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8 de diciembre de 2024

Convergencia fiscal: “Se mantienen restricciones, pero atendiendo demandas que quedaron pospuestas”

El ministro de Hacienda, Oscar Llamosas, abre la serie de debates y paneles de MD Week, con una entrevista en la que reflexiona sobre la situación económica actual y los desafíos que se presentan para la administración pública. Ratifica el compromiso para el retorno al orden fiscal, con un déficit que se estima retrocederá a 3% del PIB en el 2022, y enumera los atractivos con que cuenta el país para la atracción de inversiones.

La economía paraguaya transita de manera cada vez más decidida el camino de la recuperación, tras los difíciles últimos dos años que nos tocó vivir como consecuencia de condiciones climáticas adversas y, más recientemente, el estallido de la pandemia de COVID-19

La contención de los efectos de estos sucesivos problemas -la mayoría de ellos de carácter exógeno o de naturaleza externa a la capacidad de planificación del devenir económico del país, pero que desnudaron las diversas falencias principalmente en el ámbito de la protección social- llevó a la administración del Estado a efectuar un gasto extraordinario del cual ahora debe empezar a reencauzarse.

Conversamos sobre estos desafíos con el ministro de Hacienda, Oscar Llamosas, en la entrevista que presentamos como antesala a la serie de paneles que se desarrollará esta semana en la primera edición del MarketData Week.

El titular de la cartera económica relata en qué consiste el compromiso del gobierno para el retorno al orden fiscal, las perspectivas que rodean al desempeño económico del país y las condiciones de promoción de inversiones tanto locales como extranjeras.

– El 2021 se presenta como el año de la recuperación, tras las dificultades que nos tocó vivir en el 2019 y el 2020 ¿Cómo observan desde el Ministerio de Hacienda todo este panorama y cómo se puede acompañar desde el sistema impositivo?   

Antes que nada, quiero aprovechar para felicitar por este aniversario de MarketData, fue realmente un medio que llenó un espacio en el sector económico y financiero que hacía falta. Así que muchas felicidades y por muchos años más también para adelante.  

Este 2021 es un año con buenas perspectivas económicas, según la última revisión que hizo el Banco Central del Paraguay; ellos estiman un crecimiento de la economía de en torno al 4,5%. También monitoreando algunos indicadores de la actividad económica, como así también de la recaudación tributaria, estamos viendo esos números positivos y esperemos que eso se mantenga y se consolide para fin de año. Estuvimos atravesando por situaciones muy complejas, el año pasado fue un año muy desafiante a consecuencia de la pandemia, no solamente por el impacto sanitario sino también por el impacto que tuvo en la economía y en otros sectores; pero gracias a esa acción rápida y oportuna llevada adelante por el gobierno a través de distintos planes, ya sea el plan de emergencia como así también el plan de recuperación económica, el Plan Ñapu’ã, finalmente están dando sus frutos. Mucha de esta actividad económica positiva es resultado de esas acciones que se implementaron tanto para mitigar el impacto de la pandemia en el empleo, en el ingreso de los trabajadores, como así también en las empresas y obviamente también la inversión pública, que fue un jugador clave el año pasado para sostener la actividad económica, y que resultaron finalmente en que Paraguay dentro de la región haya sido el país menos afectado por la pandemia, con una caída de su economía en torno al 0,6%, mientras que en la región la caída fue del 7%.

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Así también, analizando muchos otros indicadores del empleo, de pobreza, etc., nuestro país terminó mejor parado que el resto de la región y obviamente eso ayuda a que este año la recuperación pueda ser mucho más rápida. Desde el fisco, lo que estamos apostando es a las reformas, creemos que para sostener este crecimiento económico en el tiempo es necesario avanzar con las reformas, eso es un poco lo que puso en evidencia la pandemia: necesitamos un Estado mucho más dinámico, que pueda dar respuestas de manera rápida. Esta agenda de reformas que plantea el Ejecutivo, tanto por el lado del gasto público a través de las leyes de compras públicas y del servicio civil -que ya están en el Congreso Nacional para su estudio- como así también aquellas relacionadas con la mejora del clima de negocios, a la formalización, va a ayudar a sostener este crecimiento y que se pueda mantener en el tiempo.

