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18 de mayo de 2024

Riesgos externos se atenúan pero siguen siendo una amenaza, advierte el Banco Central

De acuerdo al último informe de Política Monetaria (IPOM) publicado por el BCP, los riesgos globales de inflación y recesión económica se han moderado desde la última revisión, sin embargo, aún persisten.

Algunos de estos factores se basan en la desaceleración económica mundial, conflictos geopolíticos y la crisis inmobiliaria de China. Estos son algunos ámbitos que deberían ser de atención en el 2024.

El Banco Central del Paraguay (BCP) publicó recientemente el informe de política monetaria IPOM,  en el que se destaca que los riesgos derivados del entorno internacional han experimentado una disminución desde el último informe en septiembre, aunque siguen siendo motivo de atención. Entre los factores que podrían afectar la economía global se encuentran la desaceleración mundial y posibles tensiones geopolíticas que podrían impulsar al alza los precios del petróleo.

Se señala que la desaceleración global mayor a la esperada y un eventual aumento en los precios del petróleo debido a tensiones geopolíticas son las amenazas más relevantes en la actualidad. Además, se destaca la fragilidad del sector inmobiliario en China como un factor que, de profundizarse, podría afectar las perspectivas económicas a nivel mundial.

En el ámbito de los commodities, se menciona que los efectos del fenómeno del Niño continúan generando riesgos al alza en los precios de los alimentos a nivel internacional. Sin embargo, la desaceleración global podría contrarrestar estos efectos, manteniendo estables o reduciendo los precios de los commodities agrícolas y energéticos.

Ámbito local

A nivel local, se observa una mitigación de riesgos derivados del factor climático, especialmente en el sector agrícola. A pesar de las preocupaciones previas sobre la insuficiencia de lluvias en la región oriental, las condiciones favorables han persistido en los últimos meses, beneficiando la producción de soja. Sin embargo, se señala que el exceso de precipitaciones asociado al fenómeno del «Niño» podría afectar negativamente al sector de la construcción, mientras que sería positivo para la generación de electricidad.

Por último, se destaca la importancia de estar atentos a la evolución de los precios del petróleo, que recientemente experimentaron presiones al alza debido a ataques a buques mercantes en el Mar Rojo, generando ciertas disrupciones en rutas marítimas clave para el comercio global. Este escenario podría tener implicaciones significativas en los precios de los combustibles y los términos de intercambio para los países exportadores de alimentos.

Perspectiva de crecimiento mundial 

En el informe se indica que las perspectivas de crecimiento de la economía mundial han mejorado levemente para el 2023 con relación a las presentadas en el IPoM de septiembre. Esto se debió, principalmente, a una mejora en las perspectivas de crecimiento para Estados Unidos y China. La economía estadounidense siguió mostrando resiliencia, mientras que China dio ciertas señales de recuperación. No obstante, las economías de la Eurozona continuaron con un estancamiento generalizado.Cabe señalar, que persisten ciertos riesgos como la profundización de los conflictos geopolíticos, una política monetaria restrictiva por más tiempo de lo esperado por parte de las economías desarrolladas y un eventual debilitamiento de la economía mundial. 

Por otra parte, las tasas de inflación continuaron exhibiendo señales de moderación en economías avanzadas durante el tercer trimestre, aunque las mismas siguen siendo superiores a sus respectivas metas. Desde el informe anterior, los precios de los commodities agrícolas han presentado un comportamiento mixto, mientras que los precios de los energéticos han mostrado una trayectoria descendente. 

Los riesgos derivados del ámbito externo se han atenuado con respecto a los señalados en el IPoM de septiembre, sin embargo, estos aún persisten. Un menor impulso externo ante una desaceleración global mayor a la esperada y un eventual aumento del precio del petróleo ante la intensificación de las tensiones geopolíticas son las amenazas más relevantes actualmente. 

Una profundización de las fragilidades del sector inmobiliario en China, además de deteriorar las perspectivas de dicho país, afectarían la dinámica esperada para la economía global. En cuanto a los precios de los commodities, los efectos del fenómeno del Niño siguen generando riesgos al alza en los precios de los alimentos a nivel internacional, mientras que la desaceleración global podría contribuir a mantener estables o a reducir los precios de los commodities agrícolas y energéticos. 

Por otro lado, los recortes en la oferta y el escalamiento de las tensiones geopolíticas podrían incrementar los precios del petróleo o, al menos, generar una mayor volatilidad. 

Recientemente, los precios del crudo mostraron ciertas presiones al alza debido a los ataques a buques mercantes en el Mar Rojo, generando ciertas disrupciones en rutas marítimas que son claves para el comercio global. En este sentido, y como se mencionó en el informe anterior, además de los riesgos al alza en los precios de los combustibles, una divergencia en la evolución los precios de los commodities energéticos y alimenticios podría deteriorar los términos de intercambio de los países exportadores de alimentos. En el ámbito local, los riesgos derivados del factor climático también se han mitigado en los últimos meses. Como se indicó en el informe anterior, el panorama para la agricultura -producción de soja- se había vuelto más favorable hacia finales de octubre por las últimas precipitaciones registradas. 

Estas condiciones positivas se han mantenido en los meses subsiguientes. Si bien se había señalado un aumento en la probabilidad de niveles insuficientes de lluvias en la zona norte de la región oriental, este riesgo se ha atenuado en el periodo reciente. Eventualmente, en un escenario de exceso de precipitaciones por el fenómeno del “Niño”, el sector de las construcciones podría verse afectado negativamente, mientras que, para la generación de electricidad sería un factor positivo.

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