ANÁLISIS
La carne vacuna es, sin lugar a dudas, uno de los productos más importantes entre las exportaciones paraguayas y un elemento fundamental para mantener el saldo de la balanza comercial con un constante superávit. Actualmente, las ventas de esta proteína al exterior representan un 10% sobre el total de USD 8.280 millones registrado entre enero y julio de este año.
En los últimos meses, los procesos de vacunación contra el COVID-19 en China, Estados Unidos y otros países del mundo han despertado una gran demanda de alimentos y materias primas a nivel internacional. Si bien Paraguay no vende de manera directa a estos dos países, surgen espacios que los proveedores locales van aprovechando, al tiempo que la mayor cantidad de compras genera un mejor precio.
Según el último reporte de comercio exterior publicado por el Banco Central del Paraguay (BCP), las exportaciones de carne acumularon entre enero y julio del 2021 un valor de USD 1.017 millones, lo que representa un aumento del 61% con respecto al mismo periodo del año anterior. En términos de volumen, la cifra fue de 237.000 toneladas en el mencionado periodo, un 39% que en 2020.
El informe apunta que el precio implícito de la carne, a julio de 2021, fue un 16,5% superior al registrado en el mismo periodo del año anterior. Los mayores incrementos se observaron en Kuwait (47,6%), Chile (17,8%), Brasil (17,1%), Rusia (14,5%), Egipto (13,9%), Taiwán (13,0%) e Israel (7,3%). Cabe resaltar que Italia fue el destino que mejor pagó, con USD 6.620 la tonelada durante estos meses.
Impacto en la economía familiar
Esta intensa demanda global de la proteína ha tenido su repercusión en la canasta básica de nuestro país, no solo en el precio de la carne como tal sino también de sus sustitutos y derivados, tales como la carne de pollo o los embutidos. Solo en el mes de julio, el precio de las menudencias de vaca tuvo un incremento del 7,2%, mientras que el de la carne de ave, de un 2,2%.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del BCP informa que, en términos acumulados del año, la carne vacuna ha subido su precio en 2,3%, mientras que la carne de aves -que funge como producto alternativo- se incrementó hasta un 5,5% en el promedio. Por su parte, los embutidos, carnes conservadas y otros derivados experimentaron un aumento del 7,4% en lo que va del año.
Si bien existen otros elementos a tener en cuenta, esto ha tenido su impacto en la canasta básica, que ya acumula una inflación a 12 meses del 5,2%.
“En la agrupación alimentos se destaca los aumentos de los precios de la carne vacuna, que sigue siendo explicada por el incremento de la demanda externa y que impacta en los precios del mercado doméstico”, apunta el BCP en su informe de inflación.
“Así también, los bienes sustitutos de la carne vacuna presentaron aumentos, como la carne de cerdo y la carne de aves, que según agentes del sector responde al aumento del costo de los insumos relacionados a su producción, consecuencia del aumento de los precios internacionales de los commodities utilizados, en parte, en la elaboración de los balanceados”, se puede leer entre las explicaciones.
Al ser consultado sobre este asunto, el economista jefe del Banco Central, Miguel Mora, refirió que existe una relación tangible entre el mayor precio y demanda a nivel externo con la suba de los precios a nivel local. Recordó que este tipo de convergencia ya se ha visto en períodos anteriores en que el precio de la carne tuvo aumentos en el mercado internacional.
Efectos del mayor ingreso de divisas
Mora agregó, como elemento positivo de esta situación, la gran cantidad de divisas que está ingresando al país como producto de estas exportaciones de carne a un mejor precio. Apuntó que incluso esto podría tener un efecto hacia adelante, con una mitigación de la suba en el tipo de cambio -por la entrada de divisas-, si bien de momento el guaraní solo se ha depreciado frente a la moneda norteamericana.
“La carne es un commodity y, como todo commodity, ha mostrado a nivel externo un aumento bastante importante. Al menos a partir de los precios implícitos vemos un crecimiento en términos generales y, en la medida que un producto tiene una referencia de un precio externo mayor, hay un incentivo de tratar de alinear los precios locales de tal manera a mantener el incentivo de vender”.
Miguel Mora, economista jefe del BCP.
Por su parte, Daniel Burt, gerente general de la Cámara Paraguaya de Carnes, apuntó que si bien el año 2020 ha dejado una base comparativa relativamente baja, el 2021 no deja de ser un año “muy interesante” para la proteína producida a nivel local. Dijo que efectivamente la demanda del mundo ha levantado el precio y el país ha podido cubrir mercados vacantes ante las gigantescas compras de China.
Hizo referencia, como un ejemplo, al mercado chileno, que pudo apoyarse en la producción paraguaya ante los grandes problemas que han tenido los productores argentinos por las políticas de comercio exterior implementadas por el gobierno de ese país. Si bien de hecho este ya era uno de los mercados principales, se ha podido cumplir con la mayor demanda desde el país trasandino.
También explicó que Brasil ha tenido problemas en su producción local, lo que ha permitido una mayor entrada a ese mercado con mayor protagonismo para cubrir la demanda interna, ya que la mayor parte es exportada hacia China. Recordó que desde el problema que tuvo China con la gripe porcina, hace unos años, comenzó una mayor demanda de proteína donde Brasil participa activamente.
Aseveró que, efectivamente, esto ha tenido una incidencia en los precios locales de carne, pero que también se debe tener en cuenta que los costos de producción son mayores.
Mayores costos de producción
Burt explicó que uno de los principales costos es el del combustible, que ha subido considerablemente de precio en los últimos meses y ha hecho que el margen de ganancias se mantenga estable, sin poder subir, a pesar del mejor precio.
Afirmó que a pesar del mayor precio en los mercados externos, no habría peligro de desabastecimiento local ya que los cortes de carne son exportados dependiendo del país al que se vende, y algunos cortes son enviados en mayor cantidad a otros.
Por ejemplo, recordó que los cortes con huesos no pueden ser exportados, por lo que algunos como la costilla o el “puchero” quedan mayormente para su venta en el mercado doméstico.
“El precio internacional también incide en el precio local, no estamos independientes a lo que es la realidad internacional. La demanda internacional hace que suba todo, pero por ejemplo, Paraguay no puede exportar carne con hueso, entonces mientras más se faena para exportación, más costilla -que es un corte demandado- se ofrece en el mercado local. Lo mismo sucede con el puchero”.
Daniel Burt, gerente general de la Cámara Paraguaya de Carnes.
De esta manera, hizo referencia a que en el mercado local no ocurrirá lo que sí ocurre, por ejemplo, en Argentina, donde las políticas públicas generan escasez por la falta total de incentivos de producción.
“En el corto plazo habrá una pequeña baja (en los precios internacionales) porque Chile, que es uno de los principales mercados, estuvo comprando mucho para lo que son sus fiestas patrias, pero a fin de año vamos a tener una suba natural. Además los Rabinos volvieron a su país y volverán en un par de meses para continuar con la carne kosher”, comentó.
