La calificadora de crédito, Moody’s Investors Service a través de un informe señaló que entre los sistemas bancarios que mantuvieron la perspectiva estable figuran las instituciones de Argentina, Brasil, Colombia, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, mientras que la agencia revisó desde negativa a estable la perspectiva de Centroamérica y el Caribe y Chile.
Así también , la calificadora explicó en un comunicado que su decisión obedece a las condiciones macroeconómicas y operativas, así como los sólidos fundamentos crediticios de los bancos, que ayudarán a manejar la incertidumbre derivada de la creciente inflación y la volatilidad global que debe afectar la actividad económica en la región.
Aunque consideró que la presión inflacionaria y el endurecimiento de la política monetaria impactarán en la actividad económica en un momento en el que el riesgo de activos también está aumentando en la región, estos riesgos estarán protegidos en las carteras de los bancos gracias al elevado nivel de reservas” contra las pérdidas crediticias.
Es por ello que, Moody’s confía en que la rentabilidad de los bancos de Latinoamérica continuará recuperándose y beneficiándose de tasas de interés más altas y volúmenes de negocios creciendo de forma más moderada en 2022.
Igualmente, considera que las condiciones generales de fondeo y liquidez permanecerán estables, ya que la fuente principal seguirán siendo los depósitos y, por eso, la dependencia del fondeo del mercado será limitada.
Ya que esto último, respaldará la calidad crediticia de los bancos latinoamericanos y permitirá reducir su exposición a un mercado financiero global más volátil.
Además, destacó que Latinoamérica tiene pocos vínculos económicos y financieros directos con Rusia y Ucrania, lo que permite que sus bancos están relativamente protegidos de las sanciones financieras contra Rusia.
Asimismo, que los gobiernos de la región seguirán estando dispuestos a apoyar a los bancos más importantes en caso de ser necesario, a fin de preservar la estabilidad financiera.
Por otro lado, la agencia indicó que la perspectiva del sistema bancario mexicano sigue siendo negativa y refleja las proyecciones de crecimiento más débiles en comparación con los niveles históricos, lo que podría, a su vez, impactar la capacidad del gobierno para brindarles apoyo a los bancos mexicanos.