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22 de noviembre de 2024

“Los retos que tenemos por delante son descomunales”

Beltrán Macchi, titular de Felaban y vicepresidente de Asoban, reflexiona sobre la responsabilidad de la banca en el proceso de reactivación económica. Analiza el contexto de deterioro de los indicadores sociales que deja la pandemia y el desafío de acelerar la adopción de tecnologías.

La pandemia de COVID-19 tiene al mundo entero adaptándose a nuevas formas de vivir y hacer negocios. En este escenario, la recuperación económica tras el embate que generaron las medidas de confinamiento y el golpe a la salud de parte importante de la población representa un desafío para todos los segmentos, ya sean del sector privado o al interior de los gobiernos.

Sobre estos temas conversamos con Beltrán Macchi, recientemente designado como titular de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) y vicepresidente de la Asociación de Bancos del Paraguay (Asoban).

Reconoce que las entidades financieras juegan un rol vital en el retorno al dinamismo económico. Advierte que la re-inclusión de personas y empresas que quedaron fuera del circuito financiero formal, por los problemas derivados de la emergencia sanitaria, será una tarea que requerirá también de la acción de los entes reguladores.

Se refiere, además, a las necesidades que persisten en materia de adopción de tecnologías en las operaciones financieras, y a la integración del país a las iniciativas regionales y mundiales.

– ¿En qué situación nos tiene actualmente la pandemia de COVID-19, respecto a la respuesta que se debe dar a las condiciones de vida de las personas?  

La pandemia nos hizo dar cuenta que todos los logros en los órdenes materiales, sobre todo, que tuvimos como países, como economías, se vieron en franco retroceso, en muchos casos. Vamos a ver personas que cayeron en forma importante en el nivel de ingresos, vamos a ver una mayor inequidad seguramente, vamos a ver desempleo, informalidad, como efecto de esta pandemia. También nos dimos cuenta que la tecnología juega un papel muy importante en la canalización de la energía, que es el dinero para la reactivación económica y para sostener a las familias. La pandemia saca a la luz estas debilidades, que son compartidas en la mayoría de los países latinoamericanos, con sistemas todavía débiles y en proceso de desarrollo: los sistemas de salud todavía no preparados para eventos de esta magnitud, y sacan a luz también los niveles de mortalidad, los elementos adicionales que contribuyen a este nivel de mortalidad. Se acuñó el término “sindemia” para identificar a nuestra realidad, a la realidad latinoamericana, donde las afecciones de base potencian los efectos del COVID-19

– ¿Qué desafíos se presentan así ante las entidades del sistema financiero?

Los retos que tenemos por delante son descomunales. El sistema financiero es una herramienta muy importante para los procesos de reactivación económica que van a ser necesarios en el corto plazo, y somos también responsables de la estabilidad financiera del sistema y de la custodia del ahorro de las economías y de las familias. Por eso yo creo que el principal desafío va a ser potenciar esa contribución del sistema financiero para sostener procesos de reactivación económica en toda Latinoamérica. Una de las tareas principales necesarias va a ser revisar toda la nueva regulación que surgió en medio de la pandemia y separar aquellas que realmente acompañan este objetivo de contribución de los sistemas financieros al desarrollo: identificar las mejores regulaciones y las mejores prácticas. Para esto va a ser necesaria una tarea conjunta con los reguladores, organismos internacionales, y preservar aquellas regulaciones que contribuyen a preservar la solvencia de la banca, la estabilidad monetaria y financiera.

“El principal desafío va a ser potenciar la contribución del sistema financiero para sostener procesos de reactivación económica en toda Latinoamérica”.

Por otro lado, tenemos todo esto que tiene que ver con la inclusión y la educación financiera, que es un desafío importante, Paraguay tiene un desafío importante en ese campo. La tecnología ha sido un gran aliado en esta pandemia y tenemos que hacer el mejor uso para que nos facilite este proceso de inclusión financiera, que claramente es un factor de desarrollo no solamente de la economía en su conjunto, sino de las economías en particular. Los sistemas financieros tendrán que responder con fuerza en el apoyo a las microeconomías: Paraguay, en términos generales, va a sufrir una caída en su economía bastante leve comparada con el resto de los países pero, cuando uno mira en detalle, hay sectores económicos – y hay familias dentro de esos sectores económicos – afectados en mayor medida que otros. Va a ser necesario precisar esta estrategia de reactivación económica de manera que el alcance sea a los sectores más afectados, de manera que la recuperación también sea sostenible.

