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4 de mayo de 2024

Instan a acelerar recomposición fiscal, ante caída económica menor a la esperada

Basanomics prevé ahora una contracción de 1% a 2% del PIB y ve un terreno propicio para que el déficit fiscal esté cerca del 3% en 2021, con una convergencia a más tardar en el 2023, para no afectar a la calificación internacional.

El sorpresivo repunte que tuvo la actividad económica en junio y julio pasados lleva a la consultora Basanomics a corregir su proyección de caída del producto interno bruto (PIB) para el 2020, desde el -3% pronunciado hace unos meses, a un nivel de -1% a -2% contemplado en la entrega actual de la Nota Macro Trimestral.

Explica que el rebote de la actividad económica está siendo más fuerte de lo que se esperaba inicialmente, en el contexto de reapertura global de los sectores que se dio con las fases de la “cuarentena inteligente”. Al comparar el desempeño con el pico de producción que se registró en febrero pasado, recuerda que la economía se derrumbó en un -20% en abril – el mes del confinamiento más estricto –, pero que en julio esta diferencia se ajustó a solo -4%.

“El crecimiento mensual del Índice Mensual de Actividad Económica del Paraguay – IMAEP (datos desestacionalizados) fue del 9,4% en mayo; 8,9% en junio y 1% en julio”, detalla el reporte.

Con estos datos, y al recordar el comportamiento que exhibió nuestra economía en anteriores recesiones, Basanomics considera que el ritmo del repunte mensual observado en los últimos meses se irá desacelerando e inclusive puede pasar a la senda negativa. No obstante, la variación acumulada de -0,3% que registró el IMAEP de enero a julio lleva a descartar que el año cierre con la merma de -3,5% que estima el Banco Central del Paraguay (BCP) como posición oficial.

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En este escenario, y atendiendo al efecto que genera el mayor dinamismo económico en los ingresos del Estado, la consultora considera que el déficit fiscal (más gastos que ingresos) no será mayor al 6% del PIB al cierre del 2020, cifra que se encuentra por debajo del 7,2% que maneja el Ministerio de Hacienda.

Con esta perspectiva, agrega que el retorno a la regla fiscal debería darse a más tardar en el 2023, de modo que el presidente Mario Abdo Benítez entregue el gobierno con un déficit fiscal enmarcado en el tope de 1,5% que establece la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF). Los pronósticos actuales se basan en que se retornará al déficit de 1,5% recién en el 2024.

Para acelerar la recomposición fiscal, el equipo integrado por Santiago Peña y Carlos Fernández Valdovinos – ex ministro de Hacienda y anterior titular del BCP, respectivamente – sostiene que el objetivo fiscal del 2021 debería ser el de un déficit ajustado al 3%, en lugar del 4% hasta el cual Hacienda pidió al Congreso Nacional poder llevar las cuentas del año que viene.

Cuidar la reputación. En el dilema entre seguir implementando medidas de apoyo desde el Gobierno o iniciar el reordenamiento de la política fiscal y monetaria, Basanomics recalca que esta segunda va teniendo mayor preponderancia, ya que la economía está mostrando señales de poder marchar con ritmo propio. Cuanto antes se asuma esta actitud, destaca que menos riesgo se correrá de que la calificación internacional del país se vea negativamente afectada.

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“Con una recuperación económica mejor a la prevista inicialmente, empieza a ganar mayor peso el objetivo de iniciar la consolidación fiscal (y monetaria) versus un objetivo de mantener políticas macroeconómicas laxas que actúen de forma contracíclica”, asevera Basanomics, en su informe.

“El gobierno debería presentar en la brevedad su plan para la convergencia en el tiempo al límite máximo establecido en la LRF. Tanto la aprobación de un PGN (Presupuesto General de la Nación) razonable financieramente como el plan de convergencia serán elementos fundamentales que permitirán mantener – o no – la calificación de la deuda soberana del país que realizan las calificadoras de riesgo internacionales”, agrega.