El Banco Central del Paraguay (BCP) resolvió días atrás extender el plazo para flexibilizar las normas en el sistema financiero, de manera a que los agentes puedan realizar refinanciaciones y reestructuraciones de préstamos a sus clientes.
Esto, en el marco de una falta de inicio pleno de recuperación económica y muchos segmentos que todavía tienen problemas para hacer frente a sus obligaciones crediticias.
La calificadora internacional de riesgos Moody’s considera que esta medida evita que la rentabilidad de los bancos refleje de momento el verdadero alcance del costo de este tipo de movimientos.
Cabe recordar que estas reestructuraciones son contabilizadas hasta el momento como “medidas Covid” y no han ingresado todavía a la cartera de préstamos reestructurados.
La calificadora destaca que estas extensiones de plazos para la reestructuración de créditos tendrán un efecto negativo en la cartera de créditos de los bancos paraguayos, ya que obstruyen la proporción real de préstamos vencidos sobre la cartera.
“El plazo original era el 30 de junio de 2021 y fue extendido por seis meses más hasta el 31 de diciembre del corriente año. Esta extensión es negativa en términos crediticios para los bancos paraguayos porque impedirá que exista claridad con relación a los indicadores de cartera en mora”, explica Moody`s, en el informe difundido este lunes.
Sin embargo, desde el BCP se afirma que esta es una medida de ayuda para el momento de crisis económica por el que pasa el país.
Según se afirma en el análisis realizado por Moody’s, a enero de este año un 18% de los préstamos totales en Paraguay estaban bajo el rótulo de las medidas especiales establecidas por el BCP en el marco del COVID-19
En el documento se destaca el ejemplo del Banco Regional, que tenía hasta un 31,7% de su cartera bajo las condiciones especiales de flexibilización.
Boletín del BCP
Los últimos datos publicados por la banca matriz sobre este indicador dan cuenta de que la cartera total de medidas excepcionales COVID-19 es de un total de G. 18 billones, lo que representa unos USD 2.812 millones.
Efectivamente, esto supone una proporción en el orden del 18% sobre la cartera total de créditos del sistema bancario local, que alcanzó al cierre del primer bimestre los G. 100 billones.