– ¿De qué manera deberá continuar el trabajo con las micro y pequeñas empresas, atendiendo a su exposición a los efectos de la pandemia y su menor capacidad de recuperación?

Una de las características de las micro y pequeñas empresas (mipymes) es una estructura financiera frágil: tienen un flujo de caja incierto. Una empresa de un tamaño importante puede trabajar con flujo de caja, tiene la posibilidad de administrar de una manera diferente sus flujos de caja; una microempresa, cuando hay un evento familiar, se destartala, por decirlo de alguna manera. Ese evento familiar muchas veces es una enfermedad, otras veces es un problema financiero de uno de sus miembros, la familia tiene que salir a rescatar a ese miembro, se destartala digamos el negocio familiar. Por lo tanto, el sistema regulatorio tiene que acompañar la posibilidad de soluciones bastante más “a la medida” para este tipo de economías. Es un gran paso el Fogapy (Fondo de Garantías del Paraguay), tardamos veinte años en hacerlo funcionar, estoy seguro que llegó para quedarse y va a tener un gran impacto en el desarrollo del sistema de financiamiento de las mipymes en el futuro.

“Va a ser necesario precisar la estrategia de reactivación económica de manera que el alcance sea a los sectores más afectados, para que la recuperación sea sostenible”.

Paraguay, en algún momento, tiene que analizar el nivel de endeudamiento de la ciudadanía, con un estudio profundo sobre el tema, y seguramente después de la pandemia va a ser necesario explorar no solamente cómo incluimos financieramente, sino cómo incluimos a aquellos que excluimos; porque quiérase o no, el sistema financiero, cuando alguien no paga su deuda, necesariamente excluye a esas personas, a esas mipymes o a esas empresas del acceso al financiamiento. La ley de insolvencia es uno de los mecanismos, lastimosamente no fue comprendida en el alcance y los beneficios, pero es una necesidad tener una ley que preserve a las empresas con complicaciones financieras, de manera a mantener los puestos de trabajo y la unidad productiva. Quizás van a ser necesarios otros instrumentos: está en el parlamento la ley de garantías mobiliarias, que también puede contribuir positivamente al acceso a financiamiento y probablemente tengamos que revisar la inclusión de los excluidos, el retorno, la “vuelta a”.

– Desde su rol al frente de la Felaban ¿Qué áreas considera que se deben impulsar de manera conjunta con los bancos de la región?

Paraguay y Latinoamérica en general tienen los desafíos de combatir el lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo y, hoy, el cybercrimen como uno de los factores desestabilizantes de los sistemas económicos y financieros. En ese sentido, Paraguay tiene el examen (del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica – Gafilat) el año próximo, que debemos pasar con éxito. La tarea que nos toca por delante es muy importante. Felaban, en ese sentido, es una plataforma que congrega anualmente en su asamblea entre 1.700 a 2.000 personas de todo el mundo, que reúne a bancos latinoamericanos, financiadores, bancos de inversión, organismos multilaterales, se convierte en una gran rueda de negocios, por eso es muy importante para la banca latinoamericana; pero además es importante porque hay una mesa de trabajo, un diálogo público-privado con la asociación de reguladores bancarios, de supervisores bancarios. A instancias del Banco Interamericano de Desarrollo, anualmente se tratan temas regulatorios del momento, se analizan cuáles serían las mejores propuestas. Hoy, Felaban se está constituyendo en una plataforma para apoyar el combate al cybercrimen en Latinoamérica: de ser una plataforma de congresos, con capacitación específica de nivel muy alto y de compartir experiencias a través de congresos y su asamblea anual, Felaban está ampliando esta plataforma a otras actividades que son muy importantes para el futuro de la banca en Latinoamérica.

