Javier Giménez, ministro de Industria y Comercio, habló respecto al impacto del reciente reconocimiento de grado de inversión obtenido por Paraguay y cómo este hito posiciona al país en el mapa global de inversiones.
También, destacó los desafíos que atravesó la institución durante su primer año de gestión y los logros alcanzados en sectores clave como el industrial y comercial. Asimismo, el ministro detalló los planes para seguir impulsando la industrialización y la competitividad del país.
- Hace unas semanas atrás, Paraguay logró el anhelado grado de inversión, ¿Qué implica esta calificación para nuestro país?
Es un sello de calidad que coloca a Paraguay en una posición muy envidiable. Es una bandera que dice que en el país se hacen las cosas bien, que se tiene políticas macroeconómicas muy estables que garantizan el pago de sus cuentas.
Pero no solamente eso, también significa que el país cumple en materia de combate a la corrupción y una serie de parámetros que Moody’s tiene en cuenta y demuestran que Paraguay no solamente tiene un riesgo país bajo, sino que es un lugar donde las inversiones reditúan.
También brinda previsibilidad, una palabra clave en materia de atracción de inversiones, que impacta no solo en el inversor extranjero, sino también local.
- Se habla también que a raíz de esto llegarán numerosas inversiones extranjeras al país. De cumplirse ¿Estas inversiones se materializarán en el mediano o largo plazo? y ¿Qué proporción de ellas se destinará al sector industrial?
Las inversiones ya se vienen dando, por el Ministerio de Industria y Comercio todos los días pasan empresas que vienen a instalarse en el país. Lo hacen porque tenemos regímenes de incentivos muy buenos y atractivos como la ley 6090, de maquila y otros.
Son muchas empresas las que vienen a Paraguay pero no son necesariamente muy grandes. Sin embargo, eso no significa que no llegarán y tampoco, que la inversión extranjera directa y de connacionales no esté creciendo.
El grado de inversión incrementa aún más ese atractivo, por lo que vendrán tiempos muy buenos de inversión, no solamente extranjera, sino nacional, lo que redituará en la creación de empleos.
- En su opinión ¿Es probable que las dos calificadoras restantes también otorguen al país la calificación de grado de inversión en el corto plazo?
Absolutamente. No creo que las otras dos calificadoras (Fitch Ratings y Standard & Poor’s) tengan un análisis muy diferente al de Moody’s. Es solo cuestión de tiempo y vamos a seguir trabajando para ello.
- Por otra parte, en su primer año de gestión ¿Cuáles fueron los principales desafíos y logros en los sectores industrial y comercial?
Hay muchos logros importantes, los que tienen que ver con la simplificación de trámites y la desburocratización, por ejemplo. Cientos de procesos que fueron acortados para que al empresario le sea más fácil tramitar su negocio y llevar adelante su inversión.
Dentro de esa materia se hizo toda una revolución tecnológica dentro del Ministerio, conectándonos también con otras instituciones para que los expedientes corran más rápido. Actualmente, una exportación de maquila se demora unas horas cuando antes tardaba aproximadamente cuatro días.
En materia de comercio, la relación bilateral con la República de China Taiwán nos brinda un arancel cero para la carne de cerdo paraguaya. Anteriormente se exportaban unos USD 15 millones al año, en 2024 ese número ascenderá a USD 30 millones, mostrando una duplicación en los números.
Este tipo de avances es muy importante, ya que afecta a toda una cadena de valor muy importante que parte desde la producción del maíz, uno de los principales alimentos para el cerdo.
Otro hito importante de este primer año, fue liquidar una deuda histórica pendiente sobre el sector de autopartistas. En Paraguay se encuentras las cinco mayores autopartistas del mundo, todas ellas integradas a la cadena de valor de la industria de automóviles de Brasil.
Paraguay produce cables para vehículos que se exportan a Brasil. Esta industria genera mano de obra en torno a unos 8.000 puestos directos, la mayoría conformada por mujeres. Se logró salvar al segmento gracias a una gestión bilateral con Brasil, donde además destaca la figura del presidente de la República (Santiago Peña), que llevó el tema dentro de su agenda y fue acompañado por el MIC. Así, conseguimos eliminar la deuda de la Receita Federal, lo que consideramos un logro importante.
Otro alcance que vale la pena mencionar es que firmamos un convenio histórico para el mejoramiento de la navegabilidad de la hidrovía Paraguay Paraná. Un acuerdo histórico que permitirá navegar mucho más rápido gracias al corte de los pasos de piedra complicados que hacen que en el tramo soberano demore 20 días cuando debería demorar solo cinco. Esto a su vez, traerá millones de toneladas a la hidrovía y permitirá dinamizar a los astilleros.
Respecto a la negociación de la tarifa de Itaipú, el MIC tuvo una participación importante con los demás consejeros, donde el presidente de la República y la Cancillería, lideran la negociación. Mediante un trabajo en equipo, se logró una tarifa histórica que deberá ser muy bien aprovechada y los recursos generados, destinarse a infraestructura y otras áreas relevantes.
