La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) informó que al cierre de la primera mitad del año la molienda acumulada de oleaginosas llegó a 1.340.014 toneladas, lo que representa una disminución del 5% en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Desde el ente destacaron que se trata del menor valor registrado para la primera mitad del año desde el 2013, cuando aún se estaban construyendo algunas de las fábricas que funcionan actualmente.
“Si comparamos el volumen de este 2022 con el promedio para el primer semestre de los últimos tres años, la caída es aún más significativa y llega al 18%, cerca de 285.000 toneladas menos. De esta forma, se va sintiendo de manera cada vez más marcada el impacto de la situación generada por la sequía, con el quiebre de la zafra de más del 60%”, reza el informe hecho por la Cappro.
En el boletín afirman que otro problema derivado de la baja producción es el desabastecimiento en la industria aceitera. Para los próximos meses se espera que esta tendencia se vaya profundizando e incluso todo apunta a que las fábricas tendrán condiciones para trabajar apenas hasta agosto, viéndose forzadas a parar, cuando normalmente trabajan todo el año.
A su vez, esto afectaría en gran parte al empleo y, por tanto, desde el gremio ya adelantaron que podrían solicitar al Instituto de Previsión Social (IPS) la suspensión del aporte obrero patronal en tanto consigan encontrar medidas paliativas a la difícil coyuntura actual.
La Cappro advirtió también que la tendencia es que el año cierre con números de caída aún más significativos a los que se registraron hasta el momento, ya que el desabastecimiento de materias primas de las fábricas se va sintiendo de manera cada vez más marcada.
“A pesar de la aprobación del decreto para hacer posible la importación de granos para la industria, el mismo está pendiente de reglamentación y los tiempos prácticamente ya no coinciden con la ventana de oportunidad para concretar compras”, reza el informe.
Según la Cappro, durante la primera mitad de este año, el volumen total de exportaciones de aceite, harina y granos de soja en estado natural llegó a 2,89 millones de toneladas, una caída en torno a los 2 millones de toneladas en comparación con el mismo periodo del 2021.
“La retracción se va haciendo más evidente conforme avanzan los meses y el importante quiebre que se sufrió en la actual zafra se va haciendo manifiesto en los datos de comercio exterior, que cerraron el primer semestre como el menor valor registrado desde la última gran sequía del 2012”, sostienen.
Por último, el gremio recalcó que el segundo semestre será todavía más complicado ya que los volúmenes declarados de procesamiento y exportación de granos ya representan más del 80% de la estimación de producción agrícola.
“Desde la Cappro estamos convencidos de que en el futuro estas situaciones se pueden evitar o minimizar, para lo cual una política industrial que le permita al sector competir en igualdad de condiciones con las industrias de otros países por el abastecimiento de materias primas es de vital importancia y permitirá la consolidación de la actividad y el desarrollo de toda la cadena de valor”, puntualiza el boletín.