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30 de abril de 2024

Latinoamérica y la presión fiscal: La región es hogar de 11 de los 16 países con el régimen fiscal más duro a nivel global

La Fundación 1841 publicó su “Tax Hell Index” (índice de infiernos fiscales) actualizada al 2023, que revisa los países de Europa y América principalmente; y las clasifica según la presión fiscal y la calidad de la gobernanza.

En el índice, Latinoamérica tiene una fuerte presencia, con 7 países en zona de riesgo y 6 en la de infiernos fiscales. Sin embargo, Paraguay no se encuentra dentro de esa categoría, pero sí en el umbral de riesgo con un puntaje de 8,40. Bielorrusia, Venezuela y Argentina encabezan la lista.

The 1841 Foundation afirma que el mundo se acerca un poco más a convertirse en un infierno tributario. Aunque la situación actual aún no es grave, lo que más preocupa es la tendencia global.

“En el año 2020, el puntaje promedio obtenido fue de 6.21 para todos los países analizados, mientras que en 2021, se elevó a 6.48. Esto quiere decir que el mundo, en promedio, claramente ha empeorado en los temas que nos ocupan”, detalla.

La Fundación 1841 publicó su “Tax Hell Index” (índice de infiernos fiscales) actualizada al 2023, que revisa los países de Europa y América, principalmente y las clasifica según la presión fiscal y la calidad de la gobernanza.

Los tres infiernos fiscales de 2023 según The 1841 Foundation son Bielorrusia, Venezuela y Argentina que mantuvieron sus posiciones desde el Índice del año 2022.

La organización asegura que, para que una nación sea elegible como infierno en la materia, la presión fiscal es un factor importante. Sin embargo, afirma que un infierno fiscal no es sólo un país con impuestos altos, sino más bien uno con un Estado de derecho débil y donde los derechos a la privacidad y la propiedad no se hacen cumplir o proteger como se requiere.

“…Por lo tanto, al considerar los resultados, los países con alta calidad gubernamental y estabilidad económica y legal pueden tener impuestos altos, pero están muy lejos de ser considerados infiernos fiscales”, explica la fundación.

Aunque aclara, que hay países con impuestos bajos como altos entre los 13 principales infiernos fiscales y, sin embargo, todos ellos tienen una baja calidad de gobierno, altos niveles de corrupción, mala gestión económica, instituciones débiles y baja o nula seguridad jurídica.

Se analizaron 82 países (América Latina y Europa) para la elaboración del índice. De los 16 regímenes fiscales más estrictos, más de dos tercios se encuentran en la región latinoamericana. 

Algunos de los criterios que se toman en cuenta para analizar a los Estados e incluirlos en el llamado ranking de “infiernos fiscales», e influyen en la escala son: el Estado de Derecho, derechos de propiedad, carga fiscal, deuda pública e inflación. 

En conjunto, un desempeño deficiente en estos países significa que a los empresarios les resulta más difícil iniciar un negocio o ampliarlo, mientras que los inversores pueden ser más cautelosos al acercarse a un país determinado.

Dentro del ranking actualizado al 2023 se observan varios cambios significativos en comparación al año anterior (2022). Sin embargo, el podio se mantiene igual con Bielorrusia, Venezuela y Argentina, aunque se observa un deterioro en el puntaje de Argentina a 10,4 (comparado con los 10,0 puntos registrados en 2022). 

Según The 1841 Foundation, lo que más llama la atención es el deterioro observado en Brasil, que pasó de estar fuera de lista a ocupar el quinto lugar en 2023.

En el primer puesto se encuentra nuevamente Bielorrusia con un puntaje de 10,80, conocido por ser uno de los países más pobres de Europa en términos de riqueza total.

Es importante destacar que es el único país de Europa gobernado por un dictador de estilo tradicional, Alexander Lukashenko, aliado de Vladímir Putin, y que permitió el paso de tanques y soldados rusos hacia Kiev durante la invasión a Ucrania.

Al analizar los datos, la fundación visualizó un importante deterioro en los indicadores de calidad del gobierno en Bielorrusia más que un aumento en la presión fiscal. 

Venezuela (10,80) por su parte, mantiene el segundo puesto por segunda vez consecutiva, debido a la crisis humanitaria y política que afecta al país, que ha llevado a que más del 90% de la población se encuentre por debajo de la línea de pobreza. 

