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4 de mayo de 2024

Las ventas del mercado editorial brasileño se redujeron en un 40 % desde 2006

Río de Janeiro, 15 jun (EFE).- Las ventas del mercado editorial brasileño sumaron 4.100 millones de reales (unos 852,4 millones de dólares) en 2022, un valor en un 40 % inferior al de 2006, según un estudio divulgado este jueves por empresas del sector.

De acuerdo con el estudio elaborado por el Sindicato de Editores de Libros, la Cámara Brasileña de Libro (CBL) y la firma Nielsen BookData, las ventas comenzaron a caer en 2014, cuando Brasil enfrentó una histórica recesión, y desde entonces sólo ha tenido dos años de tímida recuperación en las ventas, 2019 y 2021.

El presidente de la Cámara Brasileña del Libro, Sevani Matos, atribuyó esa caída a la reducción del número de lectores en Brasil y citó un estudio publicado en 2020 que reveló que Brasil había perdido 4,6 millones de lectores entre 2015 y 2019.

«Los resultados mostrados por el estudio reafirman que el mercado editorial sigue acompañando el escenario macroeconómico de Brasil», dijo el presidente del Sindicado de Editores, Dante Cid, al citar el aumento de la inflación, los altos intereses y el desempleo como causas de la caída de las ventas de libros.

Para Mariana Bueno, economista de Nielsen BookData y responsable por el estudio, pese a que el sector aumentó los precios para intentar elevar su facturación, el número de ejemplares vendidos se redujo en un 30 % desde 2006.

La facturación se mantuvo relativamente estable entre 2006 y 2013, pero en 2014 bajó un 5,2 %, se desplomó un 12,6 % en 2015 y continuó cayendo en los años siguientes, hasta 2018, cuando Saraiva y Cultura, dos de las mayores redes de librerías del país, se declararon en quiebra.

El sector llegó a crecer un 6,1 % en términos reales en 2019 pero al año siguiente las ventas se desplomaron un 12,7 % como consecuencia de la crisis provocada por la pandemia, y un año después la facturación reaccionó y creció 2,5 %.

De acuerdo con el estudio, los libros cuyas ventas más cayeron entre 2006 y 2022 en términos reales fueron los científicos, técnicos y profesionales, con una bajada de su facturación del 56 %, seguidos por los didácticos (-43 %).