“Yo les di mi palabra. Vamos a trabajar por un sistema de salud de calidad, sensible y humano”, escribió el presidente electo, Santiago Peña, en sus redes sociales, acompañado de un pequeño comunicado en donde anuncia que desistió de designar al Dr. Felipe González como futuro ministro de Salud.
Esta decisión se da tras las polémicas declaraciones que brindó González sobre pacientes terminales.
“Tenemos que empezar a entender y madurar como sociedad, que hay situaciones de las cuales uno ya no tiene retorno», había expresado el anterior director del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (INERAM), al ser consultado por medios de prensa sobre la solución que se dará a la problemática de larga data que constituye el tratamiento de enfermedades oncológicas en el país. Además, había dicho que «la medicina no es milagrosa».
“Como Presidente electo de la República del Paraguay, debo ser fiel a la razón democrática de mi consagración como tal: la voluntad de los ciudadanos. La ciudadanía confió en nosotros por una razón, fuimos la mejor promesa electoral para trabajar por el bienestar de los paraguayos y es lo que vamos a hacer desde el primer hasta el último colaborador”, señala parte del escrito que publicó el futuro mandatario.
Peña recordó que en campaña aseguraron que la Salud Pública tendría prioridad absoluta, no solo en lo que respecta a equipamiento y recursos, sino también en llevar adelante una gestión sensible y humana para cada uno de nuestros compatriotas. “La empatía con la ciudadanía será un elemento indispensable en la gestión de mi equipo”, agregó.
El presidente electo adelantó que la nueva designación será anunciada en breve. González fue anunciado como futuro ministro de Salud el 27 de junio pasado y ya había mencionado a quienes serían los viceministros: Héctor Castro, en Atención Integral a la Salud; y Luis Carlos Báez, en Rectoría y Vigilancia de la Salud.
Deuda por obras
Por otro lado, el ministro de Hacienda designado, Carlos Fernández Valdovinos, también a través de sus redes sociales cuestionó que a la próxima administración le tocará pagar la deuda que tiene el Ministerio de Obras Públicas con los contratistas, la cual asciende a unos USD 360 millones.
“La construcción de la infraestructura que el Paraguay necesita no puede realizarse de manera irresponsable, sin tener disponibles los recursos necesarios para financiarla. A nadie ayuda este significativo nivel de atraso, que encima disfraza un déficit fiscal que no es tal”, escribió el futuro ministro del Fisco.
El Ministerio de Hacienda atraviesa por el desafío de retornar a niveles de déficit fiscal dentro de los límites que establece la ley, tras el inmenso gasto que se debió efectuar para hacer frente a los efectos de la pandemia.
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