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29 de marzo de 2024

El impacto de la sequía, más allá del sector productivo

Caída de la actividad económica, más desempleo, presión inflacionaria en alimentos, reducción de las exportaciones del principal cultivo del país y el consecuente menor ingreso de divisas. Estos fueron algunos de los efectos de la sequía, en Paraguay

Los servicios logísticos también fueron afectados, generando escasez en la demanda de fletes, y menos insumos fueron utilizados en la producción industrial, según revela el informe “Paraguay: Impactos económicos y sociales de la sequía”.

Pese a esta difícil situación, el sector rural del país se muestra optimista para la campaña 2022/2023, que está siendo encarada ahora con la siembra de soja. Se espera que registre niveles superiores a la zafra pasada, según referentes del área.

La sequía focalizada sobre el periodo productivo del verano 2021/2022 ha sido uno de los fenómenos climáticos críticos más adversos para la agricultura de los últimos 25 años. Los efectos sobre el productor agrícola han sido extremadamente graves, con reducciones de hasta el 70% de la producción en algunos rubros y una menor producción en rubros de renta que no solo generó pérdidas, sino también deudas.

De acuerdo con el Indicador Mensual de Actividad Económica del Paraguay (IMAEP), en el primer semestre de 2022 hay una retracción de 3%, explicada principalmente por el desempeño desfavorable del sector agrícola y la generación eléctrica disminuida por el bajo caudal del río Paraná, dadas las escasas precipitaciones registradas en sus afluentes. De hecho, si se excluyen ambas actividades del mencionado indicador, el crecimiento observado en la actividad económica sería de 1,7%. 

Por su parte, el informe presentado por el economista y ex ministro de Hacienda, Manuel Ferreira, titulado «Paraguay: Impactos económicos y sociales de la sequía», señala que esta condición climática no solo afectó a los cultivos, sino también a la producción animal orientada al mercado y al consumo familiar, debido a la pérdida de pasturas y la disminución abrupta de los alimentos para los animales, fundamentalmente maíz y mandioca.

El informe “Paraguay, impactos económicos y sociales de la sequía” fue elaborado por MF Economía e Inversiones, con la revisión técnica de la Unión de Gremios de la Producción (UGP) y el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). La presentación estuvo a cargo del economista Manuel Ferreira, en la sede de Capeco. Foto: Gentileza.

En este sentido, Ferreira sostuvo que, como era de esperar, la menor actividad económica afectó el empleo en el país. Así, al primer trimestre de 2022, la tasa de desempleo se ubicó en 8,5%, 0,4 puntos porcentuales por encima de la evidenciada en el mismo período de 2021. De esta manera, 317.030 personas se encuentran desempleadas, de las cuales 160.720 son hombres y 156.310 mujeres, lo que equivale a tasas de desempleo de 7,5% y 9,8%, respectivamente, según detalla el informe.

Reducción de las exportaciones

Tras el quiebre de cosecha, el sector agrícola registró una caída en el volumen de los envíos este año, en comparación con el año pasado, lo que generó un golpe importante al crecimiento del país. En este sentido, Ferreira manifestó que las pérdidas de este rubro y la exportación de granos, debido a la sequía, se elevan a USD 3.000 millones, lo cual representa un impacto negativo del 5% para el Producto Interno Bruto (PIB).

Según el informe, las exportaciones de la principal oleaginosa del país, para el lapso enero-julio de 2022, registró una caída de 55,8% al comparar con igual período de 2021. Sin embargo, en términos monetarios, la retracción fue del 48,1% en los envíos de granos de soja. El considerable incremento en el precio internacional de esta materia prima moderó, en cierta medida, el efecto de la sequía.

Reducción de fletes

Con respecto del costo social, Ferreira destacó que gran parte de la protesta actual del sector transportista está vinculada no tanto con el interés de bajar el precio del combustible, sino porque existe menos carga que antes de la sequía.

Entre el periodo de enero y julio de este año, el número de fletes para el transporte de granos retrocedió un 45,8%, para situarse en 115.7721. “Si se pierden 26 toneladas de carga por cada flete que deja de funcionar, y si la producción en general cayó 6,5 millones de toneladas, es fácil imaginarse que existen también muchas pérdidas para el sector transportista”, indicó el analista durante su presentación.

Por último, el analista señaló que, teniendo en cuenta todos estos factores, las perspectivas para lo que resta del año son desfavorables. “La estimación preliminar apunta a una caída interanual en el PIB del 1%, explicada fundamentalmente por la reducción en la producción de soja y su consecuente efecto sobre transporte e industria, ajuste en el gasto del gobierno y menor dinamismo en la construcción”, reza parte del informe presentado por Ferreira.

