Las monedas digitales aparecen entre los activos que han cobrado fuerza en los mercados internacionales en medio de la emergencia sanitaria mundial, al igual que la mayoría de las empresas de tecnología más reconocidas a nivel global.
Este miércoles, el Bitcoin alcanzó un nuevo pico – de USD 35.842 – según cálculos compartidos por Bloomberg. Es difícil explicar todas las causas de esta subida parabólica, pero creo que podemos apuntar como una de las causas principales a la entrada de inversores institucionales que se sienten cada vez más cómodos con esta tecnología emergente.
Las estimaciones de JP Morgan Chase también fue uno de los gatillos en esta última subida récord, ya que en la semana pronosticó que el precio de la moneda digital podría alcanzar los USD 146.000 en el largo plazo.
Ahora existe un giro donde no solo los “creyentes en la disrupción digital” apuestan por esta moneda para almacenar valor, sino también los financieros pragmáticos de Wall Street.
En un mundo donde los países están cada vez más endeudados y los sistemas financieros, sumidos en liquidez, se plantean algunas interrogantes sobre la posibilidad de que el Bitcoin se convierta en una moneda de refugio para los inversores, atendiendo a las perspectivas de depreciación que rodean al dólar como consecuencia de los fuertes estímulos fiscales y monetarios que viene realizando Estados Unidos desde que se inició la pandemia.
Los Bancos Centrales pueden emitir grandes cantidades de masa monetaria en el sistema financiero, pero los mineros tanto de oro como bitcoin no tienen esa capacidad.
Uno de los atractivos más importantes del Bitcoin es que no está controlado por ningún gobierno ni sus políticas monetarias y que su oferta es inclusive más limitada que la del oro -21 millones de monedas máximo-.
Todavía no está claro si es una burbuja o el nuevo oro digital.
De lo que estamos seguros es que entramos claramente en un mercado alcista y aparentemente esta vez los inversores institucionales se sienten más seguros para quedarse en el espacio de criptomonedas.
Vivimos una era donde la gente abraza las tecnologías disruptivas y si las compañías empiezan a diversificar una parte sus activos en bitcoins, podemos entrar rápidamente a una situación irreversible donde el Bitcoin sea el nuevo oro digital que contrarreste la inflación.