si tenemos la materia prima en abundancia, eso es a lo que apuntamos en el largo plazo.
Ignacio Rotela: Quiero hacer especial énfasis en la replicariedad, la posibilidad de que no se limita solo al mango, y también el impacto social puede darse no solamente con el mango en sí, sino con cualquier tipo de frutas. Cuanto más se explota la idea y cuantas más personas están involucradas, el impacto social es aún más grande.