“Ya estamos trabajando en el Presupuesto del año que viene y ahí estimamos esa reducción gradual (del déficit fiscal): estimamos que el año que viene podríamos estar cerrando en torno al 3%”.

– Estamos viendo en nuestro mercado el surgimiento de vehículos de inversión colectiva, nuevas estructuras de inversión, capital semilla, start ups, fondos de economía real, entre otros ¿Cómo se está preparando el Ministerio de Hacienda para acompañar este proceso de crecimiento del mundo de las inversiones?

Aquí es muy importante mencionar que fue modificado nuestro sistema tributario en el año 2019. A instancias del Ministerio de Hacienda y del Poder Ejecutivo logramos modificar, hacer un sistema tributario mucho más simple, que apoye justamente la formalización. Se mantuvieron con esta reforma los incentivos fiscales, tenemos regímenes especiales que buscan atraer la inversión, tenemos el régimen de maquila, el régimen de zonas francas, lo relacionado a la Ley 6090 de incentivos a la inversión en activos. Todos esos regímenes hoy se mantienen y justamente lo que buscan es atraer esas inversiones, no solo inversores locales sino también inversores extranjeros. Por otro lado, todo lo relacionado a la mejora del ambiente de negocios: se ha presentado al Congreso también una serie de leyes, una de ellas ya fue aprobada y hoy está vigente, que es la Ley de Acciones Simplificadas, que permite que el proceso de creación de nuevas empresas se dé de manera mucho más dinámica, mucho más rápida y sin costo. Esta y otras acciones estamos llevando adelante, buscando también la formalización, van a ir ayudando a generar esos incentivos, que de por sí ya tiene nuestro país: estos regímenes tributarios simplificados, el hecho de que Paraguay tiene una población joven y una energía barata se suman a lo que mencionaba y hacen a nuestro país atractivo. Finalmente, esta solidez macroeconómica, que fue puesta a prueba en la pandemia y el resultado fue que nuestra economía quedó bien parada, con los cimientos sólidos. Esas son cuestiones que los inversores valoran y es por eso que nuestro país, si uno analiza el año 2020, fue uno de los pocos en la región que tuvo un crecimiento de la inversión extranjera, entonces esas son cuestiones que nos ayudan, nos fortalecen y nos comprometen a seguir trabajando en estas propuestas.

– A propósito de la estabilidad macroeconómica, sabemos que esta fue una de nuestras principales fortalezas en los últimos años, pero la contención de la pandemia dejó un deterioro en las cuentas fiscales ¿Cómo se planea retornar al equilibrio en las cuentas del Estado, atendiendo a que el COVID-19 todavía representa un reto para el país?

A consecuencia de la pandemia, el gobierno tuvo que implementar estas leyes que mencionaba, de emergencia y de recuperación, eso implicó un paquete fiscal de cerca del 5,5% del producto interno bruto, un paquete fiscal de los más importantes dentro de la región más aún si se compara con nuestra presión tributaria, que a su vez también es una de las más bajas. Todo eso tuvo su impacto en el resultado fiscal, el año pasado el déficit cerró en torno al 6,3% (del PIB), para este año el Presupuesto aprobado estima un déficit del 4% y ya estamos trabajando en el Presupuesto del año que viene, y ahí estimamos esa reducción gradual: estimamos que el año que viene podríamos estar cerrando en torno al 3% (de déficit fiscal). Esto va en línea con la propuesta que ya hizo el Poder Ejecutivo al Congreso Nacional de una nueva ley de fortalecimiento fiscal, donde justamente se establecen las condiciones para ir volviendo de manera gradual a la regla fiscal y creemos que para el 2024 el país va a estar nuevamente ajustado a lo que establece nuestra ley de responsabilidad fiscal (de un déficit fiscal máximo de 1,5% del PIB). 

