El presidente de la República, Santiago Peña, anunció en la fecha que “a fin de ordenar las finanzas públicas y reactivar sectores claves de la economía y el bienestar de los paraguayos”, remitió al Congreso de la Nación el Proyecto de Ley “Por el cual se establecen medidas extraordinarias de gestión para las finanzas públicas”.
El jefe de Estado aseguró que su gobierno prioriza el bienestar de las personas, poniendo en orden las finanzas públicas. Por ello, y ante “las múltiples deudas heredadas de la administración anterior” mayoritariamente con los sectores de la construcción y de la salud, envía la citada iniciativa al Legislativo para la reactivación de estos segmentos.
“Con esto estaremos dando una solución a estos sectores que han sido fuertemente golpeados por el incumplimiento del compromiso por parte del Estado, generando pérdidas de empleo en sectores vulnerables, así como el desabastecimiento de medicamentos para la gente que más los necesita”, enfatizó el mandatario en un video difundido a través de sus redes sociales.
Peña agregó que esta medida responde al firme compromiso de llevar adelante un gobierno ordenado y responsable, con soluciones pensadas en el bienestar de todos los paraguayos para lograr sin retraso “el país que todos queremos”.
Es importante explicar que, mediante este proyecto de Ley, el Ejecutivo busca la autorización del Congreso para emitir nuevas deudas por alrededor de USD 600 millones a fin de pagar las deudas con los sectores mencionados.
Déficit Fiscal
Las autoridades de la cartera económica ya habían adelantado que se presentaría esta solicitud y que con ello el déficit fiscal para este año iría al 4,1% del Producto Interno Bruto (PIB), muy por encima de lo aprobado en el presupuesto de este año, que fue de 2,3% del Producto.
El ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, había explicado que podrían optar por emitir bonos soberanos o en menor medida recurrir al mercado local, o prestar de los organismos multilaterales, pero recién en el 2024, es decir, estos compromisos formarían parte de la deuda flotante del próximo año.
“Lo que se va a hacer es imputar en este año y el pago efectivo, en febrero. El pago que se tiene para toda deuda flotante (va) hasta finales de febrero, se va a pagar hasta finales de febrero, pero ya va a ser deuda flotante del año 2023 y el origen de financiamiento van a ser los bonos que se emitan en el 2024 junto con los bonos que se necesitan para el presupuesto del año que viene”, había detallado Valdovinos.
Además, cabe recordar que a finales del mes de agosto la cartera económica había llegado a un acuerdo con estos dos sectores, realizando un plan de pago que inició este mismo mes y lo restante se honraría en su totalidad el próximo año.
