Por Antonio Trinidad – Estudiante Investigador
«Repensar la pobreza» es un libro escrito por Abhijit V. Banerjee y Esther Duflo, dos economistas galardonados con el Premio Nobel de Economía en 2019 por su trabajo en la lucha contra la pobreza.
El libro se enfoca en cuestionar y reevaluar enfoques tradicionales para abordar la pobreza en el mundo, proponiendo un enfoque más basado en la evidencia y el empirismo.
En el presente artículo veremos la influencia de tomar buenas decisiones gubernamentales para la implementación de políticas públicas efectivas que aborden la lucha contra la pobreza con una perspectiva basada en la evidencia y el empirismo, a través de las investigaciones, y por qué varios países han fracasado en esta lucha.
Contexto Global
Abhijit Banerjee y Esther Duflo plantean un enfoque revolucionario para abordar la lucha contra la pobreza. Argumentan que es fundamental cambiar la perspectiva desde la cual se abordan los problemas de pobreza, dejando atrás las soluciones teóricas preconcebidas.
Un ejemplo ilustrativo que presentan en sus investigaciones es la iniciativa de reemplazar los métodos tradicionales de cocina en comunidades pobres, con cocinas más eficientes y menos contaminantes. A pesar de los buenos resultados iniciales y los objetivos loables, estas cocinas no lograron la aceptación y el impacto esperado debido a desafíos prácticos y falta de adaptación. Las nuevas cocinas requerían más atención, se averiaban y no se reparaban fácilmente, lo que dificultaba su uso continuo y sostenible.
Este caso demuestra cómo incluso las soluciones aparentemente brillantes pueden fracasar cuando no se adaptan a las realidades cotidianas ni a las necesidades reales de las personas.
Los investigadores se basan en la idea de realizar ensayos controlados y experimentos en el terreno para evaluar la eficacia de las intervenciones propuestas. Enfatizan la importancia de comprender las motivaciones y los comportamientos de las personas en situación de pobreza, así como de involucrarlas activamente en el diseño y la implementación de políticas.
Además, abogan por la flexibilidad en las estrategias y la disposición a aprender y adaptarse en función de los resultados obtenidos, en lugar de confiar en suposiciones o soluciones teóricas.
Proporcionan ejemplos concretos de cómo la implementación de políticas públicas puede fallar si no se consideran las realidades prácticas y las necesidades de las personas. Algunos de los ejemplos de sus resultados en investigaciones son:
- Distribución de mosquiteros para prevenir el paludismo: En algunos casos, la distribución gratuita de mosquiteros para prevenir el paludismo no alcanzó los resultados esperados debido a la falta de información sobre su uso adecuado. Las personas pueden no entender cómo usarlos correctamente o pueden encontrarlos incómodos. Sin un enfoque educativo adecuado, la efectividad de la política puede verse comprometida.
- Transferencias monetarias condicionadas: Aunque las transferencias monetarias condicionadas, que proporcionan ayuda económica a cambio de ciertas acciones, han demostrado ser efectivas en algunas circunstancias, su implementación puede fracasar si las condiciones impuestas no son realistas o adecuadamente adaptadas a las circunstancias locales. Por ejemplo, si las condiciones para recibir la ayuda son demasiado difíciles de cumplir, las personas pueden quedar excluidas de los beneficios.
- Programas de microcréditos: En algunos casos, los programas de microcréditos no han logrado el impacto esperado en la reducción de la pobreza debido a la falta de capacitación y apoyo para aquellos que reciben los préstamos. Sin una comprensión clara de cómo administrar los fondos y desarrollar negocios sostenibles, las personas pueden caer en deudas y no lograr una mejora en sus condiciones económicas.
- Educación y formación profesional: Los programas de educación y formación profesional pueden fallar si no se adaptan a las necesidades del mercado laboral local y si no se brindan oportunidades prácticas para aplicar las habilidades adquiridas. Las personas pueden recibir capacitación en áreas que no tienen demanda en la economía local, lo que resulta en falta de empleo y desperdicio de recursos.
Estos ejemplos ilustran cómo las políticas públicas bien intencionadas pueden enfrentar obstáculos cuando no se consideran las necesidades reales de las personas.
Un enfoque a Paraguay
Paraguay puede beneficiarse al adoptar un enfoque más basado en la evidencia en la formulación de políticas para combatir la pobreza.
Esto implica llevar a cabo experimentos y pruebas rigurosas para determinar qué intervenciones son más efectivas en el contexto paraguayo.
Por ejemplo, podrían implementarse proyectos piloto en diferentes regiones del país para evaluar el impacto de programas de asistencia específicos.
Comportamiento de los agentes
Comprender cómo las personas en situación de pobreza toman decisiones económicas en el contexto del país es fundamental. Investigar cómo los incentivos y desincentivos influyen en su comportamiento puede ayudar a diseñar políticas más efectivas.
Al analizar cómo las familias paraguayas priorizan el gasto, se puede diseñar programas de transferencia de efectivo que se adapten a sus necesidades y prioridades, siempre y cuando estas transferencias sean utilizadas de manera a generar impacto positivo en el largo plazo, por ejemplo, ayudando a las familias más necesitadas a que financien sus estudios.
Otro ejemplo es la implementación de programas de transferencia de efectivo como «Tekoporã», destinado a familias en situación de pobreza. En lugar de simplemente entregar los fondos, podrían establecerse condiciones claras, como la asistencia escolar regular y visitas de salud, para garantizar que las familias beneficiarias estén comprometidas en mejorar la educación y la salud de sus miembros.
Educación
Mejorar el acceso a la educación y la atención médica es crucial para combatir la pobreza. El país podría explorar programas de incentivos que motiven a las familias a invertir en la educación y la salud de sus miembros. Esto podría implicar proporcionar becas escolares y servicios de atención médica gratuitos o subsidiados para familias de bajos ingresos.
Ejemplo: Paraguay podría implementar programas que otorguen incentivos directos a los estudiantes, ya desde la primaria, que asisten regularmente a la escuela y mantienen buenos resultados académicos de manera a disminuir a la vez el número de deserciones, ya que, según estudios de la UNICEF, seis de cada diez niños en Paraguay no terminan la secundaria.
Además, podrían proporcionarse becas adicionales para aquellos que elijan continuar su educación en niveles superiores. Esto fomentaría la inversión en educación y tendría un impacto positivo a largo plazo en la calidad de vida de los jóvenes y sus familias.
Salud
En cuanto a la salud, Paraguay podría implementar clínicas móviles o centros de atención de salud itinerantes en áreas remotas o de difícil acceso. Esto podría garantizar que las comunidades más aisladas tengan acceso a servicios de atención médica básica. Al mismo tiempo, se podrían implementar incentivos para promover la asistencia regular a controles de salud preventivos.
Dilemas de políticas públicas
La igualdad de género y otros dilemas de políticas públicas también son relevantes en el contexto paraguayo.
Garantizar que las políticas sean equitativas y tengan en cuenta las necesidades de género puede contribuir a una lucha más efectiva contra la pobreza. Además, evaluar el impacto a largo plazo de las intervenciones es esencial para asegurarse de que las soluciones sean sostenibles en el tiempo.
Nuestro País podría adoptar un enfoque de «aprender haciendo», probando diferentes intervenciones en pequeña escala antes de una implementación a gran escala.
Después de implementar una política, sería esencial realizar evaluaciones regulares y ajustarla según los resultados. Esto permitiría una mejora continua y la adaptación a las necesidades cambiantes de la población en situación de pobreza.