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22 de noviembre de 2024

«Los incentivos fiscales se deben mantener por un tiempo»

El nuevo ministro de Hacienda, Oscar Llamosas, considera que las acciones de apoyo a la economía implementadas durante la pandemia deben retirarse pero de manera gradual. Enfrenta el desafío de iniciar el camino de retorno al orden fiscal, en medio de las presiones relacionadas con el periodo electoral que se empiezan a sentir.

La economía paraguaya está empezando a mostrar señales de recuperación, pero con un comportamiento desigual al interior de los diversos sectores. Actividades de servicios como gastronomía, turismo y hotelería todavía mantienen un deprimido desempeño, por el golpe que significaron las medidas de restricción aplicadas para frenar la propagación del COVID-19 en el país.

En este contexto, el Gobierno es consciente de que no se debe realizar un retiro abrupto de las medidas de apoyo económico implementadas este año y planea la inclusión de los sectores más afectados a programas de protección más permanentes.

Sobre estos temas conversamos con el nuevo ministro de Hacienda, Oscar Llamosas. Se refirió a los desafíos que se presentan frente a una presión de la etapa electoral que se empieza a sentir, en tiempos en que las cuentas fiscales deben iniciar el camino de la recomposición post-pandemia.

En cuanto a la respuesta a una eventual segunda ola de contagios de coronavirus que pueda darse en Paraguay, adelantó que tienen un plan de reasignación de fondos para el Ministerio de Salud y que probablemente también se tendrá que acudir a más endeudamiento público.

Se prevé así una continuidad de las acciones que se venían desarrollando durante la administración de su predecesor, Benigno López, actualmente en carrera por la vicepresidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).   

– ¿Cuáles son los principales desafíos de la administración fiscal del país, en momentos en que se busca avanzar hacia la recuperación económica?

Los grandes desafíos que tenemos por delante son restablecer las cuentas fiscales, avanzar en el proceso de recuperación económica y de transformación del Estado. Por un lado, trabajar en la implementación de este plan de recuperación, el Plan Ñapu´ä Paraguay, que tiene dos grandes ejes: generar esa recuperación económica a través de la inversión pública, pero una inversión pública mucho más direccionada a aquellos proyectos que generen empleos, como construcción de viviendas o también la obra pública tradicional. Por otro lado, un eje de financiamiento, con una participación mucho más activa de la banca pública, a través del Banco Nacional de Fomento, la Agencia Financiera de Desarrollo, el Crédito Agrícola de Habilitación, etc., de manera también a otorgar recursos a las empresas para esta reactivación.

Por otro lado, seguir asistiendo a las personas que aún están teniendo inconvenientes para incorporarse a la actividad económica. Si bien los últimos indicadores son bastante auspiciosos, tanto en materia de crecimiento económico como también en recaudación o incluso el índice de actividad económica, que en los últimos meses está con números positivos, todavía ese crecimiento va a ser desigual. Va a haber sectores como el de servicios, la parte de gastronomía, hotelería, turismo, etc., que aún no están en condiciones de generar recursos necesarios. Entonces, la idea dentro de este plan es seguir asistiendo a esa gente por lo menos hasta fin de año y el año que viene ya tratar de incorporarlos a algunos de los programas permanentes que tiene el Estado en materia de asistencia, ya sea a través del programa Tekoporä o el programa de adultos mayores.

– ¿Por cuánto tiempo más considera que hará falta seguir con las medidas de apoyo económico?

Hoy todavía la situación es muy incierta, nos basamos en proyecciones que pueden o no cumplirse, mucho va a depender de cómo evolucione la pandemia. Aún estamos en el escenario pre-vacuna (contra la COVID-19), entonces todo todavía es incierto, todo lo que te pueda decir hoy puede cambiar el día de mañana si es que hay una segunda ola o una tercera ola, hay países en Europa que ya están en una tercera ola. Así que mucho va a depender de la vacuna, de cuándo esté efectivo, y a partir de ahí tener un poco más de claridad o de certeza sobre ciertas cuestiones relacionadas principalmente con el crecimiento económico y, obviamente, del resultado fiscal. Por lo menos para el año que viene estamos planteando que la acción directa del Estado sea menor a la de este año, pero que la disminución sea de manera gradual.

“Los grandes desafíos que tenemos por delante son restablecer las cuentas fiscales, avanzar en el proceso de recuperación económica y de transformación del Estado”.

