Sin duda, la pandemia del COVID-19 provocó muchos cambios y obligó a la población mundial a adaptarse a un nuevo estilo de vida. A casi dos años de la aparición del virus, todos ya hemos aprendido a realizar las distintas actividades respetando las medidas sanitarias a fin de evitar contagiarnos.
En este contexto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realizó una serie de publicaciones en donde recuerda de qué manera minimizar el riesgo de transmisión de COVID-19 en las playas de América Latina y el Caribe.
Ante las pausas de relax que todos nos merecemos, más aún en estos tiempos de mayor estrés e incertidumbre, uno de los materiales elaborados por el organismo multilateral contiene recomendaciones que los usuarios y encargados de los lugares de ocio pueden tomar, para evitar contraer el virus y disfrutar de manera más segura de las actividades que pueden realizar en las playas.
Consideraciones sobre el uso de mascarilla en la playa
Primeramente, el documento habla sobre el uso de la mascarilla en la playa y menciona que no es necesario que el usuario la utilice si se encuentra en su zona asignada en la arena, o en su defecto, mantenga la distancia de seguridad con otros usuarios externos a su unidad de convivencia.
No obstante, dice que el usuario sí debe utilizar cuando se encuentre en movimiento fuera de la zona asignada (por ejemplo, para dirigirse al establecimiento de alimentos y bebidas o al abandonar la playa).
Así también, debe contar con mascarilla en zonas de gran afluencia, donde no sea posible mantener la distancia de seguridad en todo momento. Sin embargo, dentro del agua no es necesario que se utilice.
Por otra parte, indica que en los accesos a las playas existe riesgo de transmisión del virus por gotas por las posibles aglomeraciones, por lo que la ausencia de un adecuado control de accesos y por ende, de aforo, impedirá a los usuarios de la playa disfrutar de los distintos servicios en condiciones de seguridad.
“Debería determinarse el aforo de la playa, de forma que se asegure el mantenimiento de la distancia de seguridad entre los usuarios, que en muchas ocasiones acuden a la misma en familia o con amigos. Debería asignarse un espacio o parcela para cada grupo”, recomienda el documento.
Estacionamientos
En lo que respecta a los estacionamientos en las playas, en donde también existe un riesgo de transmisión cuando se da una interacción entre el personal que lo opera y el usuario de la playa, el documento recomienda que, en lo posible, se utilice medios de pago sin contacto ya sea a través de aplicaciones móviles, mediante QR o con tarjeta sin contacto.
“Se recomienda mantener en lo posible la distancia de seguridad entre personal y usuarios. Si se realiza el cobro en zona de caja, se recomienda instalar una barrera de protección, de fácil limpieza y desinfección, para reducir el riesgo de contagio por contacto directo por gotas”, agrega.
Añade que, en caso de usar efectivo, el personal debería higienizarse las manos tras cada transacción. Igualmente, se debería instar al usuario a hacer lo propio. Se recomienda desinfectar el Terminal de Punto de Venta (TPV) tras cada transacción en la que haya habido contacto.
También, en las pasarelas de acceso a las playas, recomienda habilitar mecanismos por los que los usuarios puedan mantener la distancia de seguridad al acceder a la playa y al salir de ésta, por ejemplo, colocando doble pasarela de entrada y de salida, debidamente señalizadas y distanciadas (con o sin accesos diferenciados).
Baños y vestuarios de uso compartido
El documento también comenta que los baños y vestuarios de uso compartido en los lugares de pública concurrencia suponen un foco de riesgo, en la medida en que habitualmente son espacios de tamaño reducido, sin ventilación o con ventilación insuficiente.
En este punto, dice que la ventilación en estos espacios es crucial, tanto en la zona que se comparte con otros usuarios como en el espacio destinado al inodoro, por lo que se tiene que trabajar en evitar aglomeraciones en estos espacios y ventilar adecuadamente y de forma continua.
Por último, cabe destacar que estas sugerencias forman parte de una serie de documentos publicados por el BID, que incluye recomendaciones generales para minimizar el riesgo de transmisión de COVID-19 en el sector turístico, así como para diferentes subsectores y espacios turísticos (alojamientos, restaurantes, transporte local, playas, aeropuertos y puertos).