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5 de mayo de 2024

El boliviano Boulocq pide reponer el apoyo estatal para la industria cinematográfica

La Paz, 2 mar (EFE).- La nueva generación de cineastas bolivianos que ha estado cosechando premios en festivales internacionales requiere un impulso estatal como contraparte para que esa energía no caiga «en saco roto», dijo a EFE el director Martín Boulocq, cuyo laureado filme «El visitante» se estrena este jueves en Bolivia.

En una entrevista telemática desde su natal Cochabamba, Boulocq (1980) consideró que en Bolivia «hay muchísimo talento» y «muchísimas ganas de hacer cine», pero falta apoyo del Estado.

«Todos los países que cuentan con una cinematografía estable tienen políticas de fomento público. Aquí es la lucha eterna», indicó.

El cineasta señaló que es necesario que quienes «tienen el poder de decisión» comprendan «la importancia que tiene una cinematografía para un país, para crear empleos, para proyectar la imagen país al mundo, para crear identidad», entre otros beneficios.

Para Boulocq, el «pequeño boom» que hubo en Bolivia en los últimos años con producciones que destacaron en el exterior como «Utama», de Alejandro Loayza Grisi, o su propio filme «El visitante», fue producto del Programa de Intervenciones Urbanas (PIU) «que ha financiado una cantidad de películas bastante importante».

Dependiente del Ministerio de Planificación del Desarrollo, este programa fue puesto en marcha en 2019 y financió diversos proyectos artísticos y culturales, pero luego desapareció y a la fecha no hay ningún plan estatal similar.

Boulocq insistió en la importancia de que las autoridades «vean que cuando existe un fomento a la cinematografía, la respuesta es prácticamente inmediata» y «el impacto que están teniendo nuestras películas a nivel internacional es una muestra de ello».

«Así es que si bien estamos en un momento de un gran impulso donde vemos toda una generación que está empujando para hacer cine, que está con toda la energía, necesitamos la contraparte. Sino eso va a caer en saco roto», indicó.

«EL VISITANTE»

Precisamente los fondos del PIU «fueron claves» para que «El visitante» de Boulocq «pueda existir», según comentó el cineasta, que también resaltó que esta financiación le permitió hacer por primera vez «cosas un poquito más ambiciosas» en la producción, como rodar escenas en un templo con más de 200 extras.

«El visitante» narra la historia de Humberto, un exconvicto que intenta redimirse tras una tragedia y reconectar con su hija adolescente que ha quedado bajo el cuidado de sus abuelos, un pastor evangelista y su esposa.

El título del filme, el cuarto que realiza Boulocq, hace referencia a ese «personaje marginal», «que entra y sale, que está en el umbral entre dos mundos» y también a una relación entre el padre y la hija, «pero también a ciertas personas en rebeldía con respecto a cierto orden social», comentó.

El protagonista es el cantante lírico Enrique Araoz, quien sin proponérselo terminó siendo el «detonador» de la idea inicial para la película, pues después de que Boulocq lo escuchó cantar surgió el boceto de su personaje «que utiliza la voz como instrumento para conmover a las personas».

«Posteriormente le añadí esta idea de que la voz podía ser utilizada también como instrumento de otras maneras, como instrumento político, como instrumento religioso y ahí se va armando lo que ahora es la película», agregó.

La película, que es una coproducción con Uruguay, se estrenó en el Festival de Tribeca en 2022, en el que Boulocq y el también boliviano Rodrigo Hasbún se llevaron el galardón a Mejor Guion en la sección internacional por el filme, un premio que repitieron en el Festival de Cine de Lima en agosto pasado.

También recibió el premio a la Mejor Realización Técnica y Tratamiento de Temáticas Sociales en Competencia Latinoamericana en el Festival de Mar del Plata en noviembre y a Mejor Película en el Festival de Cine de Antalya, entre otros galardones.

Para Boulocq, «ha sido una grata sorpresa el recorrido que ha tenido la película» por los premios logrados, pero sobre todo por la oportunidad de «poder mostrar a otros países, a otros públicos, a otras culturas un pedacito de lo que es» Bolivia «y de las cosas que nos inquietan» a sus habitantes.

Con el estreno en puertas en su tierra natal, el cineasta espera «fomentar cierto debate» en torno a temáticas como las paternidades, o la función estructural de las iglesias evangélicas en la sociedad, o las tensiones entre un padre que hace lo que puede para dar una vida digna a su hija que se ha criado «en un contexto cómodo».

Boulocq ha triunfado antes en festivales internacionales con sus filmes «Eugenia» (2017) y «Lo más bonito y mis mejores años» (2005).

Gina Baldivieso