– ¿De cuánto será este inicio de levantamiento gradual de los incentivos fiscales?

Si uno mide por el lado del resultado fiscal, estamos hablando de 6,5% o 7% (de déficit respecto al producto interno bruto – PIB) de cierre de este año versus 4% del año que viene, entonces ahí ya implica un ajuste importante que lo hicimos principalmente reduciendo gastos. Para el Presupuesto 2021 planteamos una reducción importante de algunos complementos salariales: restringimos los nuevos nombramientos, contrataciones, aumentos salariales, eliminamos cargos vacantes, ajustamos o redujimos ciertos gastos que consideramos que no son prioritarios para el año que viene – tema de pasaje, viático, combustible, etc. –. Hicimos un ajuste importante en el gasto público de manera que tampoco  se vea afectada la inversión, porque creemos que la inversión todavía tiene que tener un ritmo importante el año que viene, si bien no al ritmo de este año, pero sí un ritmo importante, de manera a que genere ese impacto económico que tanto necesitamos.

Muchos hablan de que para el año que viene ya hay que hacer ajustes mucho más drásticos de lo que nosotros planteamos, pero hay sectores que aún van a requerir un apoyo importante del Gobierno. Entonces, esos incentivos fiscales que implementamos, las líneas de acción de protección social, inversión pública, etc., estamos de acuerdo en que tienen que ir disminuyendo de manera gradual, pero estamos en desacuerdo en el tiempo: tenemos que mantener por un tiempo, obviamente ir disminuyendo. Este año creemos que el déficit fiscal va a estar en torno al 6,5% o 7%; el año que viene planteamos en el Presupuesto bajar al 4% y así, en los siguientes presupuestos ir volviendo a la regla fiscal.

– ¿Qué plan tiene el Gobierno para responder a una eventual segunda ola de contagios de COVID-19 que pueda darse en el país?

En principio lo que planteamos para el año que viene, en primer lugar, es que los fondos que fueron asignados principalmente al Ministerio de Salud – estamos hablando de cerca de USD 500 millones –, y en base a las estimaciones que está haciendo el propio Ministerio de Salud, ellos creen que van a estar sobrando en torno a los USD 200 millones. Lo que ya planteamos en el anteproyecto de Presupuesto que enviamos al Congreso es que esos fondos puedan ser utilizados nuevamente por el Ministerio de Salud, la (Comisión) Bicameral (de Presupuesto) ya impactó eso en el Presupuesto del Ministerio de Salud, así que creemos que eso puede dar cierto alivio.

Obviamente, dependiendo de cuán grave sea la situación y de qué tipo de medidas sanitarias se adopten, vamos a ver si eso es suficiente o no. Llegado el momento vamos a tener que sentarnos a ver las alternativas y que no son muchas; con esta pandemia agotamos mucho del espacio fiscal que teníamos, entonces la discusión va a tener que darse entre todos y tratar de llegar a un consenso. La alternativa más próxima que siempre tenemos, incluso varios analistas dicen “qué alternativas tenés de obtener recursos de manera rápida, es endeudarte”, no tenés otra alternativa. Es lo que hicieron todos los países del mundo, Estados Unidos subió más de veinte puntos su deuda y la mayoría de los países apostaron a esta fuente de financiamiento porque por un lado tenés que al aplicar medidas restrictivas sobre la actividad de las personas, eso tiene un impacto en la actividad económica, en tus ingresos tributarios, que es tu fuente genuina de financiar tus gastos; entonces lo único que te queda es recurrir a deuda, no tenés ahorro para casos de emergencia, etc. Llegado el momento vamos a plantear seguramente esa alternativa, si es que es necesario.   

“Hoy todavía la situación es muy incierta, nos basamos en proyecciones que pueden o no cumplirse, mucho va a depender de cómo evolucione la pandemia”.

– ¿Qué acciones de largo plazo se contemplan para avanzar en el reordenamiento de las cuentas fiscales?

Hay un eje mucho más importante para nosotros, que justamente nos va a permitir o nos va a llevar a asegurar que esa recuperación sea plena, tanto en materia económica como en materia fiscal, que es un eje de transformación, donde hay proyectos de leyes que apuntan a mejorar el gasto público, ya sea a través de compras públicas más eficientes, el servicio civil: funcionarios públicos mucho más eficientes y también un Estado que funcione de una manera correcta. Son tres proyectos de leyes, uno de ellos ya está en el Congreso, el de servicio civil; en las próximas semanas vamos a presentar el de compras públicas y cerca de fin de año ya, el de estructura del Estado. Lo que buscamos es generar también espacios fiscales de manera a poder redireccionar esos recursos hacia los grandes desafíos que tenemos en materia de salud, educación, etc.

