ANÁLISIS
El repunte por el que atraviesa la economía mundial está adquiriendo un ritmo más dinámico del que se esperaba y trae aparejado un importante incremento de precios de productos y servicios.
Al tiempo que avanzan las campañas de vacunación, principalmente en los países avanzados, se van flexibilizando las restricciones sanitarias y las personas se están animando a salir a consumir, lo que fortalece la demanda en los mercados.
Esta situación brinda un espacio a las empresas para incrementar sus costos, ante la expectativa de que sigan incrementándose las ventas a medida que continúe la recuperación económica. Por su parte, la oferta atraviesa por dificultades para acompañar a este mayor dinamismo de la demanda, debido a múltiples factores.
Inflación récord en Estados Unidos
La economía norteamericana registró en abril una inflación anual de 4,2%, mientras que los precios al consumidor aumentaron en 0,8% en promedio respecto a marzo, según los datos publicados este miércoles por el Departamento de Trabajo.
En el tercer mes del 2021, la variación mensual del IPC fue de 0,6% – en comparación con febrero del mismo año-.
Este nivel de Índice de Precios al Consumidor (IPC) es el más elevado desde el 2009, según destaca Bloomberg, y supera ampliamente a la inflación mensual de 0,2% que habían pronosticado los economistas.
Estos números coinciden con un aumento récord registrado en los costos de automóviles usados e indican “una acumulación en las presiones inflacionarias, debido a que la pujante demanda da a las empresas la libertad de traspasar los mayores costos”, agrega Bloomberg.
Al analizar la variación anual, advierte que la comparación se realiza con el índice debilitado por la pandemia en abril de 2020. “Este fenómeno, conocido como el efecto base, también sesgará la cifra de mayo, lo que probablemente desorientará el actual debate en torno a la inflación”, añade el medio especializado.
El aumento de precios también se observó en alimentos de consumo cotidiano como carne, huevo, café, pañales y bebidas, según observó por su parte la consultora local Mentu.
Esta firma considera que si el IPC de Estados Unidos presenta resultados muy por encima de lo esperado, es posible que los mercados de acciones vuelvan a caer y los inversores busquen refugiarse en el dólar. Además, estima que si esta inflación continúa subiendo, podrían generarse presiones al alza sobre la moneda norteamericana por una futura reversión de la política monetaria en este país, que se concretaría a través de la suba de tasas de interés.
Bloomberg también se hace eco de la poca certeza que se tiene respecto al futuro de los precios en el mercado estadounidense.
Esto, debido a que por un lado las autoridades de la Reserva Federal y los economistas reconocen que se está ante un impulso temporal, pero por otro lado existe un contexto de crecientes costos de los productos básicos, billones de dólares en estímulo económico del Gobierno e incipientes señales de mayores costos laborales.
«Para la Reserva Federal de los EEUU, la subida de los precios es normal porque no se encuentra aún activa toda la economía y se pueden producir algunos desbalances en las cadenas de suministro, lo cual aumenta los costes de producción y, por ende, el precio de los productos finales», explica Mentu.
Encarecimiento de productos básicos
El Banco Mundial (BM), por su parte, informó recientemente que los productos básicos experimentaron importantes aumentos en el primer trimestre del 2021 y que actualmente se van estabilizando. No obstante, advirtió que el comportamiento futuro de los distintos indicadores dependerá del ritmo de recuperación que se mantenga en la economía mundial y la contención de la pandemia de COVID-19, aunque se prevé que los niveles persistan a lo largo del año
En el caso de los rubros de energía, el organismo multilateral estima que los precios aumentarán, en promedio, más de un tercio desde los valores que exhibieron en el 2020. Espera así que el petróleo se cotice a USD 56 el barril en el presente año y alcance los USD 60 en el 2022; sin embargo, advierte que si las medidas de contención de la pandemia no prosperan, una nueva disminución de la demanda podría ejercer presión sobre los precios.
“Tras los mínimos históricos alcanzados durante la pandemia, se observa una recuperación de los precios del petróleo crudo, respaldada por el acelerado repunte de la economía mundial y los continuos recortes a la producción promovidos por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios”, explica el BM, en la publicación de los datos contenidos en el informe Commodity Markets Outlook (Perspectivas de los mercados de productos básicos).
“Se espera que la demanda se fortalezca durante 2021, a medida que aumente la disponibilidad de vacunas —en particular en las economías avanzadas—, se flexibilicen las restricciones impuestas durante la pandemia y se consolide la reactivación mundial”, agrega la entidad.
Por otro lado, prevé que los precios de los metales aumenten un 30% en el corriente año, mientras que para los productos agrícolas pronostica una suba de casi 14%.
“Gracias al repunte de la actividad económica, así como a algunos factores específicos de la oferta, en particular en los sectores del petróleo, el cobre y algunos alimentos básicos, casi todos los precios de los productos básicos han superado los niveles previos a la pandemia”, agrega el reporte.
En este escenario, el director del Grupo de Perspectivas del Grupo Banco Mundial, Ayhan Kose, insta a los mercados, tanto emergentes como en desarrollo, importadores o exportadores de productos básicos, a fortalecer la resiliencia a corto plazo y prepararse para la posibilidad de que el crecimiento pierda impulso.
“Hasta el momento, el crecimiento mundial ha sido superior a lo previsto, y las campañas de vacunación ya están en curso; estas tendencias han impulsado el alza de los precios de los productos básicos.Sin embargo, es imposible predecir cuánto durará la reactivación”, señaló el ejecutivo.
¿Cómo estamos por casa?
En nuestro país, si bien la inflación mensual volvió a caer en abril a niveles negativos por primera vez desde la flexibilización de la estricta cuarentena del 2020, ciertos productos alimenticios experimentaron un notorio encarecimiento respecto a los precios de un año atrás, según el registro del Banco Central del Paraguay (BCP).
Los alimentos sin frutas y verduras, por ejemplo, tuvieron un aumento de 6,6% en el cuarto mes del 2021, en comparación con abril del año pasado, y siguen un ininterrumpido camino al alza desde el segundo semestre del 2020.
La carne de ave anotó una suba interanual de 18,4% en sus precios en abril, mientras la carne vacuna se incrementó en 10% y la de cerdo, en 3,8%.
La banca matriz explica que la incidencia de los precios internacionales se observa claramente en el encarecimiento local de los aceites, que llegó a un nivel de 31,1% interanual y 5,6% mensual.
Por su parte, los combustibles líquidos para el hogar mostraron una suba de precios interanual de 5,8% y de 4,5%, en el cálculo mensual.