En el caso de Argentina (10,40), que ocupa el tercer puesto en el ranking, destaca principalmente a su elevado endeudamiento, alta inflación y a la debilidad de sus instituciones, además de la deuda soberana y la del Banco Central.

The 1841 Foundation asegura que la protección del Estado de derecho y la privacidad de la información de los ciudadanos es prácticamente inexistente en este país de Sudamérica.

Luego se encuentra el resto de la región, incluidos los gigantes Brasil (10,00) y México (9,60); y países más pequeños como Bolivia (9,60), Nicaragua (9,60), Honduras (9,20), El Salvador (8,80) que cierran el sector de “infiernos fiscales”. 

Por otro lado, Ecuador y Paraguay, con un puntaje de 8,40 respectivamente, abren el listado de países que se ubican debajo de la línea de los países “infierno”, para ser considerados de “riesgo”.

En este sector del ranking también se puede encontrar a Colombia, pero con un puntaje más alentador y hacia la zona “normal” de 7,60; y Guatemala con 7,20, solo a dos posiciones de los países normales.

Para los gobiernos de cada uno de estos países ubicados en la zona de “riesgo” según la fundación, el equilibrio debe provenir de proteger los derechos de propiedad y el Estado de derecho para al mismo tiempo, garantizar que el crecimiento sea equitativo y sostenible.

Recordemos que, para considerarse un infierno fiscal, el puntaje de un país debe ser de 8.6 o superior. Sin embargo, para entrar en zona de riesgo -es decir-, no ser considerado un país «normal”, el puntaje debe ser de 7 o superior.

Es clave comprender la importancia de los impuestos para financiar bienes públicos y avanzar en políticas que beneficien a los ciudadanos. En ese aspecto, Perú (6,80), Panamá (6,0), Costa Rica (5,60), Chile (4,80), Uruguay (4,40)  y Puerto Rico (4,00) -el mejor puntaje de países latinoamericanos- demuestran que es posible alcanzarlo, por eso The 1841 Foundation los ubica en el índice como los regímenes fiscales “normales” de la región. 

¿QUÉ PASA CON PARAGUAY?

Paraguay es uno de los países del índice que se ubica por debajo de la línea que demarca el inicio de los Estados de “Infiernos Fiscales”, manteniéndose en una zona de riesgo con una puntuación de 8,40 junto con Ecuador.

Sin embargo, Paraguay es considerado un país que ofrece una serie de beneficios fiscales para incentivar la inversión y el desarrollo económico como:

Exoneración total o temporal de aranceles e IVA para la importación de bienes de capital para inversiones nuevas o ampliaciones. Exoneración del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) para determinados productos.

Así como un régimen de maquila que permite la importación temporal de materias primas y bienes intermedios sin aranceles ni IVA para la producción de bienes para la exportación.

Un marco legal y administrativo especial para las empresas que operen en Zonas Francas, con beneficios fiscales y aduaneros.

A pesar de esto, según los criterios que se tienen en cuenta para el índice, Paraguay todavía debe mejorar en lo que respecta al déficit fiscal, la institucionalidad, bajar los niveles de corrupción y trabajar para mejorar la seguridad jurídica del país.

Por eso, los analistas insisten constantemente, en que uno de los principales desafíos del país para el corto plazo tiene que ver con recuperar la situación fiscal y volver a los niveles que dispone la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF). 

Para esto es importante mantener la senda de crecimiento ordenado, para alcanzar los niveles previos a la pandemia de COVID-19. Otro punto importante es trabajar en lo que refiere al sistema de cajas jubilatorias mediante la Superintendencia de Pensiones.

En febrero de 2024, Paraguay cerró un resultado fiscal acumulado de USD 17,6 millones, que representa el 0,04% del Producto Interno Bruto (PIB), según el informe de Situación Financiera de la Administración Central (Situfin), elaborado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). 

Asimismo, en el primer bimestre del año se registró un resultado operativo (ingresos menos gastos sin incluir inversiones) positivo de USD 38,7 millones, representando el 0,08% del PIB. 

En lo que respecta al resultado fiscal anualizado, este representó 3,34% del PIB al cierre febrero. No obstante, según el MEF, este resultado comparado con el cierre del año pasado, representa una reducción de 0,72 puntos porcentuales del PIB, debido una menor dinámica en la ejecución de los gastos y sobre todo en la inversión registrada al mes de febrero de 2024.

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