Además, se aumentó la mezcla del biodiesel, del 3 al 5%. Ahora, trabajamos para cambiar la ley y llegar a niveles del 10 o 12, para impulsar la industria de energía alternativa y renovable tan importante para Paraguay. Ahora redoblaremos esfuerzos para que en nuestro segundo año, los logros sean más y mejores.
- Tras la exitosa negociación con Brasil sobre Itaipú ¿Cree factible impulsar la electromovilidad en Paraguay en el corto o mediano plazo, o deberá verse como un plan a largo plazo?
Se tiene que trabajar en el corto, mediano y también largo plazo. Paraguay está exportando la mayoría de la energía que le corresponde. Desde el Ministerio de Industria y Comercio, el objetivo es que utilicemos toda nuestra energía en el país y que ya no se exporte a otros países, principalmente a Brasil.
Brasil tiene preferencia en la compra de la energía de Itaipú que Paraguay no consume. Sin embargo, el objetivo es que ya utilicemos internamente todo ese excedente, principalmente en nuestras industrias.
Ese es el trabajo que estamos haciendo, buscando y atrayendo inversiones que se instalen en Paraguay para utilizar este excedente y crear productos. Cuando se transforma la energía en un producto, se brinda 5 a 6 veces el valor de la energía utilizada, además de crear empleos.
Con este cambio, lo que se busca son varias aristas: no solamente generar divisas, sino, generar productos con valor agregado, hacer crecer la inversión, la capacitación y la generación de empleo. Todos estos beneficios serán resultado de la famosa «soberanía energética» que significa utilizar aquello que nos pertenece, para crear oportunidades laborales.
- ¿El aumento de inversiones y el mayor uso de nuestra energía impulsarán la exportación de productos con valor agregado?
Paraguay anteriormente exportaba unas 10 millones de toneladas de soja, pero en la actualidad solo exporta 5 millones. Eso significa que cayó la exportación de soja paraguaya, pero porque se industrializa la mitad del producto. Varias industrias instaladas en el país, transforman el grano de soja en aceite o balanceado para aves o cerdos.
Ese es el camino a seguir, Paraguay debe dejar de exportar cuero, debe que exportar carteras, zapatos, y otros. Nuevamente, la energía juega un papel fundamental en este propósito, ya que cuando se conjugan energía competitiva, materia prima abundante y mano de obra, se generan productos con valor agregado.
- ¿Estos planes incluyen el acceso a nuevos mercados, como cumplir con las exigencias de la Unión Europea y expandirnos a otros continentes?
Esta es una lucha constante dentro del MIC. Independientemente a toda la polémica que se generó a través del acuerdo Mercosur – Unión Europea, el Ministerio siempre defendió y defiende que se debe jugar en esa cancha y ponernos a tono para exportar a la UE, lo que no significa que debamos cambiar nuestra legislación.
Muchas veces es fácil confundirse, la soberanía se mantiene intacta, así como el respeto a las leyes. Sin embargo, para llegar a mercado exigentes, debemos cumplir ciertos requisitos y ajustarnos a los pedidos y requerimientos que demandan.
En caso que un europeo quiera exportar a Paraguay, también deberá cumplir con la legislación local y los requisitos que demande el país al cuál llegará el producto.
Paraguay y el Ministerio de Industria y Comercio, están abocados a pelear por el mercado de la Unión Europea, además de ir en busca de otros.
Al MIC le interesa mucho la agenda del sudeste asiático, por la población de más de 800 millones de habitantes en alrededor de cinco países -sacando China, con quién hay una relación un poco más compleja por las relaciones con Taiwán-. La Unión Europea, el sudeste asiático y el Mercosur -nuestro principal mercado-, están presente en todas nuestras opciones.
- ¿Qué necesita Paraguay para volverse un polo industrial?
Paraguay tiene todas las condiciones, creo que un aspecto fundamental y gran desafío que se debe trabajar mejor, tiene que ver con materia de energía. El país tiene energía abundante, sin embargo, debe mejorar en líneas de transmisión y distribución de la energía para que esta llegue a todos los puntos del país.
Un ejemplo de esto es la mayor represa del mundo (Itaipú), ubicada en la frontera Paraguay – Brasil. Aun así, tenemos problemas de energía en el Chaco, porque la distancia de la represa y este territorio es de aproximadamente 1.000 kilómetros.
Respecto a la caída de la luz y las consecuencias para la industria, tienen que ver con la falta de inversión en líneas de transmisión que brinden soporte a las industrias, un aspecto fundamental para que las mismas sigan creciendo.
Además, nos falta mejorar la logística y la capacitación. De acuerdo a la industria tecnológica, seguimos formando muy pocos ingenieros nuestra universidades. Entonces, cuando se habla de instalar un data center o una industria de microprocesadores, la primera pregunta que sale a colación es ¿Cuántos ingenieros forma Paraguay por año?
Nos falta mejorar en esta materia. Tenemos muchos administradores, abogados, arquitectos, que no tiene nada de malo, pero nos hacen falta más ingenieros y técnicos para los requerimientos de las nuevas industrias. Estamos dando pasos importantes hacia este camino y tenemos muy claro lo que debemos hacer para cumplir con los objetivos.
