A través de un decreto, el Poder Ejecutivo autorizó este jueves el reajuste del 5,1% del salario mínimo, cifra establecida por el Consejo Nacional de Salarios Mínimos (Conasam). Con esto, el aumento del jornal vigente fue de G. 130.065 y queda en un monto total de G. 2.680.373, el cual regirá desde este mes de julio.
Este es el segundo ajuste más pronunciado de los últimos años, ya que a mediados del 2022, cuando la tasa inflacionaria se encontraba en picos extremos para el país y llegaba a un 11,4%, el Poder Ejecutivo había decretado un incremento de G. 260.983 para el jornal mínimo.
El cálculo es realizado de forma anual, sobre la base de la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) -la medición de la inflación realizada mes a mes por el Banco Central del Paraguay (BCP)- y es estudiado por el Conasam, que cuenta con representantes del sector sindical, patronal y del Gobierno.
Además del reajuste del salario mínimo, que alcanza a unos 400.000 trabajadores, este monto también ajusta el salario mínimo para actividades específicas, como transportistas, el sector agrícola y ganadero.
Es importante mencionar que este reajuste se da en medio de una controversia por parte del sector obrero, quienes rechazan este monto y sostienen que el salario mínimo debe estar en torno a los G. 3.500.000, debido a la gran pérdida del poder adquisitivo que ha tenido la población en los últimos años.
En su momento, desde el sector ya habían mencionado que es “imposible vivir con un salario de G. 2.500.000”, ya que la canasta básica presenta un costo muy alto dentro del mercado.
Así mismo, señalan que si bien todos los años existe una pequeño aumento, este no se siente ya que los costos de los productos también son ajustados al alza, lo que genera otro nuevo problema para el trabajador, entrando en una “bicicleteada interminable”.
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En este punto, es importante mencionar que de acuerdo con un estudio de Bloomberg, Paraguay posee el cuatro mejor jornal mínimo dentro de la región sudamericana, por encima de Brasil y Argentina, dos grandes potencias económicas.
Sin embargo, si bien se cuenta con un buen salario base dentro de la región, en términos nominales, la clase trabajadora no lo siente debido a que más de 1.700.000 personas se encuentran en la informalidad laboral y no llegan a percibir ni siquiera el monto del salario mínimo.