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Hay un compromiso fuerte para eso y se plantean acciones ya sea de corto plazo, que buscan restringir el crecimiento del gasto corriente, también establecer topes al nivel de deuda y otros ajustes a las reglas fiscales de manera a que podamos cumplir con esa meta que tenemos desde el fisco, de volver a esa regla en no más de cuatro años. Eso es muy valorado no solamente para los agentes económicos de nuestro país, sino también en las constantes evaluaciones que tiene nuestro país ya sea del Fondo Monetario Internacional, que el año pasado en su última visita y en su último informe del artículo IV mencionaba que nuestro país estaba por el camino correcto, tanto en materia fiscal como en materia económica dieron un apoyo muy fuerte a este plan de convergencia fiscal; eso también se traduce en las últimas revisiones que hicieron las calificadoras de riesgo, dos de las tres más importantes mantuvieron la calificación crediticia de nuestro país como así también su panorama. Esa es una cuestión no menor, ya que en toda la región la mayoría de los países vieron afectados o su calificación o su perspectiva; el hecho de que Paraguay haya mantenido es un apoyo y específicamente hacen mención también a ese compromiso del gobierno de volver a la regla fiscal en el mediano plazo.

“Eso es lo que puso en evidencia la pandemia: necesitamos un Estado mucho más dinámico, que pueda dar respuestas de manera rápida”.

– Se ve cómo en otros países el déficit fiscal desencadenó problemas muy graves, pero en otros casos convivir con un déficit ya no es tan mal visto ¿Es posible eso para un país como Paraguay?

Justamente, leyes como la Ley de Responsabilidad Fiscal, que hoy está vigente, establecen cláusulas de escape, momentos en los cuales un país puede sobrepasar alguna de las reglas fiscales. Es importante entender que lo relacionado al resultado fiscal es una de las tres reglas que tiene nuestra Ley de Responsabilidad Fiscal, las otras se refieren al crecimiento del gasto corriente y a los aumentos salariales. Estas cláusulas de escape permiten esa flexibilidad que dadas coyunturas como la que tuvimos el año pasado y por la que estamos atravesando aún este año, permiten al fisco poder sobrepasar esas reglas y de alguna manera mitigar los impactos adversos que puedan tener coyunturas como la pandemia y otras situaciones como el año 2019 también, que nuestra economía atravesó por problemas climáticos que afectaron a la actividad económica. En la nueva ley, que está en el Congreso Nacional, planteamos la incorporación de otras reglas; un tema que fue bastante debatido durante la pandemia fue cuál es el nivel óptimo de endeudamiento para nuestro país, creemos que está entre el 30% y 40% (del PIB), entonces planteamos un tope a la deuda de 40% porque creemos que es un nivel sostenible aún para nuestra economía y también para el fisco, que finalmente es el que tiene que pagar los compromisos que se generan a partir de estas deudas. 

– Tras el fuerte gasto que implicó enfrentar a la pandemia, este año se debió aplicar un importante ajuste de cinturones desde el fisco. Sin embargo, el mercado sigue creciendo y se presentan necesidades presupuestarias como en la regulación del mercado de capitales ¿Cómo están analizando esta arista?

