San José, 22 jul. (EFE).- La secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, abogó por una mayor cooperación horizontal y el fortalecimiento del multilateralismo para afrontar en América Latina y el Caribe los desafíos para la reactivación económica y el fortalecimiento del sector agricultura, en el contexto de la pandemia de la COVID-19.
Grynspan participó en la cuadragésima reunión de Comité Ejecutivo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en la que resaltó la necesidad de acudir al multilateralismo como una herramienta para buscar soluciones conjuntas, informó este miércoles el IICA.
“Las respuestas que hemos visto al COVID-19, especialmente al principio, han sido nacionales a un problema global, hemos dado una respuesta fragmentada y local, lo que muestra un proceso de debilitamiento del sistema multilateral que nuestros países deben evitar y alzar su voz a favor del multilateralismo”, declaró la secretaria general iberoamericana.
Grynspan resaltó que para solventar los problemas de desarrollo que planteó la crisis sanitaria es necesario atenderlos de manera multidimensional a través de cooperación regional, trabajo en redes, el intercambio de conocimiento, la búsqueda del progreso de las zonas rurales y urbanas, entre otras.
“Se requiere una cooperación horizontal donde reconozcamos que ninguno de nosotros tiene las respuestas, que es en el diálogo, en el intercambio, en el respeto a la experiencia del otro, en la construcción colectiva, en la que vamos a poder encontrar las respuestas. No hay tiempo ni recursos para resolver solos los problemas”, dijo.
Grynspan subrayó que “tenemos la posibilidad de usar nuestras capacidades para transformar nuestro mundo rural, humanizar este continuo entre la ciudad y el campo, para poder ofrecer una economía más verde, más azul».
«Podemos empujar por una sociedad digital que cierre las brechas en lugar de abrirlas, pelear por la igualdad de oportunidades y por un mundo más equitativo, dentro de un momento en que las desigualdades tienden a abrirse”, agregó.
En la sesión del Comité Ejecutivo del IICA también participó el miembro del Consejo Asesor para la Seguridad Alimentaria de las Américas, Cassio Luiselli, quien señaló la «situación paradójica» que se vive en Latinoamérica y el Caribe, pues se trata de «una región con un enorme potencial, pero esencialmente los problemas de la desigualdad nos siguen frenando y generando problemas de seguridad alimentaria”.
Luiselli explicó que para paliar los efectos de la crisis que está provocando la pandemia en la región, es prioritario el apoyo a la agricultura familiar con insumos como semillas y fertilizantes, además del acceso al crédito para los productores, revisar los sistemas alimentarios, fortalecer y dotar las cadenas productivas de valor agregado, reformas institucionales y garantizar el comercio internacional.
“Las tareas principales son alivio a la demanda, apoyo en la oferta y salvaguardar el comercio abierto. El comercio internacional tiene que permanecer abierto sin estrangular las cadenas de oferta, sin pretextos de poner obstáculos administrativos y convertir esto en una barrera no arancelaria», concluyó.
En la reunión del Comité Ejecutivo del IICA los países dieron al director general del instituto, Manuel Otero, el apoyo unánime a su gestión, así como a las acciones de transformación del organismo e iniciativas de apoyo a los países durante la pandemia.
«Más allá del aislamiento que nos imponen las circunstancias, estamos más cerca de los países, con más capacidad de interpretar demandas, responder a sus problemas y generar las respuestas adecuadas. El diálogo y las alianzas que hemos encarado con el sector público y privado, las propuestas que hemos preparado, están generando una gran cercanía”, dijo Otero.
