De acuerdo con los datos del balance energético nacional 2023, elaborado por el Viceministerio de Minas y Energías, el consumo final de energía en 2023 alcanzó los 6.197,7 ktep, un ligero crecimiento del 0,9% respecto al 2022. En este sentido, el único segmento que creció es la electricidad (9,1%), mientras que el consumo de derivados del petróleo disminuyó 0,6% y los productos de la biomasa decrecieron en un 1,9%.
El incremento registrado en el consumo de electricidad significó un crecimiento de 1,7 p.p. en su participación, debido a una menor participación del consumo de productos derivados del petróleo y biomasa. Asimismo, el consumo de productos derivados del petróleo mantuvo niveles similares al 2022, con un ligero decrecimiento del 0,6%.
Es importante señalar que el consumo final de energía eléctrica alcanzó los 15.993,6 GWh en 2023, un incremento del 9,1%, superando la tasa de crecimiento acumulada del 6,0% observada entre los años 2012 y 2022, lo que señala una aceleración notable en la demanda eléctrica en el lapso de un año.
El sector residencial sigue siendo el de mayor demanda, con el 41,8% del total de consumo registrado. En el año de estudio, el consumo de electricidad total por unidad de PIB resultó en 0,319 kWh/guaraní.
CONSUMO RESIDENCIAL
Según el documento, en 2023, el sector residencial tuvo una participación del 25,4% en el consumo final de energía, es decir 1,2 p.p. menos que lo registrado en 2022. En este comportamiento incidió directamente la proporción de hogares que utiliza leña para la cocción de alimentos, la cual decreció cerca de 2,0 p.p., en particular, en el caso de los hogares rurales la proporción cayó en 4,0 p.p.
En contraste, la proporción de hogares que utiliza electricidad para este fin se incrementó en 3,2 p.p. que se explica en gran medida por el aumento de tenencia de artefactos eléctricos. En términos absolutos, el sector consumió 1.577,2 ktep en 2023, cayendo un 3,5% respecto al 2022, mientras el consumo de electricidad en el sector creció en 5,9%.
CONSUMO EN EL TRANSPORTE
De acuerdo con los resultados, el sector transporte alcanzó una participación del 34,2% del consumo final de energía, es decir, consumió 2.122,2 ktep en 2023, lo que significó un decrecimiento del 1,4% respecto al 2022. Cerca del 99% del consumo del sector corresponde a la modalidad carretera.
Alrededor del 90% del consumo de energía en el sector transporte corresponde a productos derivados del petróleo, el 10% restante corresponde a etanol, utilizado en la mezcla con gasolinas y biodiesel utilizado en mezcla con diésel.
Asimismo, la proporción de mezcla de etanol en gasolina de motor cayó 2,2 p.p., mientras que la mezcla de biodiesel en diésel creció 0,9 p.p. Mientras que el volumen de biocombustibles líquidos mezclados con derivados del petróleo crecieron en 1,1%.
CONSUMO EN LA INDUSTRIA
El consumo en la industria manufacturera en 2023, alcanzó 1.702,2 ktep, un crecimiento del 5,9%. El 79,0% del consumo de la industria corresponde a productos de la biomasa, dentro de los cuales el 89,9% corresponde a leña y bagazo.
Por su parte, la industria de alimentos, bebidas y tabaco absorbe el 41,2% del consumo total de leña y bagazo. Mientras el consumo de electricidad representa el 14,0% del consumo total de la industria, seguido en menor proporción por los productos derivados del petróleo. El crecimiento observado está vinculado al crecimiento de la actividad manufacturera, la cual verificó un crecimiento interanual del 3,1%.
CONSUMO DE ENERGÍA RENOVABLE
El consumo de energía renovable alcanzó 3.885,3 ktep y representó el 62,7% del consumo final total de energía, un 2,0% respecto al registrado en el año precedente, impulsado básicamente por el crecimiento en el consumo de electricidad.
En el mencionado año, el 40,9% del consumo de energía renovable corresponde al sector industria, seguido del sector residencial (38,8%), otros sectores (15,1%) y el de transporte (5,2%), este último a partir únicamente de los productos de la biomasa líquida (etanol y biodiesel).
En el caso del sector industrial, el 85,0% de la energía renovable consumida corresponde a la biomasa sólida y el 15% a electricidad, donde se incluye la autoproducción. En el caso del sector residencial, la biomasa sólida representó el 61,8%, proporción que experimenta un marcado repliegue en los últimos años como consecuencia del sostenido crecimiento en el uso de la electricidad.