ANÁLISIS
El sector gastronómico fue uno de los más golpeados por la cuarentena total decretada el año pasado en el marco de la pandemia como medida sanitaria para mitigar la propagación del virus.
Referentes de este segmento explican que en la última parte del 2020 y sobre todo hasta el cierre del primer bimestre del 2021 había ciertos atisbos de recuperación, pero se vieron truncados totalmente tras los últimos acontecimientos.
Oliver Gayet, presidente de la Asociación de Restaurantes del Paraguay (ARPY), atribuyó la caída en el desempeño del sector a tres factores principales: por un lado, los contagios masivos de coronavirus; y por otro, las protestas y la situación política del país.
Consideró que las manifestaciones no ayudaron para nada al desarrollo de los sectores golpeados y fue un hecho negativo para la economía, en lo inmediato.
“Estábamos viendo señales de recuperación hasta febrero, ahora cayó todo y hay una psicosis, no hubiera hecho falta que el Gobierno nos cierre los locales porque de hecho la gente ya no está viniendo. La gente no concurre y podían dejarnos trabajar tranquilamente y nosotros íbamos a saber cómo manejar la situación”, puntualizó.
Recordó que ya es imposible trabajar en condiciones normales por una cuestión lógica, que es la reducción del 50% del espacio disponible en los restaurantes para recibir a los comensales – en cumplimiento de las reglas de distanciamiento entre las personas -.
Los protocolos en sí mismos han obligado a una reducción drástica en la facturación de las empresas y a esto se deben sumar los acontecimientos de impacto negativo ocurridos en las últimas semanas.
Al ser consultado sobre el servicio de entrega a domicilio y las posibilidades de poder mitigar el impacto de la crisis con esta alternativa, Gayet explicó que en un principio resultó positivo.
Sin embargo, con el correr de los meses, fueron demasiadas las personas que dirigieron su proceso de “reinvención” hacia la gastronomía, por lo que se generó un gran nivel de competencia.
Puntualizó al respecto que muchas de las personas que ingresaron a trabajar en el rubro, si bien cuentan con factura legal de Tributación, no cumplen con otras exigencias como aprobaciones del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN), o nómina de funcionarios en previsión social, por lo que sus costos son muchos menores y se torna imposible competir en igualdad de condiciones para el servicio de delivery.
Efectos de las últimas confusas disposiciones
El presidente de ARPY hizo énfasis en que la última resolución del Gobierno, que tuvo serios problemas en su proceso de socialización, afectó bastante a este sector que ya venía muy golpeado y recuperándose a duras penas.
Además, los usuarios siguen confundidos sobre el alcance de la misma y el desdicho que efectuó el Poder Ejecutivo pocas horas después no ayudó para nada en este sentido, agregó el empresario.
“Hay gente que sigue llamando a preguntar si estamos abriendo y ni siquiera se entendió a partir de cuándo era, hubo una gran confusión y por eso mediáticamente aclaramos que estamos abiertos y seguiremos abiertos. La prensa apoyó el mensaje y apoyó, estamos operando hasta las 12:00 (de la noche)”, expresó.
También comentó que se han mantenido varias reuniones con autoridades del Poder Ejecutivo y una de las tranquilidades que tiene el sector es el compromiso del Ministerio del Interior de dar información operativa suficiente a los agentes de policía para la circulación de los usuarios de los restaurantes, con las 22 comisarías de la capital.
Auxilio financiero
También han mantenido reuniones con autoridades de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) y el Banco Central del Paraguay (BCP), y uno de los puntos fundamentales para el proceso de recuperación serán los créditos.
Cabe recordar que los plazos de gracia del Fondo de Garantía del Paraguay (Fogapy) ya comenzarán a vencer, justo en el punto más crítico de la pandemia.
Es por esto que desde la Asociación de Restaurantes están pidiendo a las autoridades que se pueda rever la posibilidad de renegociar los créditos garantizados para financiarlos, ya que todavía no hay condiciones plenas para hacer frente a esas obligaciones crediticias.
“En el BNF (Banco Nacional de Fomento), los créditos Fogapy/Covid vencen ahora en abril, o sea vamos a tener que comenzar a pagar; cuando se tomó ese año de gracia pensamos que se acababa en un año el Covid, el problema es que estamos en el pico del Covid y está venciendo el crédito. Necesitamos la renegociación”, refirió sobre el punto.
Finalmente, el mensaje que dejó el empresario del sector gastronómico se relaciona con la importancia de la formalización en el rubro, ya que todos aquellos que venían haciendo las cosas de manera correcta tuvieron algún tipo de alternativa como el acceso al crédito o la negociación con el Gobierno a través de los distintos gremios.
Incertidumbre
Por su parte, el economista Jorge Garicoche considera que los restaurantes constituyen un sector muy importante para la economía, que debe seguir trabajando, más teniendo en cuenta que han tomado las medidas necesarias para mitigar al máximo el riesgo de contagios mediante los protocolos sanitarios.
Apuntó que el Gobierno debería ser mucho más claro y firme en sus decisiones, ya que de lo contrario se genera un gran nivel de incertidumbre.
“No podemos andar tirando una idea o normativa para que se cambie al día siguiente, o sino parecería ser que cualquier medida que se tome está sujeta a ser cambiada 30 minutos después. Lo que se necesita es claridad en medio de tanta confusión y tanta incertidumbre”, opinó.
Sin embargo, recalcó que los sistemas de control deben mejorar, ya que no se puede generalizar a todo un sector por la irresponsabilidad de unos pocos y hay muchos restaurantes que están tomando las medidas mejor que otros segmentos de la economía, al ser uno de los más afectados por todo lo que ocurre.
Por otra parte, sostuvo que ayudaría mucho tener estadísticas laborales desagregadas a un nivel de microsector, para poder tener una idea clara de que una gran parte del mercado laboral paraguayo está en el sector servicios, y especialmente en los comercios y la gastronomía.
Esto se debe tener en cuenta cuando se tomen medidas de restricción en el futuro.