Donald Trump, tras regresar a la presidencia de Estados Unidos, adelantó una serie de medidas enfocadas en la economía. Entre las más destacadas se encuentra su intención de combatir la inflación, una prioridad que busca aliviar la carga financiera sobre los consumidores estadounidenses.
Además, propone reducir las cargas regulatorias en la producción de petróleo y gas natural, incentivando la producción local, lo que a su vez podría terminar en una mayor autosuficiencia energética.
En el ámbito comercial, Trump planteó la posibilidad de imponer nuevos aranceles a productos provenientes de China, la Unión Europea, Canadá y México. Si bien aún no firmó ningún documento respecto a este punto, esta medida podría generar tensiones comerciales internacionales.
Igualmente, su administración prevé fomentar la creación de empleos, lo que estaría alineado con sus esfuerzos por revitalizar la economía y priorizar el mercado interno.
También, como parte de una orden ejecutiva sobre energía, el presidente estadounidense puso fin al llamado Nuevo Pacto Verde, una serie de directivas, reglamentos y programas de la administración Biden que tenían como objetivo impulsar el empleo verde, regular la industria de los combustibles fósiles y limitar la contaminación. Además, también puso fin a la política de la administración anterior sobre vehículos eléctricos.
Es importante aclarar que, además de estas iniciativas, también se dieron a conocer otras, pero estas representan las medidas más destacadas en el ámbito económico. Sin embargo, aún no se dispone de detalles específicos sobre cómo se implementarán todas estas propuestas.
Aunque aún es temprano evaluar los efectos y desafíos que estas políticas podrían tener para la economía estadounidense y sus socios comerciales, desde MarketData consultamos a expertos cuál es el panorama de la relación bilateral entre Paraguay y Estados Unidos ante este contexto.
PREPARARSE PARA MANTENERNOS EN LAS GRANDES LIGAS
A criterio de exministro de Hacienda, Germán Rojas, en la relación comercial con Estados Unidos hay muchos puntos en los que se han avanzado y otros en que no, por lo que hay mucho por consolidar de acá para adelante.
Según Rojas, el buen relacionamiento permitió avances importantes, como la apertura del mercado de la carne, que calificó como «un gran logro» fruto del esfuerzo conjunto de los productores y la industria cárnica paraguaya.
Sin embargo, enfatizó que «una cosa es conseguir el mercado y otra es mantenerse», dado que la competitividad internacional requiere un esfuerzo constante para cumplir con los estándares exigidos.
El experto destacó que Estados Unidos no solo es un importante inversor en bonos del Tesoro, sino también un actor clave con negocios establecidos en Paraguay. En este contexto, resaltó la necesidad de fomentar el intercambio tecnológico y de conocimientos, implementando las mejores prácticas para satisfacer las exigencias de los mercados internacionales.
“El gran desafío está, en esta era de una nueva relación con Estados Unidos, en la necesidad de hacer un fuerte intercambio con la aplicación de la mejor tecnología, los mejores conocimientos, prácticas… y el de cumplir con la exigencia de los mercados internacionales”, detalló.
«El desafío es prepararnos para mantenernos en las grandes ligas», añadió. Además, destacó que Paraguay ganó un espacio positivo dentro de la política exterior estadounidense, gracias a actores importantes que contribuyeron a fortalecer la visión de cooperación regional.
“Tenemos que esperar cosas mejores antes que un retroceso, pero en muchos de los casos depende de las dos partes, que tengamos la oportunidad y que sepamos aprovechar como nación esas oportunidades que se nos brindan”, concluyó.
TASA DE INTERÉS DE LA RESERVA FEDERAL
Por su parte, el economista Rodrigo Ibarrola señaló que aún es temprano para evaluar los efectos concretos de las políticas económicas anunciadas por Estados Unidos, pero destacó que una de las variables en el corto plazo podría ser la relacionada a la tasa de interés de la Reserva Federal.
En este sentido, el profesional recordó que la expectativa inicial era una reducción gradual de estas tasas, lo que beneficiaría a Paraguay al moderar, por ejemplo, el costo de los intereses de la deuda externa.
