La manifestación del 8 de diciembre y el culto a la Virgen de Caacupé forman parte de la cultura paraguaya que se expresa en un acto religioso, un rito repetido a lo largo del tiempo y donde se hace palpable el sentir de una parte importante de la población.
Este fenómeno religioso data desde el año 1765, cuando unas 200.000 personas peregrinaron hasta llegar a la basílica de la Villa Serrana para honrar la fecha santa de la Virgen, ya sea por la fe o por un milagro recibido. Desde esa fecha hasta el día de hoy, millones de personas todos los años se movilizan para ir junto a la Virgen de los milagros.
Esta gran festividad también repercute de manera positiva en la economía de la localidad, ya que los comerciantes de distintos departamentos se convocan incluso semanas antes de la fecha central para la venta de sus productos.
Emilio Ortega, presidente de la Junta Municipal de la ciudad de Caacupé, en conversación con MarketData manifestó que desde el municipio habilitaron unos 700 lotes para la apertura de los negocios, ya sea alrededor de la basílica, como también en la entrada de la ciudad.
De acuerdo al concejal, este año se espera superar los números registrados antes de la pandemia, en donde tan solo en el mes de diciembre se tuvo como resultado de G. 300 millones en los ingresos formales, con los cánones que pagaron los comerciantes al municipio.
“Luego de dos años de pandemia, y con las restricciones cero, para este año tenemos la expectativa muy alta y esperamos superar este número. Tan solo en las últimas semanas vimos una cantidad inmensa de peregrinos llegar a la ciudad, lo que nos llena de mucha esperanza”, señaló Ortega.
Así también, expresó que todo este buen dinamismo hace que no solo el sector comercial se recupere, sino también a los ciudadanos en general, ya que este repunte hace que la ciudad mejore en infraestructura, no solo de rutas, sino también de otras infraestructuras.
“Esperamos que siga este buen dinamismo y que los comerciantes vendan mucho para que así puedan salvar su año ya que fueron bastante golpeados por todo el contexto económico y así poder poder pasar bien las festividades”, expresó el concejal.
Un buen repunte en el sector hotelero
Otro de los sectores que se ve beneficiado con esta festividad religiosa es el hotelero, que durante los meses de diciembre y enero cuenta con un gran número de clientes.
Luis Ricardo, asesor comercial del Hotel Alta Gracia, ubicado en la ciudad de Caacupé, manifestó que el establecimiento cuenta con un total de 32 habitaciones y la ocupación ya es de un 60% hasta la fecha. Con relación a la reserva del hotel, Ricardo indicó que las personas llaman y solicitan apartar una pieza con dos a tres semanas de antelación.
En cuanto al dinamismo del sector turístico-hotelero, dijo que ya se empieza a ver un repunte de las actividades gracias a que ahora ya no existen los decretos con las medidas sanitarias que se daban durante la pandemia.
“Ahora ya con una perspectiva más alentadora, la gente está tomando sus recaudos y haciendo sus reservas tanto para lo que es diciembre, como para enero y febrero”, señaló.
Indicó que, además de las fechas señaladas, el día de los enamorados es también considerada dentro de la temporada alta. Afirmó que los precios de las habitaciones varían si la estadía es entre semana o fin de semana, y que cuentan con las categorías más básicas de G. 650 mil de domingo a jueves, y de G. 850 mil los días viernes y sábados.
Sostuvo que el sector hotelero prevé una ocupación del 65% para este diciembre, mientras que para enero la expectativa está en torno al 85% y 95%; y en febrero, de un 80%. “En el 2021 ya tuvimos una recuperación y en este 2022 esperamos llegar a números más óptimos”, expresó.
Un país movido por la fe
Alfredo Aranda, vocero de la Basílica de Caacupé, manifestó que hay una coordinación entre todas las autoridades, teniendo en cuenta que durante estas fechas van muchas personas a la localidad y todas las instituciones están cooperando para que esta fecha culmine de la mejor manera posible.
Con relación a las restricciones sanitarias, dijo que ya no hay ninguna y que la presencialidad ya es todo un hecho que se siente desde los últimos tres días, en donde miles de personas han llegado a la Villa Serrana.
Se presume que entre 4 a 6 millones de personas pasan normalmente por la zona, que llegan durante los meses de noviembre y diciembre.
“No solo son personas de otros departamentos del país que vienen a la basílica, sino también miles de turistas vienen de otros países para vivir la fiesta espiritual de la ciudad, que posteriormente recorren la localidad y sus alrededores. El volumen de fieles que vienen es inmenso siempre y esperemos que culmine todo bien y que cada uno de los peregrinos ponga su parte”, expresó.
Dijo, además, que este año se tiene un récord de presencia de feligreses, en comparación con años anteriores, en donde tuvieron dos años de pausa a causa de la pandemia. Tres semanas antes de la fecha principal, el volumen de personas ya había aumentado considerablemente en los distintos lugares del país.
Desde el mes de noviembre en la ciudad ya se comienza con los movimientos y llegada de las personas, por eso se tienen reuniones donde poder hablar sobre las actividades meses antes de diciembre.
Caacupé es un fenómeno religioso e indudablemente ayuda a la dinamización de todos los sectores económicos, la cuestión de fe uno lo vive y lo experimenta.
