En momentos en que todavía avanzaban los preparativos para el Censo Nacional de Población y Viviendas 2022, el Director Nacional de Estadística, Iván Ojeda, realizó una presentación ante la comisión directiva de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios de Paraguay (CNCSP).
En la oportunidad, expuso parte del contenido del cuestionario del Censo Nacional 2022, cuyas respuestas e informaciones ayudarán a saber qué necesita el país para estar mejor.
El titular del Instituto Nacional de Estadística (INE) destacó que mediante este Censo se tendrá un geoportal, en el cual se podrá ubicar a las escuelas, hospitales y unidades de Salud Familiar. Calificó a la actividad como uno de los operativos más importantes que puede realizar cualquier país.
Recordó, además, que los censos nacionales de población y vivienda se realizan cada diez años. “Esto, debido a que los cambios en la transición demográfica alteran la estructura base de la población, la esperanza de vida, la mortalidad, la fecundidad, varían con el transcurso de los años y estas estimaciones tienen que ser ajustadas para que el Paraguay haga frente a los desafíos que tiene en salud, educación, vivienda, empleo, etc.”, manifestó.
Ojeda explicó que los censos metodológicamente comparables datan de 1950, aunque hay antecedentes del 1800 e inclusive de 1700 de censos que no son comparables actualmente. Indicó que a partir de 1962 se realizan cada diez años, en el Paraguay.
Para el especialista, esto es una muestra de buena gobernanza ya que ha mantenido una serie histórica. “Estamos hablando de hacer el octavo censo de población y viviendas y también el cuarto censo indígena”, añadió.
Consultado sobre la razón principal del censo, respondió que sirve sobre todo para la actualización de información de población y la cartografía a un nivel de municipio. Alegó que no existe otro operativo que nos permita un nivel de desagregación que pueda llegar a nivel de municipio, de barrio y de cuadra inclusive.
También nos va a permitir contar con proyecciones de población de corto, mediano y largo plazo. Estos datos, según Ojeda, son insumos fundamentales para la planificación de políticas públicas y, por supuesto, la optimización del gasto público. En este sentido, puso como ejemplo que el Ministerio de Hacienda distribuye los Royalties a gobernaciones y municipios con base en los datos de población que surgen de los censos.
Igualmente, dijo que el Ministerio de Educación y Ciencias y el Ministerio de Salud planifican sus políticas e implementan sus acciones con base en los datos de población. “El déficit habitacional es estimado también en los censos”, comentó.
Por otro lado, recalcó que un nuevo censo permite construir indicadores para el monitoreo del plan nacional de desarrollo y también para tener un mapa de la pobreza estructural, de las necesidades básicas insatisfechas que son carencias en salud, vivienda, empleo, etc; igualmente, la cobertura de servicios básicos que tiene la República.
El director del INE destacó que todos estos datos estarán instalados en un portal que recopilará toda la información procesada en el censo. “También nos pusimos como desafío, viendo lo que está sucediendo en el mundo, en otros países, aprovechar los datos censales y combinarlos con registros administrativos. Para nosotros, los registros administrativos son toda serie de datos que registran las instituciones públicas con fines de control, nuestro desafío es utilizar eso con fines estadísticos”, aseveró.
Ojeda destacó que “solamente el censo nos va a poder contar cuáles han sido las consecuencias demográficas, sociales, económicas y políticas que nos deja la pandemia del Covid-19”.
Objetivos del censo nacional
Con respecto a los objetivos estadísticos, Ojeda dijo que en primer lugar está conocer cuántos somos, también entender cuántos son hombres, cuántas son mujeres, niños y adultos mayores. “Quiénes somos en Paraguay, a qué nos dedicamos, cuáles son nuestras labores, dónde estamos. Hoy sabemos que de cada 100 habitantes que tiene el Paraguay, 63 están en la ciudad y 37 están en el campo”, ejemplificó.
Sobre este punto, el representante del INE dijo que se verá el movimiento poblacional de los últimos diez años. Igualmente, citó otros datos como la cantidad de viviendas, el acceso a energía eléctrica, internet, agua potable, un sistema mejorado de saneamiento y eliminación de residuos. “En las zonas rurales, el 70% de los hogares sigue quemando su basura pretendiendo eliminarla”, dijo.
“Todo esto nos va a decir qué necesitamos como país para vivir mejor. Los principales productos que nos va a dejar el censo, en primer lugar, tener una cartografía digital actualizada a nivel de departamento y de distrito con un conteo georeferenciado de todas las viviendas, comercios, servicios, esto ya está terminado y hoy tenemos ya en proceso para saber cuántos edificios tiene la República del Paraguay”, sostuvo.
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Se podrá saber cuántas construcciones son utilizadas para salud, educación o están siendo utilizadas para actividades económicas. Igualmente, vamos a tener una base de datos de población y viviendas actualizada con un nivel de desagregación mínima, añadió.
Además, el INE desarrollará proyecciones de población nacional, departamental y distrital, y toda esta información servirá para estudios temáticos como, por ejemplo, de fecundidad. “Hoy sabemos que en el Paraguay, según nuestras proyecciones de los tiempos de la pre-pandemia, nacían 145.000 bebés por año. Hoy sabemos que una mujer en edad fértil durante toda su vida en promedio en el Paraguay tiene 2,3 hijos, entender cómo ha sido la evolución nos va a contar el censo”, explicó.
También, en este sentido, el censo servirá para dar datos sobre la mortalidad, fenómeno que será estudiado en el marco de la post-pandemia, ya que antes de la misma existían datos que hablaban de 36.000 fallecidos por año.
Otro aspecto estudiado será la migración en el Paraguay. “Cuáles son los distritos más expulsores, cuáles son los distritos más receptivos, cómo se comportó la migración internacional, y más todavía en esta pandemia, veíamos que muchos ciudadanos volvían al campo porque perdían sus empleos”, dijo Ojeda.
El director añadió que un punto a ser analizado será el de la educación en el Paraguay. “Hoy sabemos que el 5,5% de la población no sabe leer o escribir, porque no terminó el segundo grado de instrucción, sabemos también que un habitante promedio en el Paraguay tiene 9,5 años de estudio. A ver si esto varió en estos últimos años”, comentó.
También, el censo permitirá entender cómo está el Paraguay con respecto a la discapacidad de sus habitantes: los números actuales refieren que, en el país, el 11% de la población tiene al menos un tipo de discapacidad.
Finalmente, Ojeda destacó que se realizará un cuarto censo indígena y se tendrá un mapeo de todas las necesidades básicas insatisfechas (NBI), ya que el 43% de los hogares tiene al menos una NBI, que son carencias en salud, educación, vivienda, empleo, etc.
“El censo es un proyecto de cinco años, este es el año uno, que justamente tiene que ver con el levantamiento de datos”.
Iván Ojeda, director del INE