ANÁLISIS
A pesar de la gradual reapertura de la actividad económica y las expectativas de mayor dinamismo que se atribuyen a algunos segmentos de la producción del país, los consumidores paraguayos todavía no adquieren una confianza importante para gastar su dinero sin mayores preocupaciones.
Un estudio presentado por la UIP Joven revela que la pandemia de COVID-19 y sus efectos económicos todavía generan “cautela” en el 67% de los consumidores locales, mientras que el 11% siente “miedo”, a la hora de pensar en gastar dinero.
Solo el 5% manifestó sentir “tranquilidad” al tener que realizar sus compras, apenas el 2% considera que “da gusto” y al 13% no le genera ningún sentimiento.
Estos resultados forman parte de la investigación de mercado que efectuó la mencionada sección de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), conjuntamente con la empresa Nauta, mediante encuestas realizadas del 24 de agosto al 21 de setiembre pasados en Asunción, Gran Asunción y el interior del país.
El elevado nivel de cautela que se mantiene entre los consumidores paraguayos se relaciona con el significativo deterioro de los ingresos que padeció la población, a causa principalmente del cese de actividades que se debió cumplir para frenar la propagación del virus en el país.
De hecho, el 56% de los encuestados para el mencionado estudio reconoció que sus ingresos son actualmente menores a los que contaban antes del estallido de la emergencia sanitaria, el 37% dijo que no sufrió variaciones y solo el 7% vio crecer sus recursos.
El economista Daniel Correa participó de este relevamiento de información y explicó que mientras no se perciba un mayor dinamismo en la generación de empleos, no se podrá avanzar en la confianza de los consumidores para retomar sus habituales niveles de gastos.
Advirtió que esto se vive también al interior del empresariado, para la concreción de inversiones. Todo esto demuestra la necesidad de que las autoridades del Gobierno emitan señales positivas para el mercado, en medio de la incertidumbre que persiste alrededor de cómo evolucionarán la pandemia y la economía.
“La gente necesita señales y las señales las envían las autoridades. Cuando las autoridades económicas envían señales positivas, la gente empieza a creer, lo mismo pasa con los empresarios”, expresó el ex viceministro de Economía, al tiempo de destacar la importancia de la inversión pública.
Situación del consumo
Al ser consultados sobre la demanda de productos y servicios, los encuestados manifestaron en 41% que su consumo disminuyó desde el inicio de la pandemia, en un 40% informaron que se mantuvo y el 20% restante dijo que aumentó.
La principal causa de disminución del consumo fue la reducción de ingresos en la familia, ya que esta respuesta tuvo una incidencia de 60%. La cautela respecto a lo que podría pasar y la preferencia por cuidar los gastos, por su parte, estuvo presente en el 45% de la proporción de encuestados que disminuyó su consumo.
El 27% se refirió a las menores actividades en general y el 23% explicó que uno o más de los aportantes del hogar perdieron su empleo. Solo el 7% justificó su “ajuste de cinturones” con la situación de que está ahorrando dinero.
A la pregunta sobre la existencia de algún rubro o producto donde el consumo aumentó, el 86% mencionó a los alimentos; el 28%, a los productos de limpieza; el 7%, a los productos de higiene personal y el 4%, a los medicamentos.
Apoyo a la producción nacional
Un resultado celebrado por la UIP fue la mayor preferencia que se observó hacia los productos nacionales, en el contexto de la pandemia.
El reporte relata que las medidas de cuarentena – que han sido impuestas durante una parte importante del presente año – modificaron los hábitos de consumo de los paraguayos, principalmente en alimentos y productos domisanitarios, dando prioridad a la industria local.
En este sentido, se destaca que solamente en el rubro de productos alimenticios y domisanitarios, 7 de cada 10 encuestados refiere haber cambiado las marcas que tradicionalmente compraba, por otras. Al consultárseles la razón, para 7 de cada 10 encuestados, lo hicieron para apoyar a la industria nacional; en tanto que, en 4 de cada 10 casos, estos respondieron que lo hicieron en la búsqueda de mejores precios.
“Otro dato de relevancia es que 7 de cada 10 encuestados afirma que en la actualidad compra más productos de origen nacional de lo que lo hacía hace tres años y, en este punto, más del 90% de los que respondieron a esta pregunta afirma sentirse ´cómodo´, ´seguro´, ´satisfecho´, ´orgulloso´ y otros calificativos similares, aludidos al consultárseles por su percepción respecto a la calidad de los productos de industria local”, agrega el informe.
Romantización de la informalidad
En cuanto a la percepción de la economía informal, la encuesta de UIP y Nauta arroja que el 49% de las personas abordadas dijo percibir que el contrabando es malo para la economía nacional, pero aun así el 52% del total admite que compra contrabando ocasionalmente.
La franja etaria donde más personas afirman comprar siempre productos de contrabando es la comprendida entre jóvenes adultos de 20 a 30 años.
“Un dato llamativo se desprende de las razones que motivan a los paraguayos a adquirir productos de contrabando, pues el 65% respondió que lo hace para ´ayudar´ a las personas que venden productos en la calle, soslayando a los grandes esquemas delictivos que se encuentran en la cúspide de la pirámide de la informalidad, y donde los vendedores informales o mesiteros son los menos beneficiados”, recalca el estudio.
Para esta encuesta se captaron 1.624 personas, de las cuales se validaron 1.200, logrando así una efectividad del 74%.