En cuanto a la proyección de inflación, el documento señala que el pronóstico es de 8,4% para el cierre del año 2022, en tanto que la inflación de alimentos se proyecta en 9,8%. Asimismo, indica que el motor de la economía para este año es el sector de servicios.

Optimismo para la próxima campaña

Luego de registrar una de las peores campañas, referentes del sector agrícola se muestran optimistas y entusiasmados para esta nueva cosecha 2022/2023.

Hugo Pastore, representante de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), manifestó que las precipitaciones posteriores a la sequía permitieron el desarrollo de los cultivos entre la zafra de maíz y soja, con rendimientos levemente superiores a los normales y con precios por encima del promedio, para amortiguar y volver a prepararse para la próxima siembra de soja.

“Tenemos la esperanza y la expectativa de que sea un año mejor, todavía tiene que pasar mucha agua bajo el puente, recién estamos dando los primeros pasos con la siembra, con una incertidumbre respecto al clima”.

Hugo Pastore, vocero de Capeco.

Por ello señaló que si las cosas se comportan razonablemente bien, se podrá tener una recuperación económica, lo que alienta a los productores. “Un año bueno en la agricultura hace que todos los sectores trabajen, tales como el transporte de cargas, el consumo, entre otros rubros”, sostuvo Pastore.

Expectativas de crecimiento

En cuanto a las perspectivas de crecimiento de este sector para la campaña del 2022/2023, Pastore señaló que se tiene un marco general de buen arranque, aunque deben esperar a ver cómo se va a desarrollar el cultivo. “Si tenemos una condición “normal”, deberíamos producir entre 9 y 10 millones de toneladas de soja para esta próxima campaña”, dijo.

En cuanto a la cantidad por hectáreas, explicó que la superficie no deberá variar mucho. Lo que creen desde Capeco es que disminuirá un poco la aplicación de tecnología, principalmente por el tema del precio de fertilizantes.

Doble riesgo

Con relación a la adquisición de fertilizantes a un costo elevado, sumado a la dependencia del comportamiento del clima, se podría decir que este sector trabaja bajo un doble riesgo. Pastore comentó que si bien esto es un problema, el sistema de negociación de este rubro es bastante maduro.

“Lo bueno es que el productor tiene la opción de negociar y fijar sus precios en diferentes momentos y es su decisión cuándo hacerlo, por lo que el sistema se comporta de manera bastante madura”, detalló.

Manifestó que esperan que no se tenga “ninguna sorpresa desagradable” como lo registrado en esta campaña, en donde se asumieron costos y compromisos que no pudieron ser concretados.

“No tenemos la bola de cristal y no sabemos qué pasará con los mercados, pero por el momento los precios se siguen manteniendo. Tenemos un evento, la cosecha americana, que es inminente ahora y luego el desarrollo de las siembras en Sudamérica”, explicó el vocero.

En lo que respecta al lado financiero y las medidas que fueron lanzadas por el Banco Central del Paraguay (BCP) para ayudar a los productores, Pastore comentó que fueron muy útiles para refinanciar y reestructurar los compromisos y dar las herramientas económicas para que se pueda encarar esta campaña.

Respecto a los compromisos comerciales que había asumido el productor con los silos y las empresas en general, también dijo que ya fueron revisados, renegociando y acordados de nuevo para cumplirlos futuramente.

Inversiones importantes desde el sector

Humberto Colmán, miembro del Directorio del BCP, destacó a su vez que si bien se asocia a la producción de soja con empresas de gran y mediana escala, hoy en día existe una cantidad importante de pequeños productores que se dedican a este rubro, quienes también sufrieron pérdidas considerables por la sequía. No obstante, resaltó el contrapeso que provino de la zafra de maíz. 

Coincidió con Pastore en que las expectativas son positivas para la campaña agrícola que ahora comienza, las cuales se reflejan en el pujante dinamismo que están teniendo las inversiones desde este sector. 

“Desde el punto de vista de la producción agrícola como un todo, la recuperación ya la vamos a ver en los próximos meses. Hay un proceso productivo que empieza con las siembras y ahí ya hay una movilización de maquinarias, de combustibles, de fertilizantes, como estaban antes, a pesar de los mayores costos. Ya hay una inversión en ese sentido para sostener esta producción que se espera que sea muy buena el año que viene”.

Humberto Colmán, miembro del Directorio del BCP.

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