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26 de abril de 2024

La Chipa: Un símbolo de identidad y tradición paraguaya que sostiene la economía de diversas familias

Considerada entre las principales manifestaciones culinarias que forjaron la identidad nacional, la chipa no solo se ha convertido en la insignia de todo un pueblo, sino también en el sostén financiero de miles de personas que trabajan en este rubro.

En conmemoración de estas fechas santas, hacemos hincapié en la importancia de este alimento, que va más allá de una simple tradición, ya que también es motor de otros rubros.

Almidón, queso paraguay, leche, harina de maíz, huevo y anís. Estos son algunos de los ingredientes esenciales que se utilizan para formar la masa de la chipa, un alimento tradicional que ha trascendido de generación en generación y supo mantener en cada bocado la identidad de toda una nación.

La chipa se ha convertido en una de las comidas típicas más populares y representativas de Paraguay, y ha cobrado gran destaque y popularidad en toda la región sudamericana, convirtiéndose en el tentempié nacional por excelencia.

Tanto es el amor y respeto que se le tiene a la chipa, que en el 2014, bajo la Ley Nº 5267, fue declarada por el Gobierno como alimento nacional del Paraguay y se nombró el segundo viernes del mes de agosto el “Día Nacional del Chipa”.

Si bien esta comida típica se consume durante todo el año, ya sea para el desayuno, la merienda o la cena, la chipa es el alimento por excelencia y característico de la Semana Santa, ya que representa al pan ácimo que hacían los judíos, preparando la llegada de la Pascua. De acuerdo con algunos historiadores, esta tiene su origen en las Reducciones Jesuíticas.

Miles de familias, amigos o conocidos viajan al interior del país para las fechas santas y una de las principales tareas que los une es el “chipa apo”, en donde se reúnen en torno a la mesa para prepara la “mistura” -amasar y darle forma a la masa-  para posteriormente cocinarla en el tatakua (horno tradicional paraguayo).

Tradicionalmente, la chipa se prepara el Miércoles Santo, a la espera de la última cena del jueves y la vigilia del viernes, para posteriormente entregar este alimento como un regalo de Pascua a los visitantes de la casa.

Es importante resaltar que la chipa no solo es tradición y costumbre de un país, sino que se trata de toda una industria que moviliza a más de tres sectores económicos a través de la producción de ingredientes como el almidón, maíz, queso y huevo. Asimismo, emplea a miles de familias paraguayas, en las cadenas de elaboración y venta.

Igualmente, varios negocios en el país se dedican al rubro de la chipa. Tal es el caso de la Chipería María Ana, uno de los locales más reconocidos en la elaboración de esta comida típica, ubicado en la localidad de Eusebio Ayala (Barrero Grande). 

De acuerdo con el administrador de la chipería, Aníbal Insfrán, es en estas fechas cuando hay un aumento en el consumo de la chipa, lo que ocasiona que haya una producción mayor que en los días normales.

Asimismo, mencionó que las expectativas son altas para este año, teniendo en cuenta que el año pasado no le fue muy bien al rubro debido a la difícil situación económica por la que se encontraba traspasando el país.

Aunque las expectativas son grandes, Insfrán mencionó que el costo de las materias primas son muy altas para estas fechas, lo que crea cierta incertidumbre en el negocio. “El costo del almidón y el huevo principalmente están por el aire. En las últimas semanas, el precio se duplicó”, expresó el administrador.

En cuanto al precio final de las chipas, señaló que estas seguirán manteniendo el mismo nivel de siempre, de G. 5.000 por unidad.

Con relación a los kilos de masa que se preparan por día, Insfran manifestó que la preparación diaria ronda los 4.000 y 4.500 kilos en promedio, aunque varía mucho según el día, y esperan que estos números se dupliquen en esta fechas santas.

Por otra parte, comentó que la chipería, si bien no cuenta con otro lugar físico más que la casa central de la ciudad de Eusebio Ayala, tiene distintos móviles de chipas en las localidades de Villarrica, Coronel Oviedo, Caacupé, Asunción y algunas zonas más del Departamento Central.

Economía familiar

Es importante recordar que este producto no solo dinamiza la economía de los mencionados rubros, sino que también se trata de un producto que sirve de sustento económico a muchas familias del interior del país. 

Esto se puede evidenciar en la variedad de puestos de venta que se encuentran a lo largo de las ruta Nº1 y Nº 2, en localidades como Paraguarí, Yaguarón, Carapegua, Eusebio Ayala, entre otras, en donde miles de chiperas y chiperos se aposentan al costado de la ruta, esperando la llegada de los transportistas para realizar su venta, mientras otros suben a los colectivos.

Según Insfran, la Chipería María Ana alberga a alrededor de 90 familias en el negocio, en ocupaciones que van desde chiperas, cocineras, limpiadores, vendedores, hasta choferes de móviles.

Sostén del hogar

La mayoría de las personas que se dedican a la venta de chipas son mujeres jefas de hogar, como es el caso de la señora Gloria, más conocida como “Ña Mini”, quien desde temprana hora de la mañana ya sale con su canasto de chipa a esperar a los colectiveros y turistas al costado de la Ruta Nº1 Mcal. Francisco Solano López, en la ciudad de Carapegua.

Ña Mini comentó que esta es su profesión desde hace varios años, luego de la pérdida de su marido, y le ayudó a sostener la economía de toda una familia. “Con este trabajo le hice estudiar todo a mis tres hijos; uno ya es policía, el del medio está estudiando administración y el último está en el colegio”, comentó.

En cuanto a las ventas, señaló que los lunes, viernes y sábado son los días en donde un mayor número de ventas hay, debido a la cantidad de personas que transitan por la zona. Ña Mini detalló que en promedio suele vender 200 a 250 chipas por día y el ingreso en los días de mayor movimiento ronda los G. 1.250.000.

Asimismo, explicó que la mejor fecha es la Semana Santa, ya que hay mucha movilización hacia el interior del país, en donde muchos ya no cocinan la chipa y solo se limitan a comprarla todo hecha. 

“Hoy en día, muchas personas compran ya nomás de nosotros, a no ser que se vaya a la casa de su pariente, pero en su gran mayoría vienen a recorrer por zonas turísticas, lo que hace que vendamos mucho”, explicó.

Por último, expresó que una de las variedades de chipa que más se vende es el “chipa mixto”, más conocido como chipa tradicional, aunque también indicó que el chipa so’o o chipa con relleno de carne es lo más solicitado para el “tereré rupá”.

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