De acuerdo con el Estimador de Cifras de Negocios (ECN) de septiembre, dado a conocer por el BCP, los combustibles registran una caída acumulada de ventas de 5,5% y de 10,4% de forma interanual. Esto, debido a la suba de los precios que siguen sin amortiguarse a los bolsillos de los consumidores.
Consultado con respecto a las perspectivas para lo que queda del año, el presidente de Petrochaco, Ricky Escauriza, manifestó que creen que en noviembre y diciembre tendrán un nivel de ventas que permitirá un buen movimiento, ya que estadísticamente son meses con mucha movilidad.
Sin embargo, señaló que problemas como el contrabando permanecen y siguen golpeando al sector, esto va de la mano con la diferencia de precios que hay entre nuestro país y Argentina o el Brasil.
En cuanto a alguna suba, el empresario descartó la posibilidad ya que, así cómo están los precios, lo que se ajustó el sector privado, “es lo más claro que podemos tener”. “Las naftas se mantienen estables a menos de 300 centavos de dólar el galón y el Diésel está en 359, que es alto pero esperamos que baje”, indicó.
Cabe recordar que la semana pasada las estaciones de servicio subieron los precios de sus combustibles en hasta G. 600 en el caso del diesel tipo III, que pasó de estar a G. 8.300 a costar G. 8.900. En el caso de las naftas, estas aumentaron en promedio G. 200 por litro.
Debido a esta coyuntura, nuevamente surge la incertidumbre de si el aumento de precios de los combustibles volverá a impactar en los índices de inflación que registra la banca matriz. Sin embargo, el economista jefe de esta entidad, Miguel Mora, ya calmó los ánimos y adelantó que no golpeará tan fuerte esta vez.
“Va a tener su impacto en términos de los componentes de la canasta, del IPC (Índice de Precios al Consumidor). No obstante, en el contexto general es un poco distinto al de los primeros meses del año, en el sentido de que hay otros segmentos de la canasta que han mostrado una moderación recientemente, el caso de los alimentos y también de los servicios”, explicó.
Es decir que, si bien podría afectar al bolsillo de los consumidores, los números de la inflación mensual prevista entre el 0,4% y 0,5% se mantendrán, por la moderación justamente de otros productos.
“Lo de los combustibles, evidentemente, es un precio que depende mucho del precio internacional. Si bien hemos visto una reducción en el precio del petróleo, continúan altos y con cierta volatilidad, producto de la incertidumbre de la guerra Rusia-Ucrania que permanece latente”, puntualizó Mora.
Por último, las proyecciones de inflación del BCP se mantienen para el cierre del año en torno al 8,6% y una convergencia del 4% para el 2023 e inicios del primer trimestre del 2024.
