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22 de noviembre de 2024

“Se está jugando el segundo tiempo, apuntando a la economía y el comercio”

El nuevo canciller nacional, Federico González, recalca que la responsabilidad de evitar los contagios de COVID-19 recae sobre cada ciudadano. Adelanta que es “muy difícil” que se vuelvan a cerrar las fronteras y la estrategia para la atracción de inversiones consiste en prepararse para la post-pandemia.

Federico González está entre los integrantes del gobierno nacional que vivió a pleno la pandemia de COVID-19. A la experiencia de haber organizado la repatriación de paraguayos que quedaron varados en los primeros meses de la emergencia nacional, se suma ahora la responsabilidad de conducir el relacionamiento del país con el resto del mundo desde el puesto de ministro de Relaciones Exteriores.

En el marco de su reciente asunción, el canciller conversó con MarketData sobre los desafíos que persisten en materia de contención sanitaria y ciudadana frente al nuevo coronavirus, y las exigencias que presentan los tiempos de recuperación económica.

– ¿Con qué ánimos asume la cancillería nacional y cuáles son los principales desafíos en relaciones exteriores, frente al nuevo orden mundial?    

Recibo la enorme responsabilidad de asumir el Ministerio de Relaciones Exteriores. Tengo muchos años en la cancillería y me siento de la casa, pero si le agrego ese componente de la responsabilidad de asumir este cargo para cualquier ser humano, para cualquier paraguayo, y sumado al momento de crisis que estamos viviendo, la responsabilidad es aun mayor. No solamente hay que lidiar con este proceso, apoyando al Presidente de la República (Mario Abdo Benítez) y al Gobierno nacional en todas las medidas que tome, muy drásticas, muy duras, tanto para cerrar – como fue – y muy duras también para abrir porque es un riesgo, puede tener consecuencias.

– ¿Cómo observa la respuesta que debió dar el país a la pandemia de COVID-19 y la adaptación de nuestra economía a los cuidados sanitarios?

En el riesgo está la ganancia. En esa primera etapa, cuando el presidente de la República tomó estas medidas tan drásticas de la cuarentena, de la suspensión de actividades económicas, comerciales, culturales, deportivas, sociales, se jugó y gracias a Dios los resultados son bastante optimistas, bastante positivos. Ahora lo otro, apuntó siempre él (el presidente Abdo Benítez) a priorizar la vida y la salud de la población, tratando de no descuidar la salud de la economía; ahora se está jugando ese segundo tiempo, apuntando a la economía, al comercio, ahí la responsabilidad ya depende de todos nosotros, de la ciudadanía. Forma parte ya de nuestras costumbres actuales, de esta nueva normalidad que hay que vivir, pero aun así cuesta.

– ¿Corremos el riesgo de que se tengan que volver a cerrar las fronteras y cesar las actividades económicas, para detener al virus?

La palabra clave es la responsabilidad, de todos nosotros, como ciudadanos. Yo veo muy difícil que se pueda volver a ese 23 de marzo y confío en cada uno de nosotros, en que tratemos de cumplir los protocolos, eso nos va a ayudar a avanzar en este proceso de seguir abriendo. Se abrió bastante (la actividad económica) pero todavía falta mucho por abrir, que no nos suceda lo que está sucediendo en otras regiones del mundo. Está en nosotros, con la combinación de dos factores fundamentales: la responsabilidad y la conciencia nuestra, como ciudadanía, como población y estirando juntos el carro, con mucha fe en Dios, somos un país bendecido, sigamos haciendo lo necesario para que tengamos esa bendición. No tenemos premios o castigos, es la consecuencia de lo que hacemos.

«Yo veo muy difícil que se pueda volver a ese 23 de marzo y confío en cada uno de nosotros, en que tratemos de cumplir los protocolos».

– Atendiendo al actual contexto de la COVID-19 todavía dominando al mundo ¿Qué estrategias implementará para el posicionamiento de la marca país en los mercados internacionales?

La cancillería, con su red de servicio exterior, con sus embajadas y consulados en distintos países y regiones del mundo, somos la punta de lanza, somos los que vamos abriendo el camino y abriendo mercados para nuestros productos, al tiempo de buscar y atraer inversiones para que vengan a radicarse en el Paraguay. Eso, en tiempos normales, de por sí no es fácil, por un desafío de que todos los países están haciendo lo mismo, entonces uno tiene que presentar su marca país, posicionarla y demostrar por qué es más atractiva que la marca de algún otro país; ahora en plena pandemia, mucho más. Nuestro desafío específico es seguir preparando al país, trabajando coordinadamente con el sector privado, de modo que nuestros productos estén a su vez preparados para el periodo de post-pandemia, que ojalá empiece cuanto antes, para que nuestros productos puedan posicionarse en nuevos mercados.

