Cuando acababa el 2020, la reanudación plena de la actividad económica era tomada prácticamente como un hecho para el 2021 y las proyecciones de recuperación del producto interno bruto (PIB) se ubicaban al nivel del crecimiento potencial del país, de 4%.
Sin embargo, la pandemia de COVID-19 empezó a agravarse, al arrojar un mayor número de contagios y de fallecimientos. En consecuencia, también se desalentaron las perspectivas económicas, ya que el riesgo de nuevas restricciones sanitarias hacía difícil pensar en un elevado dinamismo del mercado, y el Banco Central del Paraguay (BCP) corrigió a 3,5% el pronóstico de recuperación 2021.
Las mayores restricciones llegaron, especialmente durante la Semana Santa, pero no fueron completamente respetadas y más adelante volvieron a flexibilizarse. Así, a pesar de la complicada situación sanitaria, la actividad económica siguió moviéndose y está arrojando números hasta considerados sorprendentes.
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Carlos Fernández Valdovinos, ex presidente del BCP y miembro de Basanomics, conversó sobre estos temas con MarketData y adelantó que, aparentemente, la variación del PIB terminará el año más cerca del 4% estimado inicialmente que en el 3,5% contemplado después.
Explica también los motivos que llevan a la gente a no recibir con buenos ánimos los números macroeconómicos que denotan la recuperación económica, ya que acumulamos tres años consecutivos de dificultades que profundizan problemas como la precariedad laboral y la pobreza.
– ¿Cómo se están reconfigurando las expectativas económicas, a partir de los resultados que arrojó la actividad del país en el primer cuatrimestre del año?
Había un pesimismo en el sentido de que el aspecto sanitario iba a terminar influyendo negativamente en el desempeño económico de este año, pero finalmente los números que están viniendo no muestran eso, pareciera ser que hay una recuperación a pesar de las condiciones sanitarias adversas que tenemos. Siempre va a ser un rebote, en el sentido de que el año pasado fue una caída -finalmente no tan mala, de 0,6%-, pero sí todo el mundo tenía inicialmente pensado que se iba a crecer 4%, en el caso del Banco Central. Visto que no llegaban las vacunas, que había incremento de contagiados y de muertes, el humor de la gente estaba muy mal, revisaron a la baja incluso esperando que probablemente haya una nueva cuarentena fuerte; no se dio eso y la cuarentena que se implementa probablemente no se respeta: tiene algo malo, que aumenta el número de contagios, y tiene algo “bueno”, que es que la actividad económica no se resiente tanto. Finalmente se están viendo números que son los esperados inicialmente, no los que son consistentes con una revisión a la baja.
Si la economía paraguaya, con el número de mayo, crece 0 hasta fin de año -lo cual no es razonable suponer- da un crecimiento de 3,1%. Esto es con un supuesto de que en la economía paraguaya no pase nada de acá a fin de año, cosa que no creo que pase porque tiene que crecer con relación al mes anterior o al año anterior. Si con no hacer nada ya crecés 3,1%, es muy fácil superar el 3,5%. Hay un consenso en este momento de hacer una revisión a la baja en el crecimiento económico, la mayor parte lo hizo ya, incluso el Banco Central, nosotros (en Basanomics) no estamos tan seguros de eso.
– ¿Cómo están avanzando los sectores económicos? ¿Los más dinámicos son nuevamente los que habían sido los motores del 2020 o también está habiendo un desempeño favorable de aquellos más afectados por la pandemia?
Está la recuperación más fuerte de lo esperado de los sectores que cayeron mucho el año pasado.
El agro, en términos de cantidad, va a ser un poco menor que el año pasado, en alrededor de 10% menos, pero en precio están 50% más. En precio por cantidad, que es el total de ingresos que genera ese sector, es muchísimo más alto de lo que ha sido el año pasado; entonces, quiérase o no, un sector que es muy importante para la economía paraguaya tiene unos ingresos totales mucho mayores a los del año pasado y eso tiene su efecto derrame en otros sectores. Tal vez el PIB agrícola te diga que es menos para finales de este año, pero como los ingresos son más grandes, empieza a tener un efecto derrame sobre otros sectores.
Servicios está muy fuerte, eso ya se ve en el Imaep (Índice Mensual de Actividad Económica del Paraguay, calculado por el BCP), también la parte de industria. Construcciones sigue fuerte; las partes débiles son generación de energía, por la sequía que hay, y la agricultura por ese truco de menor cantidad pero mucho mejor precio. La mayor parte, finalmente, excepto la de energía, tiene un impacto positivo en el crecimiento del PIB de este año.
– ¿Cómo observa el ánimo de la gente en la lectura de estos resultados macroeconómicos? ¿Qué factores están llevando a que el mercado se mantenga dinámico, a pesar de los riesgos sanitarios?
Es un momento en que el número macro realmente está bien, pero hay buena cantidad de gente que no está bien, eso es lo primero que hay que detallar o por lo menos enfatizar: no es que la macro está bien y el 100% de la gente está bien. Hay mucha gente que está sufriendo, que tiene empleos muy precarios: hay una recuperación del empleo, pero se está dando mucho en el empleo informal, en empresas pequeñas alias microempresas -cuando que antes lo que cayeron fueron los empleos en las grandes empresas- y están creciendo mucho los trabajadores en cuenta propia.
Tres características de una precarización del empleo: informalidad, microempresa y trabajadores por cuenta propia. Está mejorando el mercado laboral, pero se está precarizando más; eso evidentemente afecta a la situación económica de la gente, están en una situación inestable desde el punto de vista laboral y lógicamente eso no permite que uno tenga una actitud con lo que pasa en la macro: ve muy precaria su situación laboral y hay ese disenso entre la macro, que te va a dar un número bueno, y la micro, que todavía no se está recuperando del todo.
Hay que acordarse de que el 2018 fue la última vez que crecimos fuerte, el 2019 fue de una retracción de 0,4%, el año pasado (caímos) 0,6% y este año crece ponele 4%: contracción de 1% y crecimiento de 4%, quiere decir que desde el 2018 crecimos 3% nomás, 1% al año. Evidentemente, la macro puede estar bien en el año 2021, pero la macro está mal desde hace 3 años y, por tanto, la gente está mal, ese es el número que hay que mirar también; lógicamente eso lleva a mayores niveles de pobreza, menor empleo, que es lo que está sintiendo la gente. Es consistente una buena macro en 2021 con una mala micro en 2021, porque hace 3 años que no crecemos.
Perfil
Nombre: Carlos Gustavo Fernández Valdovinos
Formación profesional: Economista, máster y doctor en Economía por la Universidad de Chicago
Trayectoria profesional: Funcionario del BCP en varios puestos de jefatura y presidente del BCP en el periodo 2013-2018. Fue economista sénior del Banco Mundial para Argentina y en el Fondo Monetario Internacional se desempeñó como economista sénior para África, Europa y del Hemisferio Occidental, así como representante residente para Brasil y Bolivia. Actualmente es miembro del Directorio del banco Basa y también se dedica a la labor docente en universidades paraguayas y del exterior.
Foto principal: IP Paraguay