fbpx
34 °C Asunción, PY
6 de abril de 2025

Un plan de reformas frustrado por las elecciones

La mayoría de los proyectos presentados por el Ejecutivo que buscan disminuir el gasto público o actualizar iniciativas desfasadas se encuentran cajoneados en el Legislativo y al parecer seguirán ahí, ya que los encargados de analizarlos están concentrados en sus campañas electorales.

A mediados del 2020, en plena pandemia del COVID-19, el vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, anunciaba en conferencia de prensa que a más tardar en tres meses presentaría al Congreso Nacional un proyecto de Reforma Estructural del Estado, con el objetivo de disminuir los gastos superfluos. 

En ese entonces, existía un buen escenario para que cualquier iniciativa que implique reducir gastos avance tanto en el Legislativo como, también, para que tenga un visto bueno por parte del Ejecutivo e incluso del Judicial, ya que se necesitaba fortalecer el sistema de salud para hacer frente a la pandemia. 

Además, es importante mencionar que Paraguay emitió bonos y tomó varios empréstitos de organismos multilaterales y bilaterales, lo que dejó poco margen para los próximos años para las inversiones que aún son muy necesarias. 

En este contexto, las autoridades del Ejecutivo iniciaron una serie de reuniones con los diferentes sectores de la economía y, tras un consenso, fueron presentadas diferentes iniciativas, la mayoría con el fin de actualizar las normativas, no así para reducir gastos.  

Según cálculos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Paraguay desperdicia alrededor del 3,9% de su Producto Interno Bruto (PIB) por deficiencias en el manejo de sus gastos, esto representa alrededor de USD 1.647 millones.

Tanto en el 2020 como en el 2021, fueron enviados varios proyectos al Congreso Nacional, como es el caso de la Ley de Función Pública y reforma del Servicio Civil; Ley de Responsabilidad Fiscal 2.0; mejora del Clima de Negocios, reforma de la Carta Orgánica de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), mejora del sistema de Compras Públicas, entre otros. 

No obstante, ya casi al cierre del primer semestre solo un proyecto ha sido sancionado por el Legislativo, hecho que también demuestra que existe poca voluntad política para que al menos se actualicen estas normativas citadas. 

Del paquete remitido por el Ejecutivo, la de la reforma de la Carta Orgánica de la AFD fue la iniciativa sancionada, promulgada y ya en vigencia. También, la Ley de Compras Públicas ha pasado por las dos cámaras del Congreso, quienes han introducido modificaciones al documento original y en estos momentos sigue en el Legislativo para la continuidad de su estudio. 

La mayoría de los otros proyectos citados ni siquiera han sido analizados en las diferentes comisiones de las cámaras del Congreso y, teniendo en cuenta la coyuntura actual, del año electoral tanto 2022 como el 2023, tampoco avanzaría más. 

Cabe señalar que, actualmente, tanto el presidente de la República como el vicepresidente -cuyo deber es actuar como «nexo» entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo- se encuentran inmersos en sus campañas políticas con miras a las elecciones internas y, en caso de ganar, para competir en las generales. 

Los diputados y los senadores ya se encuentran también en plena campaña, en busca de ser reelectos para el próximo periodo, por lo que ahora se centran sólo en aquellos proyectos que de alguna manera “beneficiarán” a sus correligionarios y no así en aquellos que representarán un ahorro para el Estado. 

Este contexto también podría impedir que se presenten otros proyectos muy necesarios, como la reforma de la Caja Fiscal, que hace años cuenta con un gran déficit que en parte está siendo cubierto por los contribuyentes del Fisco.

En este punto, según cálculos de Hacienda, las reservas de la Caja Fiscal se agotarían en unos años más, y esto podría darse antes si es que avanza una propuesta que se encuentra en el Senado que busca equiparar los haberes jubilatorios al sueldo de los funcionarios activos. 

También, otra propuesta que podría seguir cajoneada en lo que resta de este Gobierno es la que pretende fusionar el Fondo Ganadero (FG) con el Banco Nacional de Fomento (BNF), a fin de mejorar la eficiencia de las entidades que componen el sector público-financiero, además de otras. 

De esta manera, pese a que se hayan enviado o consensuado con los diferentes sectores económicos las iniciativas que pretenden generar un ahorro o mejorar la eficiencia del Estado, el destino de la mayoría de los proyectos serán inevitablemente los cajones del Legislativo o quedarán en solo intenciones.

Te puede interesar

Anexo C de Itaipú: Una oportunidad para alcanzar la ansiada industrialización y modernización de Paraguay

Paraguay y Brasil acordaron una tarifa de USD 19.28 por kW/mes para la energía de Itaipú hasta el 2026, lo que resultará en ingresos anuales de unos USD 1.250 millones para nuestro país. Además, se alcanzó otro hito histórico: Paraguay podrá vender energía de la binacional en el mercado libre brasileño.

El próximo gran desafío será resolver la negociación de un nuevo Anexo C. En esta etapa, se deberá decidir si el país seguirá siendo un exportador de energía o aprovechará completamente el potencial energético para alcanzar así la tan anhelada industrialización y modernización.

Convergencia fiscal: “Se mantienen restricciones, pero atendiendo demandas que quedaron pospuestas”

El ministro de Hacienda, Oscar Llamosas, abre la serie de debates y paneles de MD Week, con una entrevista en la que reflexiona sobre la situación económica actual y los desafíos que se presentan para la administración pública. Ratifica el compromiso para el retorno al orden fiscal, con un déficit que se estima retrocederá a 3% del PIB en el 2022, y enumera los atractivos con que cuenta el país para la atracción de inversiones.