fbpx
26 °C Asunción, PY
29 de abril de 2024

A semanas de que expire el auxilio financiero, cartera COVID-19 aún representa el 12,7% de los créditos

Las medidas de flexibilización financiera terminarán a fin de año, según ya adelantó el Banco Central. La cartera remanente de estas renegociaciones asciende actualmente a G. 13,3 billones.

Agente del sector financiero afirma que la eliminación de esta herramienta tendrá un impacto moderado en la morosidad, pero que ya es hora de retirar este tipo de estímulos.

La cartera de créditos renegociados bajo los términos de las denominadas “Medidas Excepcionales COVID-19” asciende a un valor de G. 13,3 billones al cierre de septiembre. De este modo, todavía representa el 12,7% de la cartera total de créditos, que llega a los G. 105,3 billones al mencionado periodo, a pocas semanas de la eliminación de la ayuda transitoria. 

Cabe recordar que estas medidas fueron otorgadas por el Banco Central del Paraguay (BCP) a agentes del sistema financiero, para poder negociar obligaciones crediticias en el contexto de la crisis sanitaria y económica generada por la pandemia, sin incidencia en las previsiones o en las calificaciones del cliente. De hecho, se extendieron por seis meses más de lo que estaba previsto en un principio. 

Actualmente, ante el proceso de recuperación de la economía, la banca matriz ha optado por retirar estos estímulos. En este contexto, las operaciones que hayan sido negociadas en la cartera remanente de medidas COVID continuarán con su misma operativa hasta la extinción de las obligaciones, pero las nuevas renovaciones, refinanciaciones y reestructuraciones se realizarán normalmente desde enero. 

Al ser consultado sobre este tema, Oscar Diesel, presidente del Banco Río, consideró que es un momento oportuno para el retiro de estas medidas, atendiendo al escenario de recuperación de la economía. Afirmó que fueron útiles durante los meses más duros de la pandemia, pero que deben ser dejadas de lado para que continúen siendo una opción contracíclica para tiempos difíciles que eventualmente puedan volver. 

“Las medidas ayudaron a darle la oportunidad a ese grupo de gente a beneficiarse y a las entidades bancarias, a apoyarlos. Pero no es sano que permanezcan en el tiempo, es sano que sea solo por un tiempo, a nadie le interesa perjudicar a un cliente, y los bancos han acompañado más que antes”, refirió. 

Dijo que es probable que la eliminación de las medidas COVID-19 tengan cierto impacto sobre otras variables, como la morosidad o la cartera “RRR” (renovadas, renegociadas y refinanciadas). Sin embargo, apuntó que esto servirá para sincerar las cuentas del sistema financiero sin representar ningún riesgo para la estabilidad, ya que no hay peligro de que las deudas se disparen por encima de lo soportable. 

“El corte va a afectar a la morosidad, el desafío es que no afecte tanto, es lógico que suba la mora. Es sinceramiento de la realidad del mercado que viene bien para saber cuál es la realidad, no para asustarse sino para ocuparse, tanto para el sector de los clientes morosos como para las entidades que acompañan a esos clientes. En el país nos acostumbramos a ver números muy bajos de mora y el promedio del 2% es demasiado bueno”, recalcó.