ANÁLISIS
Los consumidores paraguayos volvieron a mostrar un ligero optimismo en agosto del 2021, luego de que en julio abandonaran el terreno del pesimismo en el que estuvieron sumidos desde que se inició la pandemia de COVID-19.
Así se revela en el último informe de Índice de Confianza del Consumidor (ICC) elaborado por el Banco Central del Paraguay (BCP). Esta medición arrojó 51,8 puntos en el octavo mes del presente año, muy cerca de los 51,3 puntos que arrojó en el mes previo y nuevamente por encima del umbral de 50 puntos que separa a los rangos de optimismo y pesimismo, en este indicador.
Este todavía tímido optimismo en que se desenvuelven los consumidores locales proviene principalmente de las expectativas para el próximo año, ya que el Índice de Expectativas Económicas (IEE) llegó a los 70 puntos en agosto y el Índice de Situación Económica (ISE) -que revela la percepción de la coyuntura actual- se ubicó en 33,5 puntos.
Entre los componentes de este análisis, la percepción de la situación del país sigue siendo la más negativa, ya que el 67,3% de los consultados por el BCP considera que se encuentra peor que hace un año, pero la mitad de ellos ya prevé un panorama mejor de aquí a doce meses.
En la economía personal, por su parte, se sienten las mismas condiciones que hace un año en el 50,8% de los casos y que hubo un empeoramiento, en el 36%. Sin embargo, la perspectiva de una mejoría para el próximo año también está presente de manera importante, en el 56% de los encuestados, y números similares se observaron en las respuestas relacionadas con la economía de los hogares.
Reducción de la incertidumbre
El economista jefe del BCP, Miguel Mora, realizó una lectura de estos datos y, a su criterio, la incertidumbre con que había arrancando el año se fue disipando a medida que avanzó la vacunación contra el COVID-19 y los sectores económicos pudieron volver a operar.
Lea también: BCP eleva a 4,5% la proyección de crecimiento económico para el 2021
“Habíamos partido el año con mucha incertidumbre, principalmente en los primeros meses del año, en donde no veíamos todavía una consolidación de la recuperación económica. Esto va cambiando a partir de la segunda parte del primer semestre, al séptimo mes del año la economía presenta un crecimiento de 6% y el panorama es bastante alentador, principalmente si comparamos con lo que veíamos en el 2020”, expresó.
Entre los primeros indicadores en arrojar resultados positivos, recuerda a la salida “bastante importante” de productos como soja y derivados y la carne. Dados los altos precios de commodities, esta actividad transformó al déficit inicial que se tenía en la balanza comercial en un superávit, y hoy en día se cuenta con USD 1.500 millones de exportaciones por encima de las importaciones.
A su vez, las exportaciones están creciendo a un ritmo de 27%, mientras que las importaciones lo hacen en alrededor de 22%, agregó Mora.
Este aumento de precios de materias primas repercutió también en una aceleración de la inflación, ya que generó un encarecimiento de los alimentos. Al ser consultado sobre el efecto que esta situación podría tener sobre el ánimo de compra de los consumidores, Mora sostuvo que se espera una estabilización de los precios debido a que los commodities ya están teniendo una menor variación.
“El tema combustible, por el momento, aparentemente se estabilizaría y vemos bastante concentrada la inflación en alimentos y combustibles. Los demás productos, otros bienes que no sean alimentos, y los servicios permanecen en niveles bajos”, explicó.
A pesar de este mejor panorama, el economista jefe de la banca matriz advierte que se asoman nuevos riesgos como la variante Delta del coronavirus y el factor climático, los cuales podrían volver a afectar a las perspectivas económicas para los próximos meses.
“Algún tipo de riesgo que se pueda presentar hacia adelante puede guardar relación con los anuncios del Ministerio de Salud respecto a la variable Delta. No obstante, hay que mencionar que en términos de inmunización probablemente no sea muy importante respecto a otros países, pero sí bastante importante respecto a los niveles de inmunización que teníamos tres o cuatro meses atrás. Pero no deja de representar algún tiempo de riesgo todavía el tema sanitario”, recalcó.
En cuanto al factor climático, recordó que hay algunas zonas de producción donde ha empezado la siembra y habrá que ver si las lluvias que cayeron desde el lunes de esta semana son las necesarias para arrancar la campaña agrícola en forma plena.