Tenemos una premisa, desde hace muchos años, que aprendí en mi estadía en Asia. La situación de problema tiene dos caracteres: crisis y oportunidad, concentrarnos en la oportunidad. Tenemos una desventaja y no la podemos negar: el hecho de ser un país en desarrollo sin litoral; hace ya muchos años, como cancillería y como gobierno, apuntamos a convertir esa desventaja en oportunidad y lo estamos haciendo, con el posicionamiento de nuestros productos y el desarrollo de infraestructura. Parecería un contrasentido lo que voy a decir: un país en desarrollo sin litoral en el corazón de Sudamérica se está convirtiendo en el nuevo canal de Panamá de la región.

– ¿Cómo incide el desarrollo de la infraestructura vial del país en la atracción de inversiones?

Está en plena ejecución la ruta Bioceánica, que va a ser la continuación del puente que une Carmelo Peralta con Puerto Murtinho (Brasil), va a cruzar todo el Chaco, llega al norte argentino y de ahí a Chile, une el Atlántico con el Pacífico. A veces no nos damos cuenta de lo que tenemos, pero otros países lo hacen: hay inversionistas chilenos y de otras nacionalidades que ya están adquiriendo propiedades a lo largo de esa ruta – que está en construcción –, mirando ya a futuro, por la proyección y el potencial que tiene. El Chaco está teniendo un desarrollo que para los próximos tres, cinco o diez años va a brindar una plataforma en cuanto a infraestructura para el posicionamiento de industrias internacionales y paraguayas, como un hub regional. La ruta Transchaco no es que se está arreglando, se está duplicando, se está arreglando la actual y se está construyendo una paralela, una vía de ida y una vía de vuelta, en este momento hay más de 800 máquinas trabajando en el Chaco solamente en ese proyecto. Luego está la Ruta de la Leche, están otros proyectos junto con las colonias menonitas, está el acueducto que finalmente es una realidad. Se está invirtiendo mucho en esa región del país, al igual que en otros departamentos, eso nos permite mirar con optimismo el futuro.

«Un país en desarrollo sin litoral en el corazón de Sudamérica se está convirtiendo en el nuevo canal de Panamá de la región».

– ¿Qué perspectivas rodean a la recuperación económica que puede tener el país en los próximos años?

Vemos que el periodo post-pandemia va a presentar un escenario interesante para el desarrollo del país porque producimos lo que el mundo necesita. Al mismo tiempo, nos basamos en proyecciones, estudios y análisis que hacen organismos financieros internacionales, calificadoras, el Fondo Monetario, Internacional, el Banco Mundial, la Cepal, que posicionan al Paraguay en la región como el país que menor impacto económico va a tener y está teniendo, como el país que va a tener el mayor rebote el año próximo y a futuro, como el país con menor efecto negativo en el ámbito laboral – lo establece la Organización Internacional del Trabajo –. Entonces, ¿Cómo no sentirse motivado?         

– ¿Qué lecciones nos deja la pandemia para la conducción del país y la organización de la sociedad?

Es un momento difícil que estamos viviendo como ciudadanos del mundo. De todo lo negativo que presentó y sigue presentando el virus, hay algo positivo que yo rescato: nos recordó y nos recuerda que somos todos iguales, ante Dios y ante la ley, en todo lo que hacemos, no importa el color de nuestra piel, si vivimos en Alemania, en Paraguay o en Corea, si tenemos plata o no, si somos altos o bajos, todos somos iguales, y el efecto es y puede ser el mismo sobre cualquiera de nosotros. Es un llamado a la conciencia también y recuerdo lo que dijo el Papa, en el sentido de que todos estamos en la misma barca y tenemos que remar juntos para salir juntos de esto. Podemos salir mejor o peor, pero nunca iguales, ojalá salgamos mejor de lo que éramos, yo creo que este periodo de crisis apunta a que todo lo mejor de nosotros salga.

Perfil

Nombre: Federico Alberto González Franco

Formación profesional: Abogado, máster en Derecho y en Comercio Internacional

Trayectoria profesional: Diplomático de carrera. Se desempeñó como asesor presidencial, vicecanciller y embajador en numerosos países.

Fotografía: Sergio Cardozo

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