Lima, 3 abr (EFE).- La crisis en la mayor empresa estatal peruana, Petroperú, ha alertado sobre el peligro del reparto de cuotas entre afines al Gobierno y la pérdida de enfoque estratégico, que hizo necesaria una recomposición al más alto nivel para recuperar credibilidad en una coyuntura externa complicada.
La petrolera peruana está a cargo del transporte, refinación, distribución y comercialización de combustibles en el país y, dada la magnitud de sus actividades, es el principal contribuyente del Estado.
Obtuvo ingresos por 3.122 millones de dólares en 2020, pero esas cifras, en el año de las restricciones por la pandemia, ya mostraban una caída respecto a los más de 4.600 millones de dólares del 2019 y a los casi 5.000 millones de dólares del 2018.
En marzo último, las calificadoras de riesgo Fitch y Standard & Poor’s rebajaron la calificación de la compañía, que había emitido 3.000 millones de dólares en bonos para financiar sus proyectos, debido a los problemas que tuvo para contratar un auditor externo para sus estados financieros del 2021.
REMOCIÓN DE DIRECTORIO
La Junta de Accionistas de Petroperú, integrada por los ministerios de Economía y Energía y Minas, entre otros sectores, presionó para lograr la salida del anterior gerente general, Hugo Chávez, y modificó el directorio en pleno, tras la urgencia expresada por el contralor general, Nelson Schack, para aplicar una medida de ese tipo.
«Ha habido, sin duda, un problema serio de gobierno corporativo que ha hecho que la empresa pierda confianza y credibilidad, no sólo por parte de los inversionistas, sino también por parte de la sociedad», declaró a Efe el presidente de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos, Felipe Cantuarias.
El exasesor de la presidencia de Petroperú en el Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) expresó que esta compañía «es un reflejo de lo que se ha estado viendo a nivel de los ministerios, sustituyendo muchos funcionarios profesionales, funcionarios probos, y poner mucha gente del partido (Perú Libre), mucho amiguismo».
Cantuarias agregó que si se mantiene el directorio o se nombra uno nuevo «sobre la base de los amiguismos y compadrazgos, y cuotas de poder», no se podrá «recuperar la reputación y la credibilidad de Petroperú», con el consecuente problema para el Tesoro Público, que tendrá que responder por sus deudas financieras.
SEÑALES PARA EL SECTOR
A su vez, el director gerente de la consultora Enerconsult, Carlos Gonzales, declaró a Efe que el último directorio «no encaminó como debía de haberlo hecho debidamente a Petroperú y permitió que haya estos entuertos con la anterior Administración general».
«Creo que la recuperación de la confianza, de la credibilidad de la imagen que tenía Petroperú es posible, pero siempre y cuando haya algún tipo de señal hacia el sector financiero y hacia la industria petrolera mundial», añadió Gonzales.
La primera señal adoptada por la Junta de Accionistas fue la modificación del directorio y el nombramiento este sábado del experimentado ingeniero Humberto Campodónico como su presidente, un cargo que ya había ocupado entre 2011 y 2012.
Poco después de conocerse la designación de Campodónico, el presidente peruano, Pedro Castillo, saludó el nombramiento de los nuevos integrantes del directorio y les auguró «éxitos a la nueva gestión de tan importante empresa del Estado».
RETOMAR LA PRODUCCIÓN
En paralelo a la nueva plana directiva, Gonzales opinó que otra señal positiva sería el anuncio de tener un socio operador para ingresar a la producción del amazónico lote 192, donde ya tenía un acuerdo con la canadiense Altamesa, pero que después lo desconoció.
«No está bien decir que todos los lotes pasen a Petroperú porque eso excede su capacidad financiera», indicó el experto en economía de contratos petroleros.
Por su parte, Cantuarias recordó que más de 60 ejecutivos de la empresa fueron despedidos al inicio del gobierno de Castillo y en los últimos meses se observó que Petroperú buscaba convertirse en un «todoterreno», que incluía trabajar en la masificación del gas natural.
«Entonces, si uno pierde el enfoque estratégico, quiere abarcar todo y no tiene la gente capacitada para hacerlo, inevitablemente comienzas a tener problemas de eficiencia y de gestión», afirmó.
El futuro de la compañía en los próximos años tiene que estar enfocado en la sustitución progresiva de los combustibles fósiles, en tanto participa en la producción de crudo en la selva para abastecer la nueva refinería de Talara, anotó Cantuarias.
Mónica Martínez
