La manera de financiar las acciones del plan de reactivación económica de Paraguay – post-COVID-19 – fue el punto de discusión durante la reunión que mantuvieron el martes técnicos del Fisco con la Comisión de Hacienda de la Cámara de Senadores, sobre los proyectos que plantean un nuevo endeudamiento por USD 290 millones, presentados por el Poder Ejecutivo a finales del mes pasado.
En una conferencia de prensa virtual realizada ayer, el viceministro de Administración Financiera, Óscar Llamosas, y la viceministra de Economía, Carmen Marín, comentaron que el Congreso Nacional cuestiona la poca precisión presentada por Hacienda – en los proyectos de leyes – sobre las fuentes de financiamientos de las nuevas deudas a ser contraídas en el marco del plan de reactivación.
Llamosas explicó que en la reunión plantearon al Congreso que los proyectos de leyes sean aprobados como la Ley de Emergencia Sanitaria, dando la posibilidad al Fisco de buscar las opciones más convenientes y rápidas, ya sea a través de bonos o créditos con multilaterales, para poder conseguir los recursos y llevar adelante las acciones del plan de reactivación económica.
“Ahí estuvo centrado el principal cuestionamiento del Congreso, ellos dijeron o entendieron que esa autorización (de dar la potestad a Hacienda para buscar la opción de financiamiento) es muy amplia y que ellos (el Congreso) quieren que explícitamente les digamos con qué fuente u organismo se financiará esa nueva deuda”, indicó el subsecretario.
Agregó: “Nosotros les manifestamos no tener inconvenientes para identificar cuáles serían cada una de las fuentes de financiamiento, pero les dejamos en claro que, debido a la urgencia y a la necesidad de llevar adelante estos proyectos, necesitamos que las leyes se aprueben de esa manera. En caso contrario, iríamos al mecanismo tradicional, en el caso particular de un préstamo con organismos multilaterales, que tiene un proceso de 4 a 5 meses”.
Riesgos. Los técnicos de la cartera fiscal advirtieron sobre los riesgos que se pueden presentar en caso de que el plan de reactivación económica, planteado por el Poder Ejecutivo al Congreso, sea modificado o rechazado.
La viceministra de Economía sostiene, sobre ese punto, que el plan de reactivación posee una visión integral y que, por ejemplo, en caso de ser rechazado o modificado estaría afectando a la ampliación de la cobertura social a través de los programas Tekoporá y Pytyvo; al apoyo al Instituto de Previsión Social (IPS) con su problema de flujo de caja, y a la construcción de viviendas sociales.
“Claramente estas acciones son importantes para alinear las expectativas de recuperación de la economía”, señaló Marín.
Impacto en expectativas. Llamosas, por su parte, añadió que no llevar adelante todos los programas planteados, sin lugar a dudas tendrá un impacto económico, debido a que parte de los proyectos están destinados a inversiones – por ejemplo, la construcción de viviendas –, que es un gran generador de mano de obra y posee un efecto multiplicador muy importante.
“Obviamente va a tener su impacto en las expectativas y finalmente en los indicadores económicos. No sabemos, desconocemos cuánto sería ese impacto, por eso es muy complicado estimar hoy, pero obviamente va a tener su impacto”, puntualizó.
La proyección manejada por el Banco Central del Paraguay (BCP) es que este año se cierre con una caída de -3,5% del Producto Interno Bruto (PIB) por efecto de la COVID-19, mientras que para el 2021 se espera un rebote de alrededor de 5%.
Sin embargo, en el seminario virtual realizado el lunes por Cavialpa – por el Día del Camino –, el ministro de Hacienda, Benigno López, destacó la rápida recuperación de la economía en los últimos meses, y adelantó que el cierre anual podría ser de una contracción económica del -2%.
