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5 de mayo de 2024

BM prevé 3,3% de crecimiento de Paraguay en 2021 y eleva la estimación para el 2022

El Banco Mundial considera que el repunte del dinamismo continuará el año que viene, con una variación de 4%. Calcula que nuestro PIB finalmente cayó -1,1% en el 2020, tras haber estimado una merma de -3,2% en junio pasado.

El Banco Mundial (BM) pronostica al menos dos años consecutivos de crecimiento económico en Paraguay, como recuperación de los efectos de la pandemia de COVID-19.

La entidad prevé que nuestro producto interno bruto (PIB) experimente en el 2021 una expansión de 3,3%, luego de haberse contraído en -1,1% en el 2020. Estas estimaciones se encontraban en 3,5% y -3,2% en junio pasado, respectivamente, y la corrección revela un impacto menor al esperado de la emergencia sanitaria en el país – en coincidencia con la proyección oficial –.

Para el 2022, el organismo multilateral considera que la economía paraguaya continuará creciendo, a un ritmo de 4%. Este vaticinio mejoró desde el anterior pronunciamiento del BM, que en junio del 2020 se encontraba en 3,7%.

Si bien la estimación del Banco Mundial para el 2022 está en línea con el nivel de crecimiento potencial de nuestro país, la asignada al 2021 se encuentra por debajo de la que maneja el Banco Central del Paraguay (BCP), de 4%.

Al cierre del “año pandémico”, Paraguay se consolida como el país menos golpeado por la crisis sanitaria y económica en la región, en lo que respecta a la variación del PIB. En Sudamérica, las contracciones más pronunciadas se dieron en Perú (- 12%), Argentina (-10,6%) y Ecuador (-9,5%); mientras que las economías vecinas de Brasil y Bolivia cayeron en -4,5% y -6,7%.

En el 2021, el “rebote” económico en esta parte del continente estará liderado por Perú (7,6%), Colombia y Argentina – ambos con repuntes de 4,9% –, de acuerdo con las proyecciones del BM. Bolivia y Uruguay tendrán un desempeño levemente superior al de Paraguay, con crecimientos de 3,9% y 3,4%; y Brasil experimentará una expansión menor, de 3%.

Nuestro país será el único sudamericano en incrementar su ritmo de crecimiento económico en el 2022, respecto a lo que se espera para el 2021. Países como Argentina, Brasil, Chile y Perú verán desacelerar su nivel de expansión a variaciones de 1,9%; 2,5%; 3,1% y 4,5%.

Perspectiva regional

El Banco Mundial estima que la región de América Latina y el Caribe sufrió una contracción económica de -6,9% el año pasado. Esto, debido a que “los hogares y las empresas exhibieron una conducta de aversión al riesgo y las medidas para controlar la pandemia limitaron las actividades en el sector formal”, según relata  entidad  su más reciente informe de Perspectivas Económicas Mundiales.

Para el 2021, el organismo espera que la actividad económica regional crezca en 3,7%, “a medida que se flexibilicen las iniciativas para mitigar la pandemia, se distribuyan vacunas, se estabilicen los precios de los principales productos básicos y mejoren las condiciones externas”.

No obstante, reconoce que el repunte será “muy débil” y sigue a una década de crecimiento lento. Considera un riesgo a la baja en la proyección para el presente año, en el que un escenario de retraso en la distribución de vacunas y efectos económicos secundarios llevará a la región a un repunte de apenas 1,9%.

“El panorama presenta riesgos adversos. El ritmo de actividad podría disminuir por varios factores, entre ellos, la imposibilidad de contener la pandemia, problemas relacionados con la deuda y el financiamiento externo, el resurgimiento de tensiones sociales, daños económicos ocasionados por la pandemia cuya gravedad no se previó, y perturbaciones relacionadas con el cambio climático y los desastres naturales”, advierte el BM.

Efectos sociales

El impacto negativo que generó la pandemia en la calidad de vida de las personas también se destaca en el informe del Banco Mundial, específicamente en el mercado laboral y la seguridad alimentaria.

El organismo recuerda que el empleo formal, las horas trabajadas y los ingresos laborales han disminuido “marcadamente” con la emergencia sanitaria; mientras que las mujeres y los jóvenes – que tienen un alto nivel de participación en los sectores más perturbados por la pandemia, como los hoteles, los restaurantes y los servicios personales – se han visto afectados “de manera desproporcionada” por la pérdida de empleos, al igual que los hogares de bajos ingresos.

“La disminución de los ingresos ha contribuido a la inseguridad alimentaria, que se ha visto exacerbada por la inflación de precios de los alimentos en algunos países”, advierte el BM.

América Latina y el Caribe arranca así este nuevo año siendo una región “gravemente afectada” por la pandemia de COVID-19, tanto desde el punto de vista sanitario como desde una perspectiva económica, según el Banco Mundial.

Sostiene que cinco de las diez economías de mercados emergentes y en desarrollo con la mayor tasa de fallecimientos per cápita a causa de dicha enfermedad están situados en la región.