Por Rocío Britos – Estudiante Investigadora
La Economía Plateada es la que abarca y suma las actividades económicas de los adultos mayores, que va desde los 50, 60, 65 años de edad (esta edad varía según región y autor) para satisfacer sus necesidades específicas y abarca también los efectos de sus transacciones en la economía.
Según el material facilitado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la economía plateada en América Latina y el Caribe es aquella que parte de la economía global vinculada al cambio demográfico producido por el envejecimiento de la población cuyo enfoque se centra en las necesidades y demandas de los adultos mayores.
“El envejecimiento se entiende, a menudo, como una carga adicional para la sociedad. Entraña el triple desafío de dar respuesta a la demanda creciente de pensiones, servicios de salud y servicios de atención a la dependencia”, reza parte de documento proveído por el BID.
¿Cuál es su actual relevancia para América Latina?
Según estimaciones del Grupo BID, en el 2020 en la región Latinoamericana cerca del 13% de la población era mayor de 60 años, siendo la población más joven después de África. Sin embargo, se halla disparidad acentuada en países como Uruguay, con una tasa cercana al 20%.
Su relevancia radica en el rápido envejecimiento, la transición de 10% a 20% y más, será mucho más rápida que las registradas en otras regiones. Tan solo unos 28 años bastarían, frente a 30 años para Asia y más de 60 años para Europa y América del Norte, lo que significa que en unas pocas décadas tendremos el marcado rango etario con mayor población, envejecido.
Envejecimiento de la población paraguaya
El Paraguay se compone de una población joven, la mediana etaria es de 27 años. Además, contamos con un bono demográfico muy alto. Según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), al año 2023 el total de la población será de 7.554.796 habitantes y la composición por edad y sexo de la siguiente manera:
Por ello, objetivamente no es apremiante el envejecimiento como tal, sino el umbral de oportunidades disponible para aplicar políticas que velen por la dignidad de la población envejecida en el futuro. Para el 2050 se proyecta que el 18,3% de la población paraguaya será mayor de 60 años, esto se traduce en más demanda de productos y servicios específicos.
Un desafío más a mencionar es la feminización de la población mayor y de quienes están a su cuidado. Cuidar que el mercado laboral no se prive de talento humano femenino por efecto de la dependencia es también la oportunidad de empoderar y empujar al país a un desarrollo sostenible dentro de la igualdad de género.
Es clave empezar a trabajar con tiempo para que sea posible la adaptación a los grandes cambios de las próximas décadas, haciendo frente a los retos del envejecimiento y aprovechando las oportunidades de la Economía Plateada (BID).