Aún estamos en etapa de consolidación del Presupuesto (General de la Nación 2022), tenemos todo este mes de septiembre para consolidar los distintos presupuestos institucionales que hemos recibido y posteriormente enviarlos al Congreso Nacional. Los lineamientos para la construcción de este presupuesto tomaron como parámetro el presupuesto del año anterior, pero dentro de ese análisis que hoy está en el ámbito de Hacienda vamos a ir evaluando alternativas de fortalecer el presupuesto de ciertas instituciones claves como la Comisión de Valores, también la banca pública, el Banco Central del Paraguay, todas las entidades cumplen una función muy importante dentro de nuestra estructura y todas obviamente deben ser consideradas y evaluadas. Pero finalmente tenemos una restricción, que son los ingresos tributarios, que financian una parte importante del presupuesto, además del espacio fiscal reducido que tenemos como consecuencia de los gastos implementados en la pandemia. La coyuntura es compleja para la construcción del Presupuesto, pero dentro de esa complejidad vamos a ir priorizando aquellos sectores que consideramos que requieren de un presupuesto adicional para poder sostener sus actividades. Tenemos el gran desafío de poder sostener este crecimiento importante que tuvo nuestro sistema de salud con la pandemia: el año pasado más que se duplicó la cantidad de camas en el sistema público, eso requiere no solo de recursos humanos que tienen que estar atendiendo esos lugares, sino también gastos de mantenimiento, insumos, etc. El gran desafío para el año que viene va a ser sostener ese sistema de salud y, por otro lado, ir atendiendo otras demandas que en su momento quedaron postergadas porque toda la atención estuvo concentrada en la pandemia.

“Planteamos un tope a la deuda de 40% (del PIB) porque creemos que es un nivel sostenible aún para nuestra economía y también para el fisco”.

– ¿Podemos esperar entonces un Presupuesto 2022 ya menos restrictivo que el del 2021?

No. Si hablamos de restrictivo en materia de ciertos componentes de gasto corriente, dentro de la planificación que tenemos de volver a la regla fiscal, estas restricciones se mantienen por lo menos hasta el 2024, que es el momento en que creemos que vamos a llegar nuevamente a la regla fiscal. Entonces, para el año que viene se mantienen muchas de las restricciones que se implementaron no solo el año pasado como consecuencia de la pandemia, sino que actualmente también, algunas de ellas incorporadas en el Presupuesto de este año, otras fueron decisiones que tomó el Equipo Económico y otras están incorporadas en una ley que enviamos al Congreso Nacional, de Consolidación Económica y Contención Social, y también refuerzan varias de esas acciones restrictivas; entre ellas, todas las limitaciones relacionadas a los aumentos salariales, a los nuevos contratos, a nuevos nombramientos y otro tipo de disposiciones que dada la coyuntura actual, consideramos que pueden ser postergadas para el año que viene o para años siguientes. 

– Como decíamos al comienzo de la entrevista, todo indica que el 2021 definitivamente será el año de la recuperación económica ¿Qué mensaje transmite a los diferentes agentes del mercado para aprovechar este momento de repunte del dinamismo y colaborar con el desarrollo del país?

Vemos con optimismo este año, creemos que va a ser un año de recuperación económica, vemos los indicadores del primer semestre positivos, el índice de actividad económica, por el lado de la recaudación tributaria también. Creemos que este año va a ser la vuelta de nuestro país a esa senda del crecimiento económico que le ha caracterizado en los últimos años. Instamos e invitamos a todos los inversores a que sigan confiando en nuestro país, desde el Gobierno estamos comprometidos a seguir avanzando en una serie de acciones que permitan ya sea mejorar el clima de negocios, avanzar en todo este proceso de formalización; y por otro lado, tener un Estado mucho más eficiente, mucho más dinámico, con todas estas reformas que estamos planteando por el lado del gasto público. 

Creemos que este año va a ser el inicio de esa recuperación y somos muy optimistas con eso.

Perfil

Nombre: Oscar Llamosas Días

Profesión: Economista y máster en Economía, con énfasis en Políticas Económicas y Sociales

Trayectoria profesional: Fue director del Tesoro Público, jefe de Coyuntura Macro-Fiscal y viceministro de Administración Financiera, en el Ministerio de Hacienda. Es ministro de Hacienda desde octubre del 2020

 

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