Luego de la presentación del impacto de los programas del Gobierno sobre los indicadores de pobreza llevado a cabo por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Equipo Económico Nacional (EEN) realizó una conferencia de prensa para socializar su perspectiva sobre el asunto, en lo que respecta a las ayudas y subsidios en el marco de la pandemia de COVID-19
En la oportunidad, el viceministro de Economía, Iván Haas, destacó la importancia que tuvieron estos programas para evitar un incremento mayor de la pobreza en el país.
Sin embargo, recordó que el Gobierno tiene el serio compromiso de bajar el déficit fiscal en el Presupuesto General de la Nación (PGN) hasta un 4% sobre el producto interno bruto (PIB) este año, y que la economía encontrará el inicio de su proceso de recuperación.
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Haas adelantó que, en consecuencia, la reactivación de los programas de subsidios específicos como el Pytyvô o el Ñangareko ya no serán necesarios, pues hay muchos sectores que han recuperado sus actividades.
No obstante, continuarán las ayudas sectorizadas como la postergación de pagos de facturas de Ande (Administración Nacional de Electricidad) para restaurantes, o el programa de adultos mayores y los subsidios a comerciantes de frontera.
“El año pasado pasamos por una cuarentena estricta en la que varios sectores estaban totalmente paralizados, estuvimos encerrados por casi dos meses y eso fue un golpe para la economía. Sin embargo, este año ya aprendimos varias cosas y de la mano del Ministerio de Salud vimos que se puede trabajar en muchos sectores sin riesgo, siempre que se cumplan los protocolos”, refirió Haas.
Señaló la importancia que tendrá la conciencia de los ciudadanos para seguir los protocolos, ya que de esa manera el impacto en la economía en el 2021 ya no será tan fuerte.
De hecho, la proyección de crecimiento del 4% para el año continúa por parte de su institución, por lo que no serán necesarios los subsidios a nivel general como sí lo fue durante la cuarentena total.
En contrapartida, fue claro al decir que los programas de ayuda focalizada efectivamente continuarán vigentes, como en el caso de adultos mayores, Tekoporâ o Abrazo.
Esto será complementado con los trabajos de IPS (Instituto de Previsión Social), que seguirá pagando a los trabajadores suspendidos; así como todos aquellos impulsos focalizados, para lo cual no será necesario prever partidas presupuestarias extra en el PGN.
Según datos oficiales presentados en la víspera, sin los programas de transferencia de Pytyvô, la pobreza se hubiera incrementado en 1,3 puntos porcentuales más; y sin todas las transferencias de ayuda, la cifra se hubiera disparado en 3,2 puntos inclusive.
Sin embargo, gracias a la contención, el indicador creció solo hasta alcanzar el 29,6% de la población.
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En el marco de la presentación del Equipo Económico, se destacó que los niveles de pobreza obedecen principalmente a dos factores: el crecimiento económico y las políticas redistributivas.
Estas variables serán fundamentales para afrontar este año, cerrando con una menor cantidad de pobres y pobres extremos, y de allí la importancia de cuidar ciertas variables como el déficit fiscal.