– ¿Cuál es la perspectiva para el Presupuesto General de la Nación (PGN) 2021 y sus efectos en la reactivación económica?

Un tema no menor es el Presupuesto, un eje clave en toda esta planificación que estamos haciendo, porque si tenemos un presupuesto desfinanciado obviamente no nos va a permitir cumplir con los grandes objetivos que tenemos desde el Ministerio de Hacienda: volver a la senda en materia de regla fiscal pre-pandemia y, por otro lado, que el crecimiento económico vuelva a sus niveles anteriores. Este Presupuesto es una visagra, es clave en todo este proceso, así que estamos haciendo también el trabajo con el Congreso de manera a que se respeten los topes establecidos por el Poder Ejecutivo, en este caso por el Ministerio de Hacienda, en materia de gastos corrientes, de gastos financiados con impuestos. La buena noticia es que la Bicameral recientemente ha emitido un dictamen y en líneas generales se acerca bastante a la propuesta hecha por el Ejecutivo; nos queda trabajar en ambas cámaras, la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores.

– ¿Qué expectativas tienen respecto a lo que será el ambiente en que se deberá incursionar en los mercados internacionales, en caso de que se requiera de una emisión de bonos soberanos?

Hoy está todo muy incierto, más todavía que no se está definiendo la situación (de elecciones presidenciales) en Estados Unidos. En principio, pedimos autorización al Congreso para una emisión (de bonos) de USD 600 millones; el año que viene, en caso de que nos apruebe el Congreso, estaremos evaluando cuál es el momento adecuado. Tenemos todavía unos meses para que toda esta situación de incertidumbre de alguna manera se pueda estabilizar, ya haya una mayor certidumbre en cuanto a tasas, etc. Llegado el momento, estaremos evaluando cuál es la mejor decisión que podamos tomar.

– ¿Cómo se preparan para afrontar el periodo electoral que se avecina en el país y las presiones políticas que habitualmente se presentan en estos contextos?

Ese es un tema muy importante. Nosotros por lo menos, en el Ministerio de Hacienda, tenemos una línea clara, es por eso que apostamos a ese eje de transformación, porque creemos que a través de estas medidas sería la única forma de alinear los incentivos.

“Por lo menos para el año que viene estamos planteando que la acción directa del Estado sea menor a la de este año, pero que la disminución sea de manera gradual”.

– ¿Con qué actitud y expectativas asume el cargo de ministro de Hacienda, en el marco de las exigencias tan particulares que presenta la economía paraguaya?

Yo tomo la posta y mi compromiso es avanzar en la implementación de esos proyectos. Son grandes desafíos que tomo con mucha fuerza, con mucho ímpetu. Si bien yo ya venía trabajando como viceministro (de Administración Financiera) en todas estas acciones, renueva nuestro ímpetu el hecho de los indicadores que estamos teniendo: la última revisión del Banco Central, que nos dice que la caída no va a ser tan grande, vamos a estar en torno al -1,5%. Los informes de organismos internacionales como la Cepal, la OIT, el Banco Mundial, Fondo Monetario, revistas especializadas como The Economist, coinciden en que las acciones que viene llevando adelante el Paraguay tuvieron un resultado positivo en el marco de la Ley de Emergencia allá por el mes de marzo. También ven con buenos ojos este plan de recuperación, entonces finalmente concluyen que Paraguay va a ser el país que menor impacto va a tener a consecuencia de la pandemia, el menor impacto económico de este año, y que el año que viene va a ser uno de los países con la mayor recuperación. Lejos de ser triunfalistas con estos números, obviamente, lo que hace es darnos mayor fuerza para seguir trabajando en la implementación de este plan de recuperación, que nosotros creemos que es necesario.

Perfil

Nombre: Oscar Llamosas Días

Profesión: Economista y máster en Economía, con énfasis en Políticas Económicas y Sociales

Trayectoria profesional: Fue director del Tesoro Público, jefe de Coyuntura Macro-Fiscal y viceministro de Administración Financiera, en el Ministerio de Hacienda.

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