“Es un gran paso el Fogapy, tardamos veinte años en hacerlo funcionar y va a tener un gran impacto en el desarrollo del sistema de financiamiento de las mipymes”.

– ¿Cuáles son los casos de éxito de la regulación y el negocio financiero entre los miembros de Felaban, que Paraguay debería replicar?

Las mejores regulaciones en temas financieros hoy están en Europa, hay países latinoamericanos que van bastante cerca de los europeos, pero hay otros que van más rezagados. Perú es un modelo de regulación para la inclusión financiera, México ha sido un modelo para todo lo que tiene que ver con la banca digital, Uruguay ha sido un modelo para la adopción de pagos digitales; Argentina incluso, un país con unos tremendos inconvenientes en su macroeconomía, es modelo en educación financiera, hay distintos avances en distintos temas por países. Creo que la regulación es un factor preponderante para el sistema financiero, y para la banca en particular, por eso es muy importante esta tarea de compartir, intercambiar y aglutinar incluso a supervisores bancarios. La Felaban tiene un intercambio muy importante con los reguladores y con los bancos europeos, sobre todo españoles, que hace que nos nutramos un poco de lo último en regulación. Paraguay va a tener que pegar saltos importantes, hay temas que venimos trabajando pero necesitamos ponernos desafíos nuevos: la inclusión y educación financiera, y la formalidad de nuestra economía, que son debilidades que se han visto un poco más resaltantes a lo largo de esta pandemia.

– ¿En qué aporta al país el hecho de que representantes paraguayos vayan ocupando puestos en organismos internacionales, como la Felaban?

Esto empezó desde hace un tiempo, desde distintos sectores de la sociedad, de la economía y el Gobierno. Paraguay, de tener esta riqueza de que es el tesoro mejor guardado de Latinoamérica – que en realidad suena lindo, pero no nos sirve –, pasó a ser un país mucho más abierto e integrado al resto de las economías de la región y del mundo, dándose a conocer a través de la presencia en estos foros y en este caso, a iniciativa de colegas del sector financiero, de la Asociación de Bancos. Desde hace algún tiempo hay presencia masiva de entidades financieras paraguayas en las asambleas de la Felaban, a instancias de los colegas, hemos propiciado la presencia del propio Banco Central y de la Seprelad (Secretaría de Prevención del Lavado de Dinero o Bienes) cuando fue necesario, para presentar al país, su desarrollo en el sistema financiero y en sus normas de prevención del lavado de dinero. Este es un mérito de todos los actores económicos, proveer información; todavía tenemos tareas pendientes en esto: cuando se publican estadísticas de Latinoamérica, muchas veces vemos que Paraguay está ausente, están todos los países pero los datos de Paraguay no se publican por A o B motivo. Es una tarea de todos, Paraguay se abrió, con mayor presencia en todos los foros, y eso es un mérito de toda la dirigencia empresarial privada y de toda la ciudadanía.

“Paraguay va a tener que pegar saltos importantes, necesitamos ponernos desafíos nuevos: la inclusión y educación financiera, y la formalidad de nuestra economía”.

Paraguay tiene un desafío no solamente en la regulación bancaria, sino en algo que es necesario para el avance de la digitalización o de la banca digital, que es la conectividad, que es el gobierno digital, que es la identidad digital, cuestiones que nuestros vecinos ya los tienen avanzados y regulados. Nosotros estamos dando nuestros primeros pasos en ese sentido, tenemos la oportunidad de dar grandes pasos.

Foto principal: Gentileza Visión Banco

Perfil

Nombre: Beltrán Macchi

Profesión: Licenciado en Contabilidad y en Administración de Empresas, y máster en Administración de Empresas

Trayectoria profesional: Es miembro del Directorio de Visión Banco, del Consejo Directivo de Bancard y de la fundación Desarrollo en Democracia (Dende), director general del Instituto de Administración Bancaria (Inabanc), profesor y director general del programa de maestría en Administración de Empresas (MAE) de la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”.

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