Sin embargo, a su criterio, ante el nuevo escenario, la disminución podría ralentizarse, afectando no solo las finanzas públicas del país, sino que también podría influir en el flujo de dólares y las expectativas sobre el tipo de cambio.
Por otro lado, Ibarrola también se refirió sobre los efectos potenciales de un endurecimiento de las políticas proteccionistas en Estados Unidos, como la imposición de aranceles a productos de México, China y Canadá.
Según dijo, estas medidas podrían elevar los precios internos estadounidenses y obligar a la Reserva Federal a mantener tasas de interés altas. Sin embargo, comentó también que en un contexto global, podría generarse una sobreoferta de productos asiáticos, lo que beneficiaría a Paraguay en términos de insumos más baratos. No obstante, el economista aclaró que el impacto general sigue siendo incierto.
Otro punto de preocupación para el economista es lo concerniente al abandono gradual del libre comercio como doctrina en Estados Unidos, lo que, según él, debilita organismos como la OMC y podría perjudicar a países pequeños como Paraguay. “Necesitamos reglas claras y cierta protección para competir en un entorno cada vez más proteccionista”, concluyó.
REPRESALIAS COMERCIALES
A la opinión del economista Wildo González, la imposición de aranceles a importaciones provenientes de países como China y otras economías podría desencadenar represalias comerciales, afectando el comercio global y elevando los costos de producción.
Ese escenario, según González, provocaría presiones inflacionarias a nivel mundial, forzando a los bancos centrales, como la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE), a mantener tasas de interés más altas de lo anticipado para contener la inflación.
No obstante, sostuvo que esta situación también podría abrir espacios para productos paraguayos, especialmente en sectores como el agropecuario. Sin embargo, alertó que el efecto neto podría ser negativo debido a la desaceleración del comercio global y la consecuente reducción de la demanda externa de productos nacionales.
Respecto al mercado de la carne, el economista consideró que no se esperan cambios significativos en el corto plazo debido a que Estados Unidos aún no es un destino prioritario para las exportaciones del sector ganadero paraguayo. Sin embargo, advirtió sobre la importancia de mantener relaciones comerciales sólidas para evitar vulnerabilidades futuras.
Al ser consultado si en lo que se refiere a las remesas familiares podría haber algún efecto, González subrayó que las remesas provenientes de Estados Unidos son esenciales para los quintiles más bajos de ingresos en Paraguay, por lo que las políticas migratorias más restrictivas podrían reducir estos flujos de dinero, aumentando los niveles de pobreza y afectando a numerosas familias que dependen de estas transferencias para su sustento.
Por último, Estados Unidos fue el segundo mayor origen de inversión extranjera directa en Paraguay en 2023, según datos del Banco Central del Paraguay. Sobre esto, el profesional señaló que el país debe aprovechar esta tendencia, diseñando estrategias para atraer más capital estadounidense y diversificar sus fuentes de financiamiento, especialmente frente al creciente protagonismo de China en América Latina.
LOS NÚMEROS COMERCIALES DE PARAGUAY A EE.UU.
Cabe señalar que a mediados del año pasado se dio la apertura del mercado estadounidense para la carne bovina paraguaya. Este país se posicionó como el quinto mayor destino de exportaciones al cierre de 2024, según el Senacsa. Hasta diciembre, Paraguay exportó 28,3 millones de kilogramos de carne bovina por un valor de USD 143,7 millones.
Además, en 2023, la inversión directa proveniente de Estados Unidos alcanzó USD 967 millones, representando el 11% del total, ubicándose como el segundo mayor inversor en Paraguay, solo detrás de Brasil, que registró USD 1.321 millones (15% de participación).
Por su parte, el número de empresas estadounidenses con inversiones directas en Paraguay aumentó a 60 en 2023, frente a las 39 registradas en 2022. Además, el 4% de las exportaciones de la industria maquiladora paraguaya tuvieron como destino Estados Unidos.
Por otra parte, de enero a noviembre del año pasado, las remesas familiares enviadas desde Estados Unidos ascendieron a más de USD 86 millones, con un promedio mensual cercano a USD 8 millones, según el Boletín Estadístico del Banco Central del